Día 67: The X-Men #39. Diciembre de 1967
Banda sonora: ¡Acabamos año estrenando trajes nuevos, como podéis ver en la portada! Y además, fin del arco de Factor Tres. ¿Quién será el misterioso Amo Mutante? pequeña pista para la pregunta anterior; oigamos de fondo "Astronomy Domine", del álbum debut de Pink Floyd, "The Piper at the Gates of Dawn":
https://www.youtube.com/watch?v=pJh9OLlXenMCréditos: Roy Thomas (guionista); Don Heck, Werner Roth (dibujo); Vince Colletta, John Verpoorten (tinta); ¿? (color); Artie Simek, Al Kuzrok (rotulación).
Algunas ediciones de España:
Biblioteca Marvel: La Patrulla-X nº 6 (primera historia) y
Biblioteca Marvel: La Patrulla-X nº 10 (segunda historia)Marvel Gold. La Patrulla-X Original nº 2 (primera historia) y
Marvel Gold. La Patrulla-X Original nº 3 (segunda historia)Ficha USA:
https://fichas.universomarvel.com/usa/uxm39.html#Acaba, al fin, toda la trama de Factor Tres, que se ha venido cociendo nada menos que durante 11 números. Habíamos dejado la acción con Bobby y Scott hostigados por el ejército en la base de los misiles, y al resto de la Patrulla encerrada en una fortaleza comunista. Respecto a lo primero, en el número anterior veíamos a Bobby y Scott preocupados porque tenían que destruir los misiles y no les iba a dar tiempo, porque había muchos, y además el ejército les perseguía. Aquí, de manera sorpresiva, cambia su estrategia. El Hombre de Hielo congela el sistema de ventilación de la base militar, para impedir que Factor Tres llene de gas los conductos y, supongo, duerma al personal. He tenido que repasar muchas páginas para ver qué me había perdido, concluyendo que esto pasa por el morro, sin más
.
En ningún momento anterior se habló de ese plan de Factor Tres. Ciertamente, tendrían que infiltrarse en la base para poder llevar a cabo el objetivo de lanzar los misiles, pero, como decía, esto no se llega a explicar nunca. Es más ¿cómo se han enterado Bobby y Scott del plan?
Corramos un tupido velo, porque los infiltrados de Factor Tres no nos dan tiempo para pensar. Se trata nada menos que de Mente Maestra y Unus. El primero hace creer a Bobby y Scott que están atrapados por un tentáculo de metal, pero al final se liberan y combaten a Unus.
Pelear contra dos mutantes diabólicos más los militares es demasiado para Scott y Bobby. Utilizando el poder combinado de los rayos ópticos de Ciclo y el hielo del Hombre de Hielo, forman una densa niebla que les permite despistar a sus perseguidores y huir en platillo volante. Su destino: la nueva base de operaciones, con forma de pedrusco, de Factor Tres. Los sensores del platillo volante les llevan directamente a la guarida de los malos. Bien pensado. Menos mal que, como dicen los protas, nadie estaba vigilando con muchas ganas el platillo.
Y qué está pasando tras el telón de acero? Pues que Jean, con su telequinesis, ha logrado acercar al guardia a los barrotes de su celda, y le quita las llaves. Tras escapar, la Patrulla aparece ante los prebostes rojos para advertirles de que hay una bomba. La telequinesis de Jean ya ha mostrado en el pasado aptitudes para localizar mecanismos escondidos. En este caso, averigua que la bomba estaba en un maletín de uno de los militares. Bestia y Ángel intentan despejar el camino de amenazas, pero ¡aparece la Mole!
A recordar que el buen Fred Dukes estaba en la celda, inconsciente, junto a Warren, Hank y Jean. Un descuido no haber cerrado la puerta al salir, porque ahora hace frente a los heroicos hijos del átomo, para atrapar el maletín y que la bomba explote, pensando que a él no le va a afectar.
Pero Jean logra convencer a la Mole de que la bomba también le mataría a él, como parte del plan del Amo Mutante para borrar su rastro. La cara de póker le dura un segundo a la Mole antes de huir. Me encanta: "¡Mientes!" Y a los dos segundos: "bueno, pensándolo mejor..."
El heroico Ángel logra salvar la situación, llevándose el maletín por los aires y lanzándolo al cielo para que explote sin causar daño. Los militares soviéticos se dan cuenta de que los mutantes no mentían. Ese momento de duda lo aprovechan nuestros chicos para escapar en ovni.
¿Hacia dónde? Hacia el fuerte del Amo Mutante, por supuesto. Allí se reúne toda la Patrulla-X como una familia feliz, aunque con la amenaza del malo maloso más cerca que nunca. Hay que decir que las aeronaves del Amo Mutante son tan rápidas que te permiten ir a donde quieras en un santiamén y sin que además te detecten los radares.
Lo que me deja flipando, lo confieso, es que cuando llegan al lugar, cada sección de la Patrulla en su propio platillo volante, ya están allí también Mole, Desvanecedor, Unus y Mente Maestra. ¡Pero si los acabamos de dejar en el quinto pepino, cada uno en un rincón del mundo! Debían tener también sus propios platillos, porque solo al Desvanecedor le dio tiempo a llegar, desde que escapó teleportándose en el capítulo anterior.
Pero dejémonos de menudencias, porque en medio de este alboroto aparece el mismo Profesor Xavier, diciendo que ha escapado. Dice más que eso: afirma que el Amo Mutante miente a los mutantes diabólicos, y que, por alguna razón, dejó escapar a la Patrulla de la base, dejándoles los dos platillos en bandeja en lugar de matarles, porque que convenía a su plan. Esto pone de muy mala leche al jefe malvado, quien ordena matar a la Patrulla. Sin embargo parece que hay una duda creciente de los mutantes diabólicos en la agenda del Amo.
