Superman #1 (verano 1939) 4ª Historia/Action Comics #4 (septiembre 1938)
Vamos con la última historia recopilada en Superman #1, que no es otra que la originalmente aparecida en Action Comics #4. En esta ocasión, Superman entra en contacto con el maravilloso mundo de las ligas universitarias de fútbol americano, y más en concreto con la Ivy League. Pero vamos por partes, porque nada en el comienzo de esta historia hacía presagiar nada relacionado con dicho deporte.
La historia comienza, de hecho, con un tema muy distinto: un conductor borracho atropella a un peatón, al que deja malherido, y emprende la huida. Superman, que lo ve todo desde un edificio cercano, intenta interceptar al coche, que ha quedado atascado en la vía del tren. Como cabría esperar de primero de guiones de vías de trenes, un tren se aproxima a la vía y, cuando está a punto de embestir el vehículo, Superman rescata al conductor ebrio. Es curiosa la reacción del conductor: le dice a Superman que no quiere ser rescatado, lo que sin duda conduciría a su muerte. De esto solo podemos deducir dos cosas: o el conductor buscaba una vía del tren para suicidarse, atormentado por los remordimientos del atropello, o este propósito le surgió luego, en algún momento tras la huída. Otra posibilidad es que el conductor estuviera tan ciego que solo dijera inconsistencias
SIn embargo, nunca averiguaremos este misterio, ya que el conductor muere de todas formas, de un ataque al corazón.
Sea como sea, el tren se detiene al chocar contra el vehículo y Supes entra a uno de los vagones del tren. ¿Por qué se mete en el tren? Ni idea
Vamos a suponer que pretende asegurarse de que todos los ocupantes se encuentran a salvo, pero esto es un suponer de un servidor.
De cualquier modo, Superman oye a alguien llegar y se esconde en el vagón (de nuevo, si no quería que le viesen ¿pa qué se sube al tren?
). Es entonces cuando escucha una conversación inquietante. El entrenador del equipo de fútbol americano de la Dale University, un tal Randall, está preocupado por el próximo encuentro con el equipo de Cordell University (está claro que Siegel se está refiriendo, respectivamente, a Yale yCornell, cuyos equipos de fútbol americano juegan en la prestigiosa Ivy League). Piensa que ese encuentro le costará el puesto si pierde, así que está conspirando con unos matones para que se infilren en el equipo y partan unas cuantas piernas de los mejores jugadores del equipo rival.
¿Va a dejar Superman que el entrenador nefario se salga con la suya? De ningún modo, amigos. Se va a la redacción del Daily Star, y explora los archivos del periódico, que casualmente contienen detallada información de los jugadores de Cordell. Superman encuentra la ficha de Tommy Burke, que se parece físicamente a él mismo, y es entonces cuando pone en marcha un plan digno de un cabrón de mucho cuidado
En efecto, decide que secuestrará al verdadero Tommy Burke, se maquillará para parecerse a él lo máximo posible, y se infiltrará en el equipo de Cordell, haciéndose pasar por él. Para ello, Superman le pega un pinchazo a Burke, lo droja lo que no está escrito y lo deja atado y amordazado a su propia cama, antes de decirle que simplemente va a vivir su vida unos días por él. Que no se preocupe, que no puede moverse por los efectos de la droga, pero que por lo demás fetén. ¡Viva el Hombre del Mañana! ¡Viva Honduras!
Ahondando en el perfil de Burke, resulta ser un chupabanquillos de mucho cuidado en el quipo, cuya novia le acaba de dejar por no ser lo suficientemente macho, ya que un segundón clase beta no tiene nada que hacer con los macho alfa que le molan a ella. Pero que no se preocupe, que Superman va a hacer un dos en uno arreglándole la vida a la par que escarmienta al pérfido entrenador de Dale.
