He leído Un cowboy en País.
Se trata de una nueva entrega de las aventuras de Luke realizada por Achdé y Jul, una pareja de autores que más tarde sacarían otro álbum y nuestro compañero fanpiro comentó unas páginas atrás. Sinceramente, no recuerdo haber leído nada antes de este dúo, aunque tampoco lo puedo asegurar del todo. Lo que sí puedo decir es que esta historia me ha gustado mucho, y que tiene mucha de la esencia de la gran etapa clásica de la serie con el gran Goscinny. Me ha gustado particularmente el uso del humor, con mucha ironía, y haciendo referencias a hechos históricos. Obviamente, como el trabajo de Goscinny es complicado compararlo, por su nivel de genialidad, pero tanto el tono como el desarrollo de los personajes o sus gags me parece el más apropiado y perfectamente heredero de la etapa dorada de la colección.
La historia gira en torno a la estatua de la libertada y el momento en el que se trasladó de Francia a Estados Unidos para su instalación en la isla de Nueva York. Luke conocerá al creador del proyecto, que realiza una turné por el salvaje Oeste para recaudar fondos y conseguir culminar su fabricación. Sin embargo, tendremos a un curioso villano en la historia apellidado pestillo, que tiene pensado construir una prisión revolucionaria en el mismo lugar en el que van a situar la estatua, por lo que intentará por todos los medios sabotear el proyecto. Debido a ello, el mismo vicepresidente del gobierno le pedirá a Luke que escolte al constructor y se asegure de que traigan la estatua sana y salva.
A mí me ha parecido una historia bastante fresca, ya que no emplea el típico viaje a un país para simplemente satirizar sobre él. En esta ocasión, aunque no falten los chistes a los franceses, o escenas tan divertidas como el descubrimiento del bidé, todo forma parte de dar una pátina de humor a un hecho histórico, involucrando a nuestro protagonista. Además, contaremos con una curiosa e interesante dicotomía entre la lucha por la libertad y su simbología por un lado, mientras que por otro está el lado totalmente opuesto, que no es otro que privar a alguien de su libertad llevándolo a prisión. Si bien es cierto que se obvia que la cárcel es una herramienta de la justicia, y que no necesariamente tendría que están confrontada con el símbolo de la libertad que se pretende homenajear, lo cierto y verdad es que es un tema que da mucho juego y genera chistes ingeniosos. A mí, al menos, me ha parecido bastante divertido, que es realmente de lo que se trata.
Asimismo, los autores aprovechan para realizar cameos histórico como el constructor de la torre Eiffel, o Victor Hugo, cuya pluma servirá para sustituir la canción habitual de despedida en la escena final. Además tenemos referencia a Papillón, y la evidente a la famosa prisión de Alcatraz. En mi opinión, una acertada amalgama de elementos que encajan muy bien con la filosofía de la historia, introduciendo humor, sátira y un buen divertimento. Sin duda, una lectura recomendable a aquellos seguidores del personaje. I’m a poor lonesome cowboy, far away from home…