He leído
Corto maltés: Equatoria por juan Díaz Canales y Rubén Pellejero

Bienvenidos al viaje infinito, al trayecto de aventuras sin fin, en las que esta vez el pretexto para la travesía es la búsqueda del
Espejo del Preste Juan, con el que según la leyenda, el monarca podía observar cualquier parte de su reino, situado en un lugar indeterminado del continente africano. Un Macguffin total que nos sirve para viajar al lado de
Corto y transportarnos a mundos con vientos que traen el aroma a salitre, el olor de la pólvora de los viejos mosquetes de las tropas coloniales y los colores imposibles de los atardeceres mágicos del
Lago Victoria.
No hay cuaderno de viajes ni una ruta clara. El destino carece de importancia y es el viaje en sí lo trascendente. Tampoco es relevante ni necesario el mordisco de adrenalina del combate cuerpo a cuerpo o de las vidas en peligro. Ni siquiera en la huida apresurada de
Alejandría se altera el pulso. Bastará con el equilibrado romanticismo de
Corto y su melancólica mirada a una antropomórfica
Isla de Malta para enamorarnos.
Aparte de ilustres invitados como
Winston Churchill o
Kavafis, tendrá especial relevancia el elenco femenino:
Aïda, una periodista que simboliza a las que abrieron camino al resto de mujeres en oficios peligrosos,
Ferida, hija de un alemán y una africana que encarna la unión de culturas y el fin de la época colonial y
Afra, personificación de la lucha contra la esclavitud, que renegará del habla y de su nombre de esclava y viajará de regreso a su aldea para recuperar su identidad.
Ese tono poético, con su asumida carga idealista y soñadora, no nos abandonará nunca, teniendo especial protagonismo la isla de
Ítaca, jugando
Canales con
La Odisea de
Homero y el poema
"Ítaca"de
Kavafis. Diez años tardó
Ulises en regresar a
Ítaca y diez años lleva
Corto sin regresar a
Malta. "Cada vez que he intentado regresar ha sucedido algo que me lo ha impedido" le dice a
Aïda casi al comienzo de la obra.
Ítaca es, siempre en mi opinión, el motor de
Equatoria y su inspiración. Quizá lo más conocido del poema de
Kavafis sean sus primeros versos, y pienso que son el resumen perfecto de este tomo:
"Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias"¿Para que añadir nada si ya está todo dicho? Varias veces
Corto Maltés debe enfrentarse a la pregunta sobre si regresará a
Ítaca Malta. Contestará con un "tal vez" o con "fuerzas misteriosas me lo impiden". Finalmente claudicará cuando le pregunten "¿a dónde irás cuando desembarques?" "¿Quién sabe?..." contestará, "a cualquier lugar menos a Ítaca".
A cualquier lugar menos al destino. El viaje y la aventura deben continuar. Porque eso es
Corto Maltés. El viaje sin fin, las vistas de horizontes de mares inabarcables y mujeres enamoradas que abandonar porque es peligroso atender al canto de las sirenas.
Es la aventura perpetua. Es el aire en la cara. Siempre a contraviento, como postulaba Galeano en su ventolera.