Leído
La Imposible Patrulla-X 8, con el cierre de la etapa de Rosenberg.
A mí me ha decepcionado un poco. El tema de la historia que nos ha venido ofreciendo Rosenberg no ha estado mal, ni tampoco las caracterizaciones ni, en fin, la manera de colocar a los mutantes en el tablero, que es básicamente luchando contra un enemigo terrible e invencible: el clásico odiados y temidos. En buena manera, la serie ha pivotado sobre este eje, pero dándole un tono mucho más sombrío y pesimista de lo habitual. Y también, hay que decirlo, mucho más cercano a cómo serían las cosas en la realidad que vivimos si de verdad existieran los mutantes. Y a pesar de todo, los héroes prefieren seguir dando la batalla, lo que en este caso se manifiesta en el final de la historia, con Cíclope rompiendo el casco de Emma Frost. Lo contrario, en el fondo, hubiera sido vivir en una especie de era de Hombre X. Algo falso. Si yo hubiera sido mutante, jamás habría votado por seguir luchando, eso lo tengo claro. Hubiera preferido ser ignorado por completo. Pero por eso ellos son héroes y yo no.
Mi gran problema ha sido el de casi todo el mundo que ha leído esta etapa: la primera muerte te la crees, las mil siguientes ya no. Esta masacre era completamente innecesaria, aunque, por otra parte... es lo más parecido que se ha contado a Días del Futuro Pasado, donde los mutantes caían como moscas. Así que supongo que, paradójicamente, su nula credibilidad en términos de lectura contrasta con su realismo. Es más que probable, en efecto, que las cosas sucedieran así, lejos de los fuegos artificales que nos suelen prodigar los cómics de pijameo.
En un orden menor de detalles, veo algún fallo peculiar, como el hecho de que, en la viñeta
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, aparezca Emma Frost con el pelo como siempre, cuando justo en la viñeta anterior, dibujada por Messina, la vemos con la cabeza rapada por un lado
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. Está claro que esto sucede porque una página la dibuja Larroca y la anterior Messina. Ese contraste artístico ha quedado bastante cutre, todo hay que decirlo.
En conclusión, a mí me parece una etapa fallida en términos editoriales: Rosenberg podría haber hecho una etapa muchísimo mejor. En su lugar, ha tenido que ir contrarreloj contando una historia que tenía que cerrar todo para la llegada de Hickman, sin ningún horizonte digno creativamente hablando, y sin que tuviera demasiado margen de maniobra. A pesar de todo, ha contado su historia y ha demostrado que sabe escribir bien. Pero el resultado es un tanto desastroso por todas las razones que venimos comentando.
Y con esto, pongo punto y final a mí andadura con Panini, que me ha acompañado desde que tomaron el testigo de Forum, pese a que haya tenido algún paréntesis con los cómics casi durante una década. En este sentido, el final de Rosenberg con La Patrulla es tan agridulce como mi final con Panini. Hubiera querido seguir, pero no tuve alternativa
Y a pesar de todo, gracias por el viaje.
Nos vemos en Hickman