Día 255:Uncanny X-Men First Class vol. 1 #8. 10 de febrero de 2010
Banda sonora: recreémonos con un cover de Jackson 5 hecho en 2010 por Sun Kil Moon: "I'll be there". Porque aunque esta cabecera se acabe, nosotros seguiremos este recorrido por la historia de los mutantes mucho tiempo más. Mientras el cuerpo aguante...
https://www.youtube.com/watch?v=u1LxcxKwrPY&t=1s
Créditos: Scott Gray (guion); Fernando Blanco (dibujo, tinta, color); Nate Piekos (rotulación).
Portada de Cameron Stewart.
Scott Gray se despide de esta serie con una historia autoconclusiva de misterios en el Castillo Cassidy. Por lo que sea, le ha pillado cariño especial a Sean Cassidy, quien acapara un buen trozo de sus historias con UXMFC. En este caso, Cassidy viajará a su castillo irlandés para resolver un asesinato. Concretamente el de su mentor, Finnan O'Bradaigh. Lo que hace aquí Gray es básicamente expandir el mundo de criaturas fantásticas que Claremont simplemente dejó intuir, trayendo al guion pjs nuevos.
La Patrulla-X decidirá acompañar a Sean en sus intentos por resolver el misterio de la muerte de Finnan. Parece suicidio, ya que deja una nota, y en su taza se encuentra manzanilla (letal para los leprechauns como Finnan, oye, qué cosas). Pero Sean cree que no es suicidio.
Se aprovecha para presentar a Molly, una leprechaun de la que hasta ahora nada sabíamos. Los problemas no acaban con la muerte de Finnan. Otro nuevo PNJ, Conall O'Reilly, llega apresurado a la biblioteca del castillo para informar de que han robado la joya familiar de los Cassidy.Se trata del anillo de Liam Cassidy, ancestro de los Cassidy de toda la vida, pero del que no teníamos noticias hasta la fecha. Ese anillo simboliza el triunfo de Liam Cassidy sobre un malvado "hado", de la especie de los sidhes, llamado Craeliach.
Como conmemoración del triunfo de Liam sobre el sidhe, se construyó -precisamente- el castillo de los Cassidy. Hay que ver lo que estamos aprendiendo. Pero el caso es que alguien odia a Liam y a su leprechaun escudero, porque ha roto los tapices que representan sus caras.
Lobezno deduce algo importante: los tapices estaban colgando alto en el muro. Por su tamaño, un leprechaun no podría haber llegado a ellos. ¿Habrá sido entonces alguien de tamaño humano? ¡¡Qué intriga!!
Con este nuevo contratiempo en mente, prosigue la investigación. Dado que Finnan fue envenenado con manzanilla, acuden a la botica del castillo, regentado por un tal y novísimo Owen Mcguiness, al que apoya un mancebo leprechaun también, llamado Declan. Sean no se anda por las ramas: recuerda a Owen que este tenía una enemistad antigua con Finnan, porque le quitó la novia en su años mozos. Sospechoso número 1. Como manda el manual del guion, sabemos que este no ha sido. De paso, le pregunta si tiene de esa letal manzanilla. Ojo la miradita que echa.
Por supuesto que Owen tiene manzanilla. Aquí hay de todo, como en botica (nunca mejor dicho). Declan confirma a Kurt su creencia de que no cree que Finnan se suicidara. Luego, marcha al sótano en compañía de Sean. Falta la manzanilla. Elemental, querido Watson.
No perdamos ripio de la viñeta anterior. Buscando a tiendas en la rebotica, porque no hay luz, Sean busca una lámpara y, al estar rota la misma, se corta, intentando alcanzarla. Esto traerá luego su explicación en el misterio que afrontamos con tanta tensión. Confiad en mí.
La siguiente parada de Sean Poirot Cassidy son las cocinas del castillo. ¿Quién pudo haber echado la venenosa manzanilla en la bebida de Finnan? Pues, a juzgar por el trasiego que hay en la cocina, cualquiera. Cualquiera podría haberse llevado también la manzanilla, porque Owen no echa el pestillo de sus dependencias. Esto cada vez está más abierto. O eso parece. Pero la cocinera, preguntada por Sean Cassidy en plan tirada de Elocuencia, suelta algo la lengua.
Y es una cosita que ocurrió justo antes de la muerte de Finnan. Cuando fue a llevarle la cena, la cocinera asistió a una acalorada discusión entre Owen y Finnan. Parece darse a entender que Finnan ha descubierto un secreto, uno que Owen no quiere que se desvele. Pero Owen no se fía de Finnan, ya que este le quitó a su novia, recordemos, de manera traicionera, según Owen. Cualquier asiduo a "Se ha escrito un Crimen" sabe que, si hay algo imposible en esta historia, es que Owen matara a Finnan. Es el sospechoso más claro.
