He leído
Hunter X Hunter Nº 2.
Pues sí que engancha esta serie. Me he leído dos tomos en un suspiro, si aguanta este nivel, creo que va a ser un manga muy disfrutable. Debo decir que uno de los aspectos que me esta gustando, además de la trama, que resulta bastante adictiva, es los diseños de los personajes. Aunque el dibujo de Yoshihiro Togashi no es muy recargado en ocasiones, está bastante bien en líneas generales. Además, esta la caracterización de los personajes, que es muy conseguida. No tenía muy claro que me iba a encontrar, pero desde luego no me esperaba una serie tan buena. De momento me leeré los tomos que tengo, pero a este paso seguro que sigo mientras esté disfrutando tanto como ahora.
En este volumen, continuamos con las pruebas para acceder al examen de la licencia para hunter, donde comenzaremos a ver un poco de acción, y la importancia de las técnicas de lucha, pero también otras cualidades importantes para ser un buen hunter son la inteligencia, la observación, el conocimiento y... ¡La cocina! Tengo que reconocer que Togashi sabe alternar un poco de todo en la historia que se va desarrollando, lo que me parece sumamente interesante, además de original. De entrada, uno se esperaría un manga con muchas peleas, aunque las hay, pero no tantas como uno se esperaría en una competición de este estilo. Creo que es encomiable ver como todavía hay shones que te pueden llegar a sorprender, pese a que se repitan algunos patrones de forma inevitable. Nos habíamos quedado en la niebla, donde Hisoka realiza una importante criba, dejando una de las escenas más sangrientas de la serie hasta el momento. Togashi parece empeñado en demostrarnos que esta serie contiene un poco de todo, y algo de crudeza si es necesario. No obstante, lo realmente interesante es el desenlace de los acontecimientos, ya que
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Sin duda, por aspectos como este, la serie se va poniendo muy interesante.
Después pasamos ala siguiente prueba, la cual nos dejará al número de participantes por debajo de los cincuenta. Esto nos servirá para conocer la modalidad de Hunter gourmet, al más puro estilo del programa máster chef. Menchi y Buhara serán los encargados de dirigir esta prueba en dos fases. La primera de ellas consiste en cazar un cerdo y asarlo, finalizando cuando Buhara esté harto. Uno de los principales aspectos será conseguir matar a un animal que como todo en este mundo de fantasía no es tan sencillo como parece. La segunda será un poco más complicada, llegando al punto que no la superará nadie. Menchi solicita que se le prepare un plato de sushi muy concreto. Resulta muy curioso que en un manga, los personajes admitan que no conocen ni los ingredientes del plato ni su forma de presentación. De hecho, el autor comete cierta incongruencia, ya que muchos toman como pista una de las palabras de esta variedad de sushi, que significa "apretado", pero solo uno que dice ser oriundo de Japón tiene una ligera idea de lo que está pidiendo la examinadora. A todo ello, hay que sumarle que muchos de los personajes tiene un diseño claramente oriental o directamente propio del Japón feudal. Aunque la historia no se resiente por ello, la verdad es que podía haber elegido otro plato propio de otra región del mundo, que sí podría estar más justificado su desconocimiento.
Toda esta situación genera una serie de escenas interesantes, como la evidente demostración de que un hunter, sin importar a la especialidad que se dedique, es un excelente luchador. Pero principalmente destaca que toda prueba conlleva el examen de una serie de valores físicos o mentales, o incluso una combinación de ambos. Sin embargo, la decisión de Menchi con respecto a los aspirantes no parece del todo justa, por lo que entra en escena el responsable del comité de evaluación, Netero, que ayudará a convencer a la examinadora de que su prueba ha sido excesivamente dura. De ese modo, nuestros protagonistas tendrán una segunda oportunidad con algo mucho más sencillo: un huevo duro. Bueno, no tan sencillo como parece, por supuesto, mucho más en la línea de la primera prueba. De hecho, muchos aspirantes ni siquiera intentarán conseguir el huevo. Una vez concluida la prueba, los aprobados pasan a un dirigible que les llevará hasta la siguiente. Será muy interesante ver la reunión de los examinadores, donde hablan de varios de los aspirantes, que según su percepción apuntan manera. Por otra parte, ya aparece el tema de las auras, algo que no puede faltar en un shonen con artes marciales que se precie. Supongo que se irá desarrollando más adelante.
Durante este periodo de descanso, Togashi aprovecha para ir desarrollando a algunos personajes, como es el caso de Killua, que proviene de un familia de asesinos. Como iremos viendo, aunque parece alguien bastante inocente, parece que esconde un lado oscuro, algo muy habitual entre los hunters, según parece. No obstante, su amistad con Gon parece sincera, así que ambos se complementan, al ser tan diferentes. Ambos serán evaluados por el propio Netero, en dos capítulos muy interesantes, donde los chicos intentan quitarle una pelota al anciano a cambio de darles el carnet de hunter. Pese a estar muy por debajo de su nivel, Netero evaluará las capacidades de ambos, muy superiores de lo que pueda parecer simple vista. Killua conoce técnicas asesinas y es bastante fuerte, mientras que Gon es muy rápido y astuto, además de aprender rápido. Es el prototipo de protagonista de un shonen, no creo que descubra nada nuevo, y difícilmente no veremos en él el reflejo de Goku, Naruto, Luffy o cualquier otro. Pero, bueno, dentro de lo habitual resulta interesante como lo va desarrollando Togashi, y, sobre todo, muy entretenido.
Finalmente, llegan al lugar de la siguiente prueba que consiste en bajar de una enorme torre de piedra en menos de 72 horas. En este caso no será por el exterior, sino por una serie de compuertas que lo dirigen al interior. Es curioso, porque tenía la sensación que el autor quería potenciar aquí el trabajo de equipo, por lo que cuando se plantea que cada uno elija un camino diferente me choca y sorprende un poco. Sin embargo, mi sexto sentido funcionaba bien, porque la prueba consiste en el camino de la mayoría, por lo que cinco aspirantes se unen para avanzar y tomar decisiones según el voto de la mayoría. A nuestro protagonistas habituales se une Tonpa, que parece querer ser un estorbo. esto no tiene ningún sentido hasta que se revelan sus motivos para participar cada año en estas pruebas. Parece que obtiene cierto placer en ver como se destruyen los sueños de los novatos. Desde luego, de todas las motivaciones que hemos visto hasta ahora, es la más curiosa, y que entronca bien con uno de los capítulos del tomo "la paradoja de la contradicción". Y es que quizá Togashi esconde una mayor profundidad en sus tramas de lo que parece, con reflexiones muy interesantes.
En la parte final de este volumen tendremos la segunda fase de esta prueba, que consiste en un combate uno contra uno. Nuestro protagonistas deberán enfrentarse a una serie de presos cuyas condenas serán reducidas en función de cuanto tiempo consigan detener a los aspirantes. Como son cinco y la mayoría gana, deberán ganar al menos tres combates. El primero es a muerte,
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El segundo es para Gon, cuyo adversario le plantea un enfrentamiento muy diferente. Deberá mantener una vela encendida más tiempo que él. Una vez más, la acción pasa a un segundo plano, porque el grupo deberá tomar decisiones y Gon deberá afrontar un reto del
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Continuará...