Guión: Raule
Dibujo: Saurí
Éste es un cómic de esos que son mucho más de lo que a simple vista parecen. Es conclusivo y trata sobre un joven matemático que se va a trabajar a un faro, situado en lo alto de un risco al que sólo se puede acceder por helicóptero, pues está a una altura considerable. El matemático ha elegido el faro para poder trabajar en la conjetura de Poincaré, con el objetivo de convertirla en teorema. La cuestión es que tras aterrizar, descubren al farero que se va a jubilar escondido, al parecer, de alguien al que llama Leo. Así se presenta un argumento NETAMENTE ESPAÑOL, que al lector le presenta diferentes icógnitas propias del argumento, e incluso le da la posibilidad a su imaginación para hacer paralelismos con su propia vida.
A quien le guste el cómic y la novela negra, ya puede comprar esta obra rápidamente. Basta con presentarla con la imagen de la portada. Un faro, un viejo farero, un joven matemático y una hermosa piloto que se queda sin helicóptero al verlo arder inesperadamente tras aterrizar en el impresionante risco. Y además, una fuerte tormenta.
Mención para el apatado gráfico, en el que el maestro Saurí ha empleado infinidad de técnicas de forma simultánea (hasta cuchilla de afeitar ha usado) dando como resultado un dibujo atípico, pero realmente adecuado para este tipo de historia. El color resulta turbador, pero a medida que uno se adentra en la lectura, se da cuenta de que es el idóneo, ya que crea una atmósfera turbia, sucia y enigmática.
En definitiva, un buen cómic que esproducto nacional. ¿A qué esperas?