Mi colección -a ojo- debe de andar por los 3.000 ejemplares.
Siempre me ha dado un miedo horrible que llegue el momento en que sea "poco manejable", que no pueda expandirla más de forma natural.
Pero por el momento, no tengo problemas con mi novia. Si que puede ponerme mala cara si me gasto una cantidad desorbitada (cosa que a veces pasa, y eso que por desorbitada entiendo una compra mensual superior a los 150€, lo que
Celes llama "compra semanal"
) pero como ambos somos grandes lectores, obviamente, no tiene nada en contra.
Y oye, ya que estamos valorando los aspectos relativos a la pulsión sexual... ¿que hay de la otra?
Si ya morirse es chungo de por sí; ¿A nadie le quita el sueño eso de que "el hijo del hombre acabe sus días", y que cuándo palmes, tu pobre colección quedará huérfana?
¿O es que soy demasiado morboso?
No sé, es que una afición como esta, de completismo y demás (que yo extrapolo al cine y a la literatura), es tremendamente faraónica; es decir, dan ganas de que cuándo te vayas te la acomoden cerquita para que se vayan contigo. Supongo que es como todo; acumulamos y acumulamos como si fuéramos a vivir eternamente... pero es que, en el caso de los cómics, es lo único material que me da esa sensación de "joe, que lástima que no me los pueda llevar".