Esa historia (que viene del número anterior, de hecho) tiene algo especial, y es bonito ver compañeros de viaje en esto
Aunque es increíble el poder seductor que tiene una sola viñeta. Recuerdo devorarla milímetro a milímetro. Es que lo que evocó en un servidor en aquella época fue indescriptible, aunque intentaré describirlo un poco, por paradójico que sea
Hay
RETROSPOILERS a continuación:
Mazmorras, cadenas y antorchas aceitosas encendidas, pero que aportan más lobreguez que claridad. Y luego toda una caterva de esbirros sádicos. La bruja y la visión, a la derecha, son los que más impactan. Especialmente en lo que respecta al rostro de Wanda. Parecen realmente dos hechiceros satánicos. A mi tierna edad, me parecía incomprensible e injusto que estos personajes heroicos estuvieran así, y quería urgentemente que todo se enderezara (son, con mucho, mis dos vengadores favoritos).
Y luego, claro, Spiderman encadenado, sanguinolento y con el traje desgarrado. Para mí fue como «¿A Spiderman le ha pasado esto? Es horrible. Él siempre se libra de todo haciendo chistes. No puede acabar así. Es demasiado bueno». Téngase en cuenta mi ingenuidad general pero, sobre todo, editorial. Parecía el fin de algo. Si veías a Spiderman así ya no había esperanza.
Todo eso me produjo mucho desasosiego y, al mismo tiempo, cierta fascinación macabra y morbosa.
Esto no tenía pensado contarlo para no dar la chapa, pero como la gente me da bola, no me contengo
Que rabia, y pena, que esta etapa de la Patrulla no la llegase a leer hasta bastante, bastante tarde.
Osease, yo si me crié con la primera parte de la etapa de Claremont hasta la marcha de Byrne y... por eso tengo más recuerdo de esos números que el resto de la etapa de Claremont.
Yo creo que no importan etapas, importas tú y tu simbiosis personal con el cómic. Seguro que has tenido una experiencia mariana similar a la mía
Pasa que por edad, a lo mejor no la tuviste con un clásico. O a lo mejor sí. Solo que a mí me tocó con un cómic más o menos de mi época que, por vejez y no por méritos, resultó ser un clásico.
Romita Jr., eres mi héroe.