He leído
Dial H: Fin.
Como indica el propio título del tomo, llegamos a la conclusión de una serie que, si bien no ha estado del todo mal, no ha conseguido despegar totalmente. En este volumen volvemos a la narrativa confusa y a la trama desarrollada de forma deficiente, por lo que impide conectar plenamente con la lectura. Además, se plantean muchos conceptos e ideas interesantes que apenas hay tiempo de desarrollar y que quedan en nada. Todo me ha parecido bastante apresurado en un desenlace que deja las puertas abiertas a la recuperación de los personajes y el concepto. De hecho, al final se incluye un episodio de la Liga de la Justicia Oscura, o una historia de complemento, en la que vemos el destino de Ciempiés.
La historia continúa donde quedó al final del tomo anterior, con Nelson y Roxie
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Aquí se podía haber profundizado un poco en el tema de la posible relación, pero la negativa de Nelson a hablar sobre ello y la avalancha de acontecimientos entierran algo que podría haber servido tanto en el desarrollo de la historia como para el tratamiento del amor más allá del aspecto físico o la edad. Esta forma tan superflua de tratar los temas juega en contra de estos últimos compases de la serie.
Por otro lado, Nelson activa el dial y
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Mientras,
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Cabe destacar la historia de los diales y como provocaron una guerra por ellos en otra realidad. Además, los hay de diferentes tipos: para formar equipos, de héroe, para transportarse, de sidekick, de maldad, etc… Todos parecen utilizar una especie de conexión por el Universo como si de una red de telefonía se tratara. Posiblemente uno de los conceptos más interesantes de una serie que quizá falla en el desarrollo del planteamiento. En ocasiones, la historia parece basarse solo en la posibilidad de ver como los diales generan héroes cada vez más bizarros. Incluso el propio Hombre Ventana Abierta, no deja de ser una locura bastante extraña, que parece conectar con el Batman y su historia de alguna forma inexplicable.
En el apartado gráfico tenemos a Alberto Ponticelli, un dibujante que me ha gustado bastante y que encaja muy bien con el tono de la serie. Incluso las portadas de brian Bolland son una auténtica delicia. Una lástima que el interior no esté a la altura de las circunstancias. La originalidad y la frescura no son suficientes para mí. La premisa es interesante, pero necesita un desarrollo centrado y menos etéreo. Esa forma tan dispersa de tratar los temas puede sacarte de la lectura o dejarte perdido en ella, en gran parte por culpa de la narrativa confusa, en lugar de ofrecer una lectura entretenida. Sin duda, podríamos hablar de experimento arriesgado, pero también fallido.
