He leído Doctor Extraño Nº 39/6-41/8.
Con este bloque concluyo las grapas que tenía acumuladas de esta serie, que la verdad es que me está dejando un buen sabor de boca. Mark Waid sigue trabajando en ese concepto que ya plantara Jason Aaron sobre el coste del uso de la magia, llevándolo a un nuevo nivel, recuperando además una subtrama que se iniciara al principio de su etapa, con la presencia del misterioso contable mágico. Aunque todo parece indicar que esto solo es un nuevo escalón para llegar hasta arriba y encontrar al principal responsable de sus últimas desventuras.
Si bien es cierto que esta etapa no es especialmente destacable, sí me está pareciendo sólida argumentalmente. Waid va tejiendo una trama en pequeñas capas que sirven para sustentar aspectos de su pasado reciente con el presente, incluso con su pasado en ocasiones. Quizá es un trabajo mucho menos llamativo que el de Donny Cates o Jason Aaron, pero a mí me deja la sensación de un buen puñado de tebeos con mucho oficio, que son bastante disfrutables para los aficionados al Hechicero Supremo de toda la vida. Una historia muy entretenida, que recupera villanos clásicos, secundarios recientes que parecían olvidados y el desarrollo de un nuevo concepto sobre la magia que plantearon otros guionistas de forma interesante, pero que realmente ha sido Waid el que le ha dado un poco de forma y trasfondo. Estoy interesado en ver hasta dónde nos lleva esta etapa, pero de momento puedo decir que me está resultando bastante entretenida, amena e interesante.
En el apartado gráfico tenemos a Jesús Saiz de vuelta, un dibujante que está haciendo un fenomenal trabajo en la colección, llegando al punto de que su ausencia se ha notado más de lo esperado. Por otra parte, en este bloque tenemos la celebración del número 400, por lo que Marvel acompañó la historia principal con varios relatos en los que Waid está acompañado de distintos dibujantes invitados, todos relacionados con el pasado del hechicero. El primero de ellos parece tener como planteamiento la enseñanza sobre la victoria de la luz sobre la oscuridad en distintos aspectos de la vida. Después tenemos una curiosa reinterpretación de la historia de presentación y origen de Extraño, bastante fiel a la original, pero también una versión extendida, que podríamos llamar. Cerramos con una pesadilla de Pesadilla, valga la redundancia, en la que la villano le queda claro que no puede dormir nunca.
Como digo, un nuevo bloque de la etapa de Waid muy entretenido, que nos trae una combinación muy entretenida de tebeos con sabor clásico, pero también con una apariencia moderna. Me he quedado con ganas de saber cómo sigue la etapa, espero poder averiguarlo más pronto que tarde…