Con todo mi cariño, dedicado a nuestro buen amigo
DIDOU, pongo las tres siguientes entregas de bustos en su honor.
Estas van por ti, compañero
44 - Misterio
Look: Clásico
Estilo: Romita Sr.
Historia: Mysterio Manifesto
Enemigo: ¿?...
Autor: Tom Defalco 45 - El Lagarto
Look: Moderno
Estilo: Bachalo
Historia: Muda
Enemigo: Curt Connors
Autor: Chris Bachalo 46 - Tormenta
Look: Moderno
Estilo: David Yardin
Historia: Lifedeath
Enemigo: El Rey Sombra
Autor: Barry Windsor Smith Por cierto, nadie, creo recordar, acertó la pista de Misterio. Quentin Beck, nuestro especialista de cine en Hollywood.
También dejo el texto del Lagarto, para quien quiera leerlo en exclusiva. Tiene lugar entre escenas del arco de Muda, cuando el Lagarto devora a Billy Connors. Así, el texto transcurre entre las escenas en el callejón, hasta el fatal desenlace. Si fuera cómic, entre las últimas frases, se oiría el chasquido de las fauces masticar mientras Connors grita en su cabeza. Creo que es uno de los textos más crudos de la colección:
En las salvajes profundidades del cerebro del Lagarto, la voz cada vez más débil del Doctor Curt Connors intenta salvar la vida de su hijo:
“No, por favor. Billy no. Él no. Escúchame. No hace falta que hagas esto. Me iré, desapareceré en lo más profundo de ti como si jamás hubiera existido. Ya no habrá más Curtis Connors. Solo el Lagarto. ¿De acuerdo? Yo… Dejaré que controles nuestro cuerpo para siempre. Haré lo que quieras. Cualquier cosa que me pidas. Pero por favor, no hagas daño a Billy. No necesitas hacerle daño. ¿Me escuchas? … ¡No te acerques a mi hijo, maldito engendro! No te acerques a él… Oh, dios, no… No. ¡Corre, Billy! ¡Aléjate de él! ¡Aléjate de nosotros! ¡Corre y no mires atrás! No puedo… no puedo controlarlo. No soy lo bastante fuerte para controlarlo. No soy lo bastante fuerte para hacer… nada. Maldito seas, Curt. Piensa, piensa, piensa. Tiene que haber una forma. Tiene que haber alguna forma de arreglar esto. Eres científico, ¿no? ¡Pues piensa! Tiene que haber alguna forma de controlar su cerebro, alguna forma de combatirlo. Eres un hombre, no una bestia, un hombre… Solo… solo tengo que ganar tiempo hasta que Spider-Man llegue, para que Spider-Man salve a Billy y dé una paliza al Lagarto, como siempre. Y entonces todo estará bien. Billy estará bien. Solo tengo que pensar… ¡Piensa! Yo… espera… espera, espera, espera. Por favor, no hagas esto. Por favor, por favor, por favor. Es solo un niño. No puedes matar a un niño. ¡¿Me escuchas, monstruo?! ¡No dejaré que lo hagas! ¡Moriré antes de dejar que hagas esto, ¿me oyes?! ¡No te lo permitiré! ¡No dejaré que lo hagas! No… ¡No! No, no, no, no. Para. Para. ¿Me oyes? Para, maldito monstruo, para… no… no… Billy… mi Billy… ¿qué te ha hecho? Yo nunca… Sabes que yo nunca… papá nunca te haría daño, Billy… ¿lo sabesssss, verdad? Oh, diossss, ayúdame… hsssssss… ayúdame a olvidarlo todo.... hsssss”.