El tercero es el que va a llevar Robert Downey al cine. Es buenísimo.
El primero también me parece una obra de arte. La premisa no es absurda ni grotesca, es una situación en la que te ponen de cara a la pared. Todo lo que pasa en Black Mirror no es real, la gracia está en que está muy cercana a la misma. Inventan una premisa y especulan sobre que sucedería conociendo al ser humano. Las reacciones de la gente cuando ven lo que pasa, son lo mejor que yo he visto en la tele. Si de verdad hay un secuestro y ese vídeo se filtra en youtube ten claro que serían imposibles e incapaces de pararlo. Entonces, a partir de ahí tú puedes pensar una cosa u otra pero el dilema en el que te colocan es bestial.
Igual que los tres de la tercera temporada, especialmente bueno el del Oso Blanco, llegué a pasar miedo de verdad. Todos te ponen en una situación moral y ética cojonuda. Claro que hay que echarle un poco de imaginación pero está tan bien hecha que resulta sencillo, y el éxito está ahí...