La miniserie inicial es bastante buena, y la primera serie regular pasable, pero los personajes dan para lo que dan. El chiste si se alarga pierde la gracia. El ambiente urbano, las drogas, el desarraigo familiar, la contradicción luz-oscuridad, la relación de amor tóxica los convierte en personajes muy interesantes, pero en una serie regular, cuando has contado 15 veces lo mismo, cansa. Para una mini o como secundarios son perfectos, en cuanto pasan los números, se atragantan.