Y si en vez Alan Moore en Superman te cae Jeph Loeb en Hulk, ponte a comer arroz a la cubana y pescadito blanco porque te vas a cagar por las patas abajo.
Una vez firmado el armisticio y encontrado ese punto de encuentro, aprovecho que has mecionado a dos autores concretos para poner dos ejemplos opuestos de los que quizás se pueda extraer alguna conclusión:
1) Sin reiniciar. Alan Moore, "ese hombre". Más allá de sus trabajos con Superman, Batman o Green Lantern, que no pasan de anecdóticos (en cuanto a su extensión digo, no en cuanto a su valía), este señor en su incursión en "las grandes ligas" se ha caracterizado, entre otras cosas, por hacer lo que le sale de la pepa: llega a La Cosa del Pantano, una colección que ya tiene una trayectoria pero que no es especialmente exitosa, y en el primer número deconstruye totalmente al personaje (La Lección de Anatomía) para contar su historia a partir de sus propias bases. Exactamente lo mismo que hace en Supreme o en Wildcats. ¿Hace falta reiniciar esas colecciones para ello? No. ¿Aumentan las ventas inmediatas y posteriores? Sí.
2) Reiniciando. Marvel crea el Universo Ultimate (que bien podría asociarse a los Nuevos 52). Apuesta fuerte y coloca a señores como Millar, Bendis, Carey, Ellis, Vaughan,... Buenas ideas y ganas de trabajar. Una oportunidad inmejorable para que se suban nuevos lectores sin necesidad de haberse metido por vena ochenta mil tebeos anteriores. Las ventas acompañan. Todo va bien.
Y llega Loeb.
A partir de ahí, autores de segunda fila, un universo que ya no es fresco, sino que va acumulando su propia historia, su propia continuidad y, salvo sorpresa, el fin de la línea a no tardar.
Como ya he dicho, creo que se pueden sacar conclusiones. Que cada uno lo haga. Por mi parte, creo que queda claro lo fácil que es que llegue "un Loeb" y mande todo el tinglado a la mierda.