Si recordáis el capítulo anterior, el Cambiante ya le preguntó al Amo Mutante por este fleco del plan, y este reaccionó muy violentamente. En este tebeo, el villano revela, mediante pensamientos, que dejó escapar a la Patrulla para que, si algo salía mal en su pérfido designio, los mutantes cargaran con las culpas. A mí ese plan B me parece tan enrevesado que me cuesta realmente comprarlo, pero hay más cosas que me llaman la atención de la anterior viñeta: Xavier llama "viejo amigo" al Amo Mutante. Creo que aquí todo el mundo está pensando en que Magneto está detrás de ese casco. Pues no, es un despiste muy, muy, bien tirado por Thomas, porque resulta que el "Xavier" que vemos increpando al Amo Mutante es el Cambiante, quien, viendo el percal tan sospechoso, libera -o eso suponemos, aunque no se dice expresamente, según creo- al auténtico Xavier y a Banshee, y tomando la forma del Profesor, va a enredar al Amo Mutante. Y vaya si lo consigue. El Amo se pone nervioso, los mutantes diabólicos empiezan a olerse algo raro y, al final, acaban luchando codo con codo con la Patrulla contra el villano y sus androides, en esta cuasi splashpage bastante desafortunada por parte de Heck
Pero ninguno de los contendientes dará con la tecla. Será Banshee quien, despertando de su letargo y viéndose libre, ajusta la frecuencia de su grito sónico para alterar máquinas, y así pegar un bocinazo que no haga daño a los seres vivos. Esto acaba reventando la máquina del Amo.
Y, con ello, también su camuflaje. ¡En realidad, el Amo Mutante era un alien! Se trata de un amable habitante de Sirio, que había venido a provocar un apocalipsis para quedarse con la Tierra, manipulando a los mutantes para tal fin. La que ha liado, pollito.
Una vez ha perdido, el ser no puede soportar la humillación de la derrota, así que se suicida, lanzándose un rayo. Los mutantes diabólicos se van por su lado y la Patrulla por otro, quedando en tablas, en una tregua que no acabará con su enemistad.
Pues vaya con Factor Tres. Así que esto era. Bueno, pues fin.
Bueno, no del todo, vamos a decir dos cosas:
1º No entiendo bien por qué, si el Cambiante está del lado de la Patrulla-X, Xavier ordena que lo detengan. Con toda probabilidad, fue el Cambiante el que liberó a Xavier y a Banshee.
A modo de epílogo, vemos que la Patrulla estrena trajes. Ha sido cosa de Jean, quien ha estado haciendo costura, con el beneplácito del profe, a quien le parece que ya es hora de que cada uno tenga una identidad distinta con traje propio. El pobre Bobby no tiene mucho margen con su traje, pero se consuela pensando en sus nuevos botas y guantes
La última vez que la Patrulla mudó de traje fue en The X-Men #27, sustituyendo el uniforme amarillo y azul por otro con los mismos colores pero con líneas más estilizadas. Aquí el cambio es radical. Cíclope y Jean ya tienen su gran traje clásico, que duraría mucho tiempo.
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2ª HISTORIA: Seguimos con el origen de Scott Summers. En la anterior entrega, Scott huía de una muchedumbre enfurecida, por haber mostrado sus poderes en público para evitar que la caída de un aparato hiciese daño a la gente. Aquí sigue la historia, con Scott reconociendo que fue él mismo el que disparó accidentalmente a la grúa que sujetaba el cacharro de aire acondicionado y, por primera vez, se dice que vive en un orfanato, el del Sol Poniente para más señas. Pero allí hace días que no le ven. También sabemos que Scott es inmune a sus propios rayos ópticos. El joven se monta de polizón en un tren para evitar a la gente que le persigue. Ya no puede volver, porque en el orfanato saben que es mutante, al haber salido en la tele.
Al no encontrar pistas de Scott, Xavier que, recordemos, ya está trabajando con el agente Duncan para localizar mutantes, da con un óptico que examinó la vista a nuestro joven héroe. Joder, ya es casualidad que le curara sus dolores de cabeza con unas gafas de cuarzo de rubí
Desde luego que este óptico es más de lo que parece. Una de dos: o era un chivato que se fue de la lengua al FBI en cuanto vio que Scott era mutante, o trabajaba para el FBI y su encuentro con Scott no fue casual. No se aclara en el tebeo. El caso es que su intuición con el rubí fue brutal
Mientras, Scott se ha bajado del tren en un paraje inhóspito y ha dado con cuatro maleantes acampados por allí, que intentan robarle. Eso sí, antes de darle una paliza, tienen la delicadeza de querer quitarle las gafas. Me parto. Toma conveniencia del guion
Pero llega la poli y los asaltantes huyen. Cuando le quitan las gafas a Scott para identificarlo, en una escena casi clavada a otra que ya vimos en The X-Men #11, los rayos ópticos de Scott salen disparados. Nos podemos preguntar qué hacía la policía por allí, pero lo cierto es que llevaban un tiempo intentando encontrar al sospechoso mutante del incidente del aparato de aire acondicionado. El tren no debió llegar muy lejos, es un suponer.
La policía corre a pedir refuerzos mientras nuestro triste héroe huye, queriendo el destino que dé con una misteriosa cabaña de la que sale una voz que da muy mal rollo y que le atrae mentalmente al lugar. Allí encuentra a un tipo que dice ser mutante. ¡Más en el #40!
Sin embargo, tendremos que esperar con el corazón en un puño a saber quién es el misterioso lugareño, del que además se dice, en cuadro final de texto, que podría ser el primer mutante. ¿No era Namor?
Sea como sea, en los próximos días retomamos al fin las aventuras de First Class
Mañana, First Class #4