Para mí la serie esta de "Los Defensores" (o "Los Nuevos Defensores", como se les quiera llamar) ya a mediados de los 80 era un dinosaurio, una especie en extinción, un residuo de las viejas series "místicas" y "demoníacas" de los Años 70 que DeMatteis y luego Peter B. Gillis se resistían a enterrar.
Es decir, es en gran parte heredera de las tramas que había en series como El Hijo de Satán, Gabriel Cazador de Demonios, Motorista Fantasma, etc. La presencia de Don Perlin como dibujante hace también que dé sensación de continuidad sobre esta temática.
Es cierto que la colección ya empezó con esta temática "mística", puesto que se inicia como una continuación de la "Saga de los Sin Nombre" (el famoso crossover entre Doctor Extraño, Hulk y Namor). Pero claro, en esos primeros tiempos la colección era casi casi "El Doctor Extraño y los amiguetes que va reclutando por ahí", por lo que es normal que hubiera magia y monstruos extradimensionales. Además, abundan también las sagas puramente superheroicas, sin nada místico por ahí.
Sin embargo, en la etapa final de la colección ("Los Nuevos Defensores"), con el Doctor Extraño ya fuera de la serie, la cosa se vuelve un despiporre. A partir del #125 DeMatteis continúa con una trama que venía de antes con el Imperio Secreto y uno de sus villanos fetiche, el Profesor Poder (villano que solamente interesaba a él, pues se lo llevaba de serie a serie pero nadie más lo utilizó). Pero luego llega Peter B. Gillis (guionista al que le dejaban las colecciones cuando estaban a punto de caramelo para su cierre) y empieza una etapa "mística" rarísima con brujos, monstruos lovecraftianos, el Dragón de la Luna y bizarradas así, que no deja indiferente.