Pues también están los Ultimates de Millar, y ahora gritad: "¡Sacrilegio!" por lo que acabo de decir
, pero esperad a que termine esta frase, aunque no llegan ni a rozar el talón de Alan Moore
trata el tema del realismo superheroico y el mundo político actual entre otras cosas.
En eso, Moore fue un pionero con su obra. En cuanto al realismo superheroico, antes de Moore se había tratado en tiras cómicas de Superduplerman (o como se escriba, que no me acuerdo, lo siento) y en Marvel (aunque, ¿soy el único que encuentra los argumentos de Marvel de los sesenta "inocentes" para hoy en día?), pero Moore decidió tratarlo desde la perspectiva del superhéroe (o superhombre) en el mundo real, como hiciera con Miracleman (obra más que recomendable de Moore, donde el Genio de Northampton, puso el pilar para lo que sería el omnipotente Doctor Manhattan, y digo Doc Manhattan, y no Jon Osterman porque ¿a caso sigue siendo él? Sí, puede que hable de Jon en tercera persona por alejarse de la humanidad, pero y si es como lo que ya hiciera Moore en La Cosa del Pantano: Una lección de anatomía... Y aquí es otro de esos puntos multifocales que tiene la obra, todos podemos sacar nuestras propias conclusiones).
¿De dónde sacó lo del realismo superheroico? Moore vio a los superhéroes desde la perspectiva de lo real. ¿Qué pasaría si a nuestro alrededor existiera un verdadero supertipo y mucha gente que se cree uno? Desvinculó al superhéroe en cierto grado y creó a sus vigilantes: gente amoral, capaz de cometer actos atroces como violaciones, ponerse al servicio del gobierno en una guerra injusta (¿no lo son todas?) como fue Vietnam, héroes marcados por la Guerra Fría, el posible Fin del Mundo que dejaba sus secuelas a su alrededor, personajes con complejo de dios que querían salvar al mundo de una forma atroz, figuras que veían los actos en blanco y negro (bien y mal) sin otros tonos (ni siquiera grises) quizás una forma de llevar al extremo la perspectiva de los primeros supers (en esos cómics donde el bueno era muy bueno y el malo era muy malo) y algo que no es Watchmen (todos los personajes tienen matices, podría preguntar ahora ¿quién es el malo de Watchmen? y llenaríamos todo este hilo, pues cada uno tenemos una versión y argumentos en contra y a favor)...
Lo de la política lo tenemos en presentar a personajes como Kennedy con Manhattan, la Guerra de Vietnam, al patético Nixon en sus últimos días, la posible muerte de Kennedy a manos del Comediante, la actuación de las "superpotencias" nunca mejor dicho, etc.
En los Ultimates de Millar, aunque Millar siempre se me ha parecido más a Frank Miller, en sus buenos tiempos, que a Alan Moore (por ejemplo, me recuerda no sé por qué el Viejo Logan de Millar al TDK de Miller: protagonista un superhéroe anciano que ha colgado las mallas, un mundo apocalíptico, y un inminente regreso a la carrera superheroica, a la llamada de la "batseñal"), se trata también el tema del realismo superheroico: Tony Stark sigue siendo un multimillonario que tienes relaciones con "famosillas" como Paris Hilton y que invierte su dinero en establecer "justicia" por lo que padece
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, el Capi se siente aún más fuera de lugar que en la Marvel clásica
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, algunos personajes son capaces de traicionar de la forma más vil aunque quizás también muy argumentada
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...
También tratan la política con apariciones estelares como la de George Bush o arcos argumentales con nombres tan elocuentes como el que compara a los superhéroes con armas de destrucción masiva, tan de "moda" en la época de Bush.
Sin embargo, pese a que podamos hacer tantas analogías entre la obra capital del cómic que es Watchmen y la obra de Millar, y éste haya reconocido que una de sus claras inspiraciones es Watchmen de Moore, ambos autores difieren en el tratamiento de los temas, imperando para mí, la visión de Moore: que no te dice nunca ellos son los buenos y ellos los malo, sino te deja elegir hasta la última viñeta, donde se abre cualquier hipotesis del lector y este participa y se funde con la obra. Watchmen es un cómic del que se lleva hablando más de veinte años y se seguirá hablando por mucho tiempo.
Los Ultimates sí te dice quienes son los buenos (pese a lo que hagan
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siguen siendo "los buenos" de la "peli", y los malos los de turno:
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) y no caben tantas lecturas, no puedes sacar más de lo que hay, aunque sea un cómic bastante entretenidillo, pero creo que dentro de veinte años sólo hablaremos de él como eso: un cómic entretenido, obra de Millar, nada del otro mundo, aunque quizás sí una obra de cierta calidad para el período que vivimos (que dentro de lo que cabe, ha conseguido subsanar los errores de los noventa y prolongar la llamada "etapa oscura" de la Edad de Plata del Cómic que vivimos y que inaugurase este ciclo más tenebroso obras de Miller como el Año Uno y el TDK o el propio Watchmen, quienes traían a nuestro tétrico mundo a los superhéroes quienes no podían salvarnos de esta situación si no empeorarla).
Los Ultimates tiene eso, pero Watchmen tiene muchísimo más incluso en la forma estructural, tan pensada, una diabólica simetría que sólo descubrirmos con tiempo, tras leernos el final y nos damos cuenta de aún más detalles, pues cuando lo leemos por primera vez, miramos para dando quiere que miremos el propio Watchmen, alejandonos del truco, de la simetría y de que el "asesino" siempre lo este diciendo en cierta medida en cada viñeta que sale. Los Ultimates puede ser una pequeña hermita curiosa, pero Watchmen es una catedral sólida que se sustenta en docenas de argumentos, de arbotantes, que se unen entre sí para conformar una odisea que descubrimos con cada lectura y donde todo tiene un matiz, creando una gran obra, que, como bien señala Peúbe y Rafa Marín en "W de Watchmen" (su ensayo sobre la obra de Moore), concibió una isla dentro del panorama del cómic que desde entonces no ha evolucionado abriendo más fronteras como hizo en su día Alan Moore junto a Gibbons y a Higgins.
En definitiva, es que
Moore
(y perdón por no poner cada vez que lo he nombrado
ese símbolo) es mucho
Moore
y Millar es Millar (ni siquiera tiene símbolo-si bien, por ahora-, curioso ¿no?).
Pues eso, uno de los Herederos de Watchmen.
Buen tema
Perdón por el ladrillo.