Al fin he terminado de leer
Multiverso.
Los tres números restantes que me quedaban siguen una alternancia similar a la que hasta ahora había visto.
El Maestro, pese a que ignoro la historia de la que trae causa, me ha parecido bastante asequible. El resto, en cambio, ha sido bastante más complejo.
Aunque en el número 8 se entiende muy bien la intención de Morrison de meter al lector en la historia (y no de cualquier forma, casi parece que te agarra y te mete dentro), hay muchos guiños que aprecia
oskarosa y que yo no capté. Me gusta la ambigüedad de las críticas que los lectores vierten en este número de Ultra Comic. Porque los comentarios despectivos al número funcionan claramente en dos direcciones: por una parte funcionan como autocrítica, pero por otra no dejan de ser una puya al lector poco exigente.
De todo lo demás, y de lo especial que es este número, ya se ha hablado aquí largo y tendido y no tengo más que aportar.
Quizá el último número es el que más me defraudó. Esperaba que de alguna manera hubiera alguna explicación que no fuera tan «meta»; esperaba la conclusión de la historia en términos quizá más convencionales. Por otra parte, estoy convencido de que no me he enterado bien de qué es eso de «la mano vacía» y
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Podría decir que todo me encaja, pero lo cierto es que no lo hace, o no del todo. Parece que finalmente Morrison ha querido dejar todo abierto, de una manera que se me antoja conscientemente caótica. El final me devuelve un poco a la sensación crítica que tiene
oskarosa cuando reseñó el primer número, solo que eso yo me lo encuentro más al final que al principio.
Es muy posible que esa sensación se deba a que me faltan relecturas y bagaje general en el cómic, pero la sensación también es parecida a que te pongan un examen tan difícil que te desmotive hacerlo. Quieres poner de tu parte, pero a veces te es sencillamente imposible pillarlo todo. Y el último número yo lo he encontrado más árido aún que Pax Americana. Puede haber influido que lo haya leído con algo de cansancio también.
De todas formas, es una miniserie interesante y muy meritoria, que nos ha dejado algunos números realmente memorables, otros abstrusos, y otros sencillamente muy divertidos.