Podemos ver también cómo la Señora Malone, la cocinera quien, por cierto, es humana de nacimiento, intercambia unas palabras con Finnan antes de que este muriese, diciéndole que es una carga grande eso de ser odiado. Luego creyó escuchar una risita, cuando regresaba. Pista.
A estas alturas todo el mundo debería saber quién es el asesino. en realidad, NO. pero los guionistas hacen que todo parezca tremendamente obvio para el detective audaz ¿Lo habéis averiguado? ¿Molly la mosquita muerta? ¿Malone que, siendo humana, podía llegar a los tapices altos? ¿Owen, por ser tan obvio, precisamente? ¿Tal vez Declan? ¿Incluso Eamon?¿Conall, ese fraile siniestro?
Sean reúne a todos los sospechosos en una misma habitación, recreando las escenas típicas de las novelas detectivescas. Nos ahorraremos los detalles, porque es todo tan tópico... joder, hasta los relámpagos para ambientar la velada. Sean va saltando de uno en uno, para irlos descartando a todos, hasta que llega al asesino.
Es... ¡Declan! Sean lo averigua básicamente porque ve que la nota que dejó Finnan no era propia de él. Había sido forzada por alguien. Y las letras del inicio de cada frase de la carta forman, una vez unidas, el nombre de DECLAN. Elemental, querido Watson.
El malo confiesa a la primera y ríe torvamente, como dicta la tradición. Sean explica todo (lo omitiremos con un blablabla, simplificando como en el Cluedo). Pero hay algo que no sabe Sean. Y es que Declan es descendiente de un sedhan y una leprechaun. Chanchan.
Y busca vengarse de todo el tiempo que estuvo fingiendo ser solo un leprechaun, conviviendo con ellos, escuchando todo el rato lo chungos que eran los sidhe. Ahora, tomará venganza en nombre de su ancestro, Craeliach. Toma giro de guion. Pero ¿cómo quería vengarse? ¿Dónde entraba Finnan en ello? Se viene revelación. Un día, estando con Finnan, Declan descubrió una profecía para alcanzar el poder que tanto se le había negado. Como Finnan se enteró, le hizo redactar una nota de suicidio y le hizo beber el veneno.
Vale, muy bien, pero la cosa es que no le mató solo para tapar su secreto. Necesitaba que Sean, el ancestro de Liam, llegara al castillo para obtener una gota de su sangre. ¡Eso es! La que obtuvo al cortarse con la rota lámpara antes. Si es que ya os lo dije: ojito con eso.
Por supuesto, también fue Declan quien robó el anillo de los Cassidy. Cuando la gota de sangre de Sean toca el anillo de su antepasado, Liam Cassidy, su portador obtiene el poder de dominar la mente de todas las criaturas fantásticas de Irlanda, ahí es nada.
Si bien los leprechauns no son rivales para la Patrulla-X, si lo son trols y otros enemigos de mayor nivel, que acuden al castillo en tropel. Ahora la Patrulla tiene un desafío más a la altura de su legado.
Pero la debilidad de Declan es el propio anillo, claro. Sean acaba rompiéndolo usando un método raruno: con su voz, proyecta por el aire un cuchillo que impacta en el anillo. Es de primero de guion que el malo grité "¡No! ¡Nooo!" Bueno, al menos no dice lo de "¡estaba tan cerca!"
Y con esto y un bizcocho, las criaturas fantásticas dejan de estar hechizadas, y cada mochuelo vuelve a su olivo. Sean le arrea a Declan dejándolo inconsciente y se lo lleva cautivo, mientras deja una potente reflexión: "el odio nunca gana". Recordadlo ahora que hay elecciones...
El tebeo -y la serie- acaban con los mutantes enterrando dignamente a Finnan, tras lo cuál ponderan cuántas aventuras les quedan por vivir. Quedan muchas, por supuesto, y aquí estaremos para contarlas, si el destino así lo quiere.
Como conclusión final sobre la serie, diré que mi opinión no es positiva, sintiéndolo mucho. Sobre todo porque en todo momento la sensación es la de estar leyendo un fanfic mediocre. Y no creo que sea un problema de Scott Gray. Es un problema del formato. Intentar encorsetar retazos de continuidad en tramas tan legendarias, tanto años después, no puede ser una buena idea, y estos cómics lo demuestran. Primero porque estos tebeos no están a la altura de los originales, y las comparaciones son odiosas. Y segundo porque ya sabes qué va a ocurrir en el futuro, cuando el autor deje de escribir viajando al pasado. Esto le resta emoción a los acontecimientos narrados. En fin, que no se diga que no hacemos lecturas completistas y exhaustivas. Lo que hace el amor por los mutantes.