Creo que, si consiste en elegir una década y no una etapa, me quedo con los 60. Por la oleada de imaginación de esos primeros 33 números en los que se sientan las bases y se presenta la mejor galería de secundarios y villanos coloristas de la historia del cómic (ampliada más tarde con los Kingpin, Robertson, Stacy), por los revolucionarios conceptos que paulatinamente se van introduciendo -el héroe que es su propio sidekick, la importancia absoluta de la vida personal, el héroe perseguido por los medios, el villano que descubre la identidad secreta, el paso del tiempo, novias que se van, amigos que llegan, el héroe que abandona, la independencia, la evolución-, la alegría y jovialidad de diálogos y narraciones en contraste con la perra suerte Parker, el romance... Ditko, Romita. La serie va en un in crescendo de emociones y sorpresas que parece no tener fin -El capítulo final, Osborn vs Parker, Spiderman No More, el Spiderman amnésico-, hasta que lo tuvo, claro. Yo situo el fin de la inocencia más o menos en la época de "la saga de la Tablilla" con el impactante destino de Cabello de Plata... Un 10 absoluto en mi opinión.
La segunda década que más habeis votado son los 70, y creo que aquí pesan mucho aventuras miticas como la saga de los seis brazos, la del clon o la muerte de Gwen en lugar de un análisis de lo que supuso esta década desde el comienzo hasta el final. Si bien en los 70 se hace evidente la intención de una mayor relevancia argumental -primeras muertes significativas, temas conflictivos como las drogas, clonación, se profundiza en los motores recurrentes como son la culpa, la responsabilidad y la busqueda de identidad- y Gerry Conway consigue mantenerse a la altura de las mejores historias de Stan Lee al tiempo que lleva al personaje adelante, se empiezan a atisbar ciertos signos de cansancio: situaciones repetitivas -las recaídas en la locura y las consiguientes pérdidas de memoria del(los) Duende(s) Verde(s)-, nuevos enemigos que no alcanzan el listón de los anteriores -Canguro, Merodeador, Gusano de la mente, Gibón, Grizzly- predominan los crossovers gratuitos...
Aqui comienza el tratamiento de Spiderman como icono o franquicia, que a la larga se ha mostrado como el gran enemigo para los que sobre todo amamos las aventuras del personaje en los cómics. El trepamuros es la gallina de los huevos de oro de Marvel, empieza la proliferación de merchandising, series de TV, se lanzan colecciones que, aunque a posteriori tuvieran sus momentos, al principio se antojan muy mediocres como son Marvel Team Up y Peter Parker mientras en la serie madre, ya a mediados de los 70 el nuevo guionista Len Wein peca de excesivamente continuista y conservador y el personaje queda un tanto estancado a la vez que debutan nuevos villanos ya directamente lamentables. Sobre todo predomina cierta sensación de desconcierto y abandono una vez ni Romita ni Lee (ni mucho menos Ditko, claro) están ya involucrados en el desarrollo de la serie. El personaje se siente un tanto huérfano.
Las cosas se animan un poco hacia el final de la década con Marv Wolfman y su revolución argumental -graduación y postgrado, adiós a MJ y al Bugle, nueva hornada de secundarios, la maravillosa reafirmación del héroe en la saga que culmina en el AS200- pero el insulso Pollard al dibujo resta muchos enteros al conjunto de la serie y decepciona al compararlo con sus predecesores. Spidey está dejando de ser la estrella de la casa de las ideas en favor de los emergentes X-Men y se nota... Para mi la mitad de la década raya a gran altura, pero más o menos para 1976 la decadencia del personaje se me antoja ya evidente.
En cuanto a los 80...