Ni que decir tiene que lo primero que hace Superman cuando llega disfrazado de Burke al vestuario del equipo es abusar de su superfuerza, golpeando a pobres humanos que pretendían, eso sí, maltratar a Burke, el alfeñique del equipo. Cuando el entrenador se entera de la que ha montado Superman/Burke, le expulsa del equipo, pero nuestro héroe no se rinde y realiza una serie de proezas durante el entrenamiento (normal, con superpoderes y whatnot) que logran impresionar al entrenador de Cordell. Así que finalmente, Superman, disfrazado de Burke, logra entrar en el equipo titular. El entrenador de Cordell llama a la prensa emocionado, contándoles que Burke va a ser la sensación de la temporada. Este hecho no pasa desapercibido para el felón del entrenador de Dale, que decide curarse en salud enviando a los matones a ocuparse de Burke. Pero claro, los matones, al ir al domicilio de Burke, se encuentran al verdadero Burke atado a la cama. De todas formas se lo llevan a otro sitio, para asegurarse que no acudirá a jugar el partido. Todo esto lo observa el zorro de Superman desde la distancia que, viendo que de momento los malvados no van a matar a Burke, decide dejar a este último a su cuidado y se marcha a jugar el partido. Sin embargo, los matones también tienen que acudir al estadio para infiltrarse en el equipo de Dale, por lo que dejan solo al Burke real, que luego se libera de sus ataduras y corre al estadio.
Pero volvamos al malvado entrenador Randall. Imaginen cuál no será la sorpresa del corrupto entrenador del Dale University cuando llega al estadio y su homólogo de Cordell, el entrenador Stanley, le presenta a ¡Burke! Pero ¡un momento! ¿Burke no se encontraba a buen recaudo? Como nuestros lectores saben, en realidad Randall está contemplando al doble de Burke, nada menos que Superman.
Muy al estilo del Superman de esta época, dado a las añagazas y al ladinismo, nuestro héroe tiene unas palabras en secreto con Randall, y le dice que, o quita a sus matones infiltrados en el equipo, o cuado acabe el encuentro expondrá sus sucios planes. Randall no se da por vencido y habla luego con sus compinches, a los que increpa por haber secuestrado al falso Burke (aunque en realidad, nosotros sabemos que se trata del auténtico). No obstante, después de todo, siguen siendo aliados en su diseño criminal, por lo que resuelven acabar con Superman/Burke a navajazo limpio. El plan es esconder la navaja en sus ropas y en cuanto tengan cerca a Superman, apuñalarlo durante el partido. Claro, ellos no saben que se trata de Superman
¿Qué es lo que hace Superman? Pues, una vez más, abusar de sus superpoderes. Estos le permiten arrollar con facilidad a los jugadores contrincantes y hacerse dos touchdown en unos pocos segundos. Hasta sus propios compañeros de equipo se sienten humillados por el falso Burke, ya que les roba todo el protagonismo. Incluso cuando Supes no anota, los tantos de sus compañeros no tienen mérito, ya que es el Gran Azul el que va apartando rivales a empujón limpio. Lo dicho, un fenómeno nuestro Superman
Por supuesto, los villanos infiltrados en el equipo de Dale intentan apuñalar a Superman, pero solo lográn acabar en camilla después de recibir las "atenciones" del hombre del mañana. El entrenador Randall, que ya ha jugado todas sus cartas posibles y se queda sin bazas, decide entonces renunciar a su puesto como entrenador. Se ha hecho justicia!!!
Pero esperad un poco, que a todo esto, Superman decide hacer una de sus últimas villanías del día: con los malos en el hospital, o bien desactivados, y el partido ya para acabar, el verdadero Burke llega en taxi al estadio, y Superman le dice que ahora es el momento justo para que el real Burke se vista con la equipación de Cordell y se cambie por Superman. Ni que decir tiene que en cuanto esto ocurre, el verdadero Burke salta al terreno de juego y el cambio es brutal: ahora tenemos un Burke manco perdido, torpe como él solo, y al que se le escapa el balón a las primeras de cambio. Imaginaos, con las ganas que le tenían a Burke, todo el equipo de Dale y hasta parte del de Cordell, su propio equipo, saltan sobre él y le dan para el pelo, hasta dejarlo inconsciente
Atentos a la jugada de Supes: primero droga a Burke, lo ata, lo amordaza y no interviene cuando los malos le secuestran. Y encima, la guinda del pastel es cuando después de haber vacilado a los jugadores de los dos equipos, le pide a Burke darse el cambiazo con él, para que los demás le ataquen con saña, una saña acumulada por la envidia y la humillación que les hizo padecer Superman, mientras hacía de Burke ¡Viva Superman!
Ojo, porque no todo le sale mal a Burke. Su antigua novia, que le había rechazado por mierdecilla, ha quedado impresionada con la exhibición de Burke, y decide volver a ser su novia, pero con la condición de que deje de jugar al fútbol americano, porque con la paliza que recibió al final del partido, piensa que es muy peligroso. El picaruelo de Burke le dice a su recuperada novia que, por ella, hará lo que sea.
