Recuerdo que cuando ingresé en el foro y me pasaba por el hilo de Panini había dos cansinos "amigos warlockianos" dando la tabarra día sí día también para que les publicasen las aventuras cósmicas de un personaje con pinta de surfero californiano al que yo no conocía de nada. Algún tiempo después me pillé esas aventuras y aún más tarde hasta las he leído.
Marvel Premiere (1972) 1-2, Warlock (1972) 1-8, Incredible Hulk (1968) 176-178
He de comenzar una vez por el tema del precio, porque hasta hace no mucho, cuando me pasaba por el foro con algo más de frecuencia, existían debates sobre la carestía de los tebeos comprados en versión original o en la empresa que tiene los derechos en español. Si no recuerdo mal, el caso de Warlock levantó cierta polémica. Bien, 25 euros por el primer tomo y 30 por el segundo en Panini. Ahora mismo, en inglés, se pueden pillar los dos tomos por 15 y 22 euros respectivamente. Yo incluso pagué un poco más porque me pillé el primer tomo en la versión MW tapa dura que pillé de oferta en una tienda y aún así, me salió más barato que las tapas blandas de Panini. Ahí dejo el apunte.
Respecto al contenido, tengo que decir que entiendo muy bien la insistencia de Jtull y Tugui a la hora de pedir este material. Son historias realmente disfrutables, muy entretenidas y desde luego, si gusta uno de tebeos viejunos, una joyita formada por un elenco de autores muy reputados como Thomas, Kane o Starlin entre otros.
El que conozca los tebeos sabe que las primeras aventuras de Warlock y la Contra-Tierra son una versión comiquera de la pasión de Cristo. En la introducción Roy-Boy nos explica que no son las Sagradas Escrituras la verdadera fuente de inspiración, sino esa magnífica obra musical que es Jesus Christ Superstar. Junto al musical, el propio Thomas hace referencia como fuentes para la historia el Fourth World de Kirby, Pitágoras, H.G. Wells o Robert Ardrey.
A partir de aquí, qué voy a contar pues que la inmensa mayoría no conozca de la mitología cristiana. Warlock hará el papel de Jesús, enviado a la Tierra por el Alto Evolucionador para predicar contra el mal extendido por Man-Beast y en cuya misión será asistido por una serie de acólitos. Milagros, tentaciones, persecuciones, traiciones, juicios públicos, crucifixiones y resurrecciones... todo está calcado en estos tebeos, incluidas frases por todos conocidas pronunciadas por algunos de los protagonistas del relato cristiano. La historia de Warlock no cae en bochornosas referencias como esa pequeña caquita que supuso Man of Steel, sino que entra de lleno sin complejos en el paralelismo. Es como digo, una versión marvelita de la vida de Jesús, que para sorpresa del propio Thomas, no tuvo problemas para publicarse ante la aparente indulgencia o desinterés del control del Comic Code de la época.
La verdad es que todos los nº me han gustado, pero quiero de nuevo mencionar a Roy-Boy, un autor que puede pecar de friki, pero que sabe escribir unos tebeos de corte clásico como poco autores lo logran. Yo sé que no se le puede comparar en genio creador con su predecesor Stan Lee, pero en su estilo literario, es para mí una versión mejorada de este. Roy.Boy ama los tebeos viejunos, pero tiene una prosa mucho más contenida que Lee y usa las parrafadas de los cuadros de texto, no para repetir información como un notario, sino para dar algo de uso al lenguaje literario y tratar de embellecer un poco la historia como Lee no sabía hacer.
Luego es una gozada que esos textos vayan acompañados de los dibujos de Kane. Con sus defectos que creo haber encontrado, la agilidad de la que dota a las figuras hacen de este hombre un auténtico seguro en la ilustración. De hecho, los bocetos que hay de extras al final del tomo son desde luego para tomar nota de cómo se mueve una persona y cuáles son las proporciones de la misma. Por cierto, que el nº de Buscema, tela también.
Y nada más. Bueno sí, que por si fuera poco tenemos el desenlace de la historia en la cole del tarugo más entrañable del cómic. Es una pena que Conway no escribiera más tebeos de Hulk, porque en esos números lo hace de manera aceptable. Es cierto que reparte el protagonismo entre el protagonista de la cabecera y la trama que se quedó inclusa en la colección de Warlock. También es cierto que tira de tópicos hulkeros vistos ya hasta el aburrimiento. Pero desde luego hubiese preferido que se hubiese quedado este hombre y no que llegase Wein, que vaya coñaso de etapa que se marcó con un Trimpe ya infame a más no poder.