He leído Hostage, de Guy Delisle (que estaba a 9 pavos como puse en el hilo de ofertas).
Soy muy fan de este hombre, y creo que es un autor interesantísimo que mezcla periodismo y el noveno arte de forma ejemplar. En esta ocasión nos cuenta la historia real de Christophe André, un joven francés de Médicos Sin Fronteras que fue secuestrado en 1997 en plena noche mientras dormía, y fue retenido durante más de tres meses en la frontera de Chechenia.
La historia tiene el sello de Delisle. De un tema oscuro, se sacan momentos de ingenio o comedia (leve), de forma que te esté contando algo serio, de cierta trascendencia, pero sin caer en el melodrama ni resultar innecesariamente oscuro. Es algo que he visto en todas sus obras y que me encanta, porque aprendes, te implicas, pero te lo cuenta todo de una forma muy natural, casi positiva. Por poner un pero a Hostage, es que al ser una historia real por completo, deja poco espacio a la imaginación, y al pasar el protagonista estos tres meses prácticamente en una sola habitación atado a un radiador, a veces la historia puede resultar un poco estática, algo repetitiva en unas rutinas que por otra parte, consiguen el efecto deseado; que sientas lo mismo que sintió Christophe. Sopa, té, dolor, mear, dormir atado, y así una y otra vez, un día tras otro. En este punto, quizás la historia habría resultado aún más eficaz de haberse prolongado algo menos (son 435 páginas), y elegir solo algunos de estos momentos para hacernos una idea de lo que fue su cautiverio. Otro pero, pero este es inevitable, es que nuestro protagonista resulta en ocasiones un poco pusilánime. Entiéndase, comprendo que la situación era muy arriesgada y mortal, pero es que Christophe se pasa tres cuartas partes del cómic pensando en escapar, en pegarle a este o aquel, en coger las armas, en saltar, y no hace nada, de nada, de nada. No tiene ni un arrebato de rebeldía, ni una pizca de "pelotas"... lo que quizás le salvó la vida, pero en la lectura, es cierto que agota un poco verlo pensar y decir una cosa y hacer siempre lo contrario. Es un poco como ese amigo cagón que dice "¡Agárrame, agárrame que lo mato..., pero tío, agárrame, hombre!", y bueno, como personaje de cómic cansa un poco. Como persona real, ya digo, lo más sensato que pudo hacer.
En definitiva, una obra muy interesante y plenamente recomendable.