En fin, comentemos aspectos de interés de la historia:
1. Está claro que a Superman le hace falta como el comer un enemigo poderoso. Todos aquellos con los que se ha enfrentado en estas historias son humanos normales y corrientes. No hay mucho dramatismo que digamos en estas primeras historias, y nula emoción por la ausencia de un villano a la altura, o que al menos tenga superpoderes.
2. Se percibe una tónica habitual en el dibujo, que duraría incluso hasta la Era de Plata y más allá: Shuster dibuja a los jóvenes como si fueran cuarentones. Vaya pinta más rancia que me llevan. El contexto, años 30 y demás, es importante, pero es que físicamente parecen de cuarenta o cincuenta años.
3. Segundo episodio consecutivo donde no aparece Lois Lane.
4. Esta es la historia donde Superman resulta ser menos superheroico. Cierto es que persigue un fin noble, pero los medios empleados son tan retorcidos, que lo que hace Superman para desbaratar los planes del entrenador corrupto es tanto o más vil que lo que hace el propio entrenador.
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Extras:
-En las páginas finales de Superman #1 aparece una breve semblanza de Jerry Siegel y Joe Shuster, presentándolos a ambos a los lectores. A veces no somos conscientes de que ambos autores estaban en sus veinte años tempranos cuando escribían estas historias.
-Al final de Superman #1 tenemos una historia escrita, a modo de
relato corto de dos páginas, sobre Superman. Podría ser de Siegel, pero el caso es que no está acreditada a nadie, o yo al menos no me he dado cuenta si lo está. En ella se nos muestra a Superman haciendo de las suyas, por más que en pos de la justicia, es decir: convenciendo a los malos de reconvertirse al bien a base de amenazarlos o utilizar la fuerza con ellos. En este caso, Superman visita a un abogado que se está quedando con los derechos sobre los inventos de sus clientes, y le destroza el despacho. Además, le amenaza con que, de no acabar con su desleal práctica, volverá y las cosas irán a mayores. La historia cuenta con otros pormenores que aquí no detallaremos, pero hay tres que merecen destacarse y mucho:
-En primer lugar, Superman no es estrictamente un héroe para la policía, a diferencia de la imagen que hemos conocido del personaje. El policía que aparece para investigar la escena quiere echarle el guante a Superman por ser un criminal realizando prácticas de vigilantismo. De hecho, parte de la historia narra como el detective protagonista de la historia, un tal Sargento Blake, persigue a Superman hasta acorralarlo en el ascensor del edificio donde cometió el destrozo de la oficina, pero no consigue echarle el guante ya que cuando se abre el ascensor aparece solo el apocado Clark Kent. Por tanto, no estamos ante ese Superman luminoso y cómplice con la policía, sino con un Superman proscrito.
-Más allá de ello, hay dos aspectos que han llamado poderosamente mi atención del relato: durante la narración, aparece descrito Superman con dos apelativos: "
The Man of Tomorrow" y "
The Man of Steel". En ninguno de los cuatro números de Action Comics aparecidos hasta ahora hemos visto que se refieran a Superman con esos apelativos. Por lo tanto, este relato podría ser la primera vez en la que Superman aparece llamado con los alias "
El Hombre del Mañana" o "
El Hombre de Acero". Es probable que estos dos apelativos ya hubieran aparecido anteriormente en otros números de Action Comics.
-En tercer lugar, aparece un nuevo poder de Superman:
la visión «telescópica». De nuevo, ignoramos por el momento si esta fue la primera vez que este superpoder es citado, o en cambio apareció antes en las páginas de Action Comics.
Superman #1 está lleno de detalles interesantes como este. Ya hemos descrito algnos de ellos anteriormente. Fue técnicamente publicado en verano de 1939, pero a estas alturas hay demasiados interrogantes sobre el verdadero origen de cosas como estos apodos, el origen de la icónica imagen de Superman rompiendo las cadenas, el carnet de socio... todo esto amerita prestar atención a los subsiguientes números de Action Comics, al menos hasta que lleguemos a la altura de Superman #1 (verano de 1939), para ir comprobando poco a poco cuál fue el origen de estos hitos históricos del personaje. Lo que quiero decir básicamente es que, aunque en la guía de lectura propuesta en el hilo solo esté previsto leer Action Comics #1,2 y 6, yo voy a ir leyendo en orden todos los números de Action Comics hasta ponerme a la altura de este Superman #1, con la expectativa de ir descubriendo nuevos detalles históricos del personaje.
De momento, el viaje está siendo muy divertido