He leído
One Piece Nº 94.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Sensación agridulce con este volumen, que no me ha disgustado del todo, ha sido una lectura entretenida, pero coincido con
fanpiro en que la trama es muy dispersa y la narración bastante caótica. Oda tiene muchos frentes abiertos, cambia de localización cada pocas viñetas, incorpora a muchísimos personajes y cada vez cuesta más reconocer quién es quién, o dónde ha aparecido antes. Creo que ya lo he dicho en otras ocasiones, pero en mi opinión, el autor ha llevado la coralidad un punto en el que es más un lastre que una virtud. Es una pena, porque yo la saga en sí no la estoy percibiendo tan mala como otros compañeros que parecen más disgustados con el devenir de la serie, pero es todo tan caótico y tan mal narrado en ocasiones, que cuesta seguir el hilo conductor, algo muy negativo para el lector, que acaba desligándose tanto de la historia, perdiendo ese importante nexo emocional en muchas ocasiones. Al final, todo nos conduce a una historia fría, que si bien tiene mucho potencial y algunos momentos interesantes, se acaba diluyendo en ese mar de personajes y situaciones que cuesta tanto seguir. También sigo pensando que el dibujo de Oda está decayendo mucho, algo a lo que ya hice referencia en el anterior tomo, y que parece ser la tónica habitual del mangaka en esta fase. No sé, diría que One Piece parece ir perdiendo algo de fuelle, o sufre algún tipo de desgaste, aunque todavía se puede disfrutar en cierto modo.
Coincidiendo también con
fanpiro, quizá de los pocos que siguen la lectura a ritmo español, la parte que está suscitando mayor interés y que me resulta más amena es la que protagoniza Luffy. Todo empezó como una especie de drama carcelario muy particular para virar a una aventura típica de One Piece. Ahí podemos ver el siguiente paso del entrenamiento del Sombrero de Paja con la fuerza vital y el potencial que viene demostrando desde hace tiempo. Además, vuelve a relucir su increíble carisma para encabezar una rebelión que pondrá de su lado a todos los prisioneros. También se descubre la identidad del misterioso reo, que no es otra que
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. Sinceramente, me esperaba otra cosa, a tenor de algunas escenas que se habían visto, aunque también reconozco que éste encaja mejor en todo lo que se va desarrollando. Este personaje incluso protagoniza algún pequeño flashback para conocer mejor su historia, y parece que podría ser la clave para armar a la cantidad ingente de aliados que se van consiguiendo de cara la batalla final. Por otra parte, como otros personajes durante el tomo, tiene un cambio de escenario brusco, dejando la prisión para llegar al punto en el que se encuentra Zoro intentando recuperar su espada. Otro ejemplo más de narrativa apresurada en la que vemos moviendo a los personajes de forma rápida por el País de Wano según las exigencias del guion de un modo muy poco convincente.
Luffy conseguirá librarse de sus cadenas y el collar en uno de los momentos más interesantes, con la irrupción de Big Mom, que continúa con la memoria algo confusa. La llega de la pirata causará un gran caos, así como la batalla contra Queen, el alcaide de la prisión. Luffy volverá a ser el centro de atención cuando la obsesión habitual de Olin, la comida, sea inexistente y piense que le responsable es el Sombrero de paja. Una pelea corta e intensa,
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Posteriormente, ya prisionera,
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Lo más importante de todo es la rebelión, con la ayuda de Raizo y Caribú, que consiguen dejar la prisión incomunicada. Luffy, por su parte, conseguirá ganarse a todos insuflando esperanza de que las cosas pueden cambiar en este país, si le ayudan a acabar con Kaido. De ese modo, y poniendo en riesgo su vida por los demás, además de ir entrenando el uso de la fuerza vital, toman la prisión y suman muchos aliados a la causa.
Esta parte es quizá la más lineal, narrativamente hablando, y la que tiene cierto sentido en ese aspecto. Todo lo demás, es un lío tremendo. Como por ejemplo el papel de Kidd, que es atrapado justo antes de la rebelión y cuando es liberado pues parece no querer saber nada de la alianza contra Kaido. Una reacción un poco extraña, la verdad, sobre todo después de ver a Luffy en acción. También tenemos por ahí a Trafalgar Law, que ha sido detenido por los hombres del sogún y parece haber llegado a algún tipo de acuerdo con tal de que sus hombres sean liberados sanos y salvos. No sé si tenemos una traición en ciernes, debido a las circunstancias, o es otro de los planes ocultos de los aliados. Sea como sea es otra de las subtramas metidas con calzador que se diluye en la avalancha de cambios de escenas e información.
Es curioso, por otra parte, que a pesar de que la banda no está tan disgregada como en otras ocasiones, los integrantes de cada escisión estén alternándose constántemente. Quizá uno de los momentos grupales más interesantes está al principio de este volumen, cuando tras la muerte de Yasuie se vuelven a exponer las consecuencias del smile, dando incluso una explicación a su nombre y ampliando información por esta fruta creada artificialmente. La respuesta de Toko a la muerte de su padre, o incluso la reacción del pueblo, incapaz de mostrar la pena y viéndose obligados a reír, darán pie a un nuevo ataque del sogún, al que no se pueden resistir ni Zoro ni Sanji que corren a proteger a la niña. Hay veremos alguna pelea como equipo bastante interesante, y de las que se echaban de menos en la serie. De hecho, cuanto más tiempo pasa, más de menos se echan las dosis de acción que cada vez se han ido disminuyendo de forma paulatina, por lo que cuesta recordar el tiempo que hace que no se ve un buen combate en el manga, quizá reservados para el anime y su mayor desarrollo en él. Yo creo que hay elementos de una serie que no se deben eliminar, sin que por ello esto deba de ser una constante lluvia de hostias. Pero al fin y al cabo, la acción también es importante en un shonen como éste, y está muy ligado al desarrollo y evolución de los personajes.
A partir de aquí comienza un auténtico caos, otro más que añadir a la lista, ya que no solo salen a la luz las identidades de la banda de Luffy, convirtiéndose en el acto en delincuentes buscados por la justicia del sogún, sino que también sirve para dar pie a la entrada de los vainas rojas, los grandes samuráis de Wano y fieles servidores de Oden. Asimismo, veremos más activamente a Ashura, el ladrón que ha aparecido en varias ocasiones, y que se rebelará como otro de los pilares de la rebelión. Con viñetas aquí y allá, se va ampliando el plantel de protagonistas, se van desarrollando aspectos de la situación dramática de los habitantes de Wano, preparándose así para una batalla final que acabe con la liberación de un pueblo oprimido por Kaido. Prácticamente un calco de lo que hemos visto en otras sagas, repitiendo esquema de salvadores por la libertad, pero contado de una forma muy confusa en una ensalada narrativa que va perdiendo fuerza narrativa y la emotividad propia de la serie. Como decía, una sabor agridulce con esta historia de piratas que se acerca inexorablemente al capítulo 1.000, que sigue siendo una lectura entretenida, pero también parece estar perdiendo algo de lustre. Continuará...