UNCANNY X-MEN DE CHRIS CLAREMONT Y BARRY WINDSOR-SMITH: MUERTE VIVA
El final del UXM #185 nos dejó con un regusto muy amargo. Los tejemanejes de la oficina de asuntos mutantes sumados a los errores pasados de Pícara se saldaron con Tormenta como víctima involuntaria, perdiendo sus poderes de manera permanente. Forja, ingénuo como él solo, no supo verlo venir, y más le hubiera valido seguir dedicándose a fabricar pistolitas normales (clientes no le iban a faltar estando en Texas) en vez de meterse en camisas de once varas inventando artilugios peligrosos que, en caso de hacerlo, mejor no decírselo a cierta gente, en este caso a Gyrich y a la doctora Cooper, verdaderos vendemadres al servicio de la patria.
Por ello, y como penitencia por su pecado, Forja por su cuenta y riesgo se lleva a Ororo a su edificio en la Plaza Eagle, Dallas, tocándole la papeleta de cuidar de la maltrecha mutante.
Duele mucho ver a Ororo así. A la tia no solo le han quitado los poderes, sino que la han dejado ciega y sorda al no poder más entrar en comunión con los elementos que la rodean ("esto no es vida, es existencia", afirma rotundamente), quedando sumida en un estado de depresión que los autores han sabido plasmar a la perfección.
"Lifedeath" (UXM #186) supone la segunda toma de contacto del británico Barry Windsor-Smith con los mutantes, pero si tenemos en cuenta que el pipiolo Smith del lejanísimo TXM #53 no tiene nada que ver con este otro, podemos afirmar sin complejos que esta es la primera aportación de Smith a la serie como Dios manda. Un número doble en el que el dibujante nos confirma el pedazo de artista en el que se había convertido a lo largo de los años. Su dibujo solo se puede definir como ARTE. Así, tal cual, y de paso vemos que lo que hace no es flor de un dia pues por esta época estaba con Trimpe haciendo la mini del Hombre Máquina, cuyo dibujo era también sobresaliente. Smith sabe dibujar de todo, como debe ser. ¿Supers? Toma. ¿Espada y Brujería? Toma. ¿Tecnología? Toma.
Todo un numerazo este de Muerte Viva (la traducción no es del todo exacta, pero a mi eso de "Vidamuerte" me suena a horror), que por momentos el lector teme que se convierta en muerte total, pues con todo lo ocurrido la idea del suicidio de Ororo ronda tanto en la cabeza de Forja como en la de los lectores. Claremont y Smith comienzan de esta manera el viaje iniciático de una Ororo que paradójicamente tuvo que perder algo para completarse del todo.
La presencia de Forja no es casual. ¿Qué pasaría si te enamoras de la persona responsable de haberte jodido la vida? Claremont y Smith acometen el tebeo con esa idea en mente, en la que Forja está básicamente para hacer aflorar los sentimientos que la joven se negara a si misma durante años. Por si fuera poco, Forja fue lisiado durante la Guerra del Vietnam y sabe muy bien lo que significa quedar tullido y perder algo importante. Por eso que no permitirá que Ororo caiga en una desesperación que el conoce demasiado bien aunque en ningún momento le confiesa a Ororo su implicación en la pérdida de sus poderes, sintiéndose ya bastante culpable de la situación.
Tenemos pues a dos almas heridas que inevitablemente acabarán por buscarse consuelo el uno al otro, iniciándose por ello una historia de amor.
Con el tema de sus poderes y estado emocional, Claremont siempre fue un poco reticente a la hora de mostrar los sentimientos pasionales de Tormenta. La chica claro que tiene sentimientos y los demuestra, pero siempre frenando su pasión por miedo a que sus emociones se reflejen en el clima, habiendo serias consecuencias. Algo muy parecido a lo que le pasa a Scott Summers, siempre forzándose a llevar su visor por miedo a herir a otros aunque lo de Tormenta es aun peor. Si tiene un ataque de claustrofobia, prepárate que va a diluviar. Estando en un estado de enamoramiento la cosa podría ser tambien muy seria. Del tema de los orgasmos múltiples mejor no quiero saber nada. Ya sabemos el origen de los Katrina y demás
Eso no significa que Ororo no tuviera algún que otro escarceo (con lo buena que está, ya me contareis). Acordémonos de que la chica se vió atraida por Arkon en su momento:
¡A FOLLAR HE DICHO, HEMBRA Calla, me gustabas más cuando me cogías del cuello, y me gritabas, y... Mmmmmmm En la segunda historia del Marvel Team-Up #100, Claremont y Byrne nos dejan caer que Ororo y T'challa tuvieron su momento efervescente cuando se encontraron por primera vez en Kenia, siendo ambos dos adolescentes. Años después volverían a encontrarse y a rememorar lo que hubiera pasado si sus caminos no se hubiesen separado. En fin, una curiosidad de historia que tenía como objetivo juntar a los dos héroes africanos del momento y que por desgracia décadas despues la usaron los iluminados para justificar un matrimonio más falso que un duro de cuatro pesetas.
No deja de ser curioso ver que una Ororo con 12 años no solo tiene ya sus poderes sino que los domina como si nada. Esta chica es una máquina.
Vamos, que la pobre no sabe muy bien lo que es el amor hasta esta historia con Forja. El colega además va lanzado como una moto, ella está vulnerable, él también necesitado y claro, pasa lo que pasa:
Sin embargo nada le sale bien a Ororo, pues descubre que Forja ha sido el responsable (indirecto pero responsable, al fin y al cabo) de la pérdida de sus poderes, sintiéndose traicionada y creyendo que será entregada a Cooper y al gobierno, cosa que no es cierta pero el maremagnum emocional ya ha hecho su trabajo y el afecto y amor se tornan rabia e ira. Quien más te quiere, más te hará llorar, y eso es lo que forja le ha hecho. Primero Kitty y ahora Ororo. Los hombres desde luego somos unos cerdos
Y a diferencia de Kitty, Ororo sí que le va a dar caña a Forja:
Mu fuerte to, tia. Lo cierto es que poco importa que Ororo crea o no a Forja pues se siente usada y traicionada, de ahí la cruel perorata que le dedica. Como todos bien sabemos, los caminos de ambos volverán a cruzarse pero Ororo aun tendría mucho por lo que reflexionar.
Dicha reflexión se traduce en dejar la Patrulla-X. Sin sus poderes, Tormenta no se siente útil para el grupo y, al igual que Kitty, decide largarse una temporada, en este caso a África, donde Claremont y Smith desarrollan la segunda parte de "Lifedeath", publicada en el UXM #198.
Panorama un poco desolador el de la protagonista. Vagando sola por el desierto durante una tormenta de arena y malherida debido al balazo en la chola que le endiñó la hija de puta de Andrea Strucker dos números atrás. Se resalta de nuevo la pérdida de los poderes de Ororo al verla siendo víctima de las inclemencias del tiempo, pero de las de verdad, no del simple frio que pueda sentir cuando se bañaba en la piscina de Forja. Ahora la cosa es más seria, y por si fuera poco la pobre comienza a sufrir de delirios cuando cree que el amaine de la tempestad ha sido gracias a que sus poderes habían regresado. Su gozo en un pozo cuando al intentar volar se pegó una buena hostia.
Todo un viajecito
Por si fuera poco, su precario estado se traduce en alucionaciones varias que reflejan aquello por lo que está pasando. Su amor-odio hacia Forja, ver a sus compañeros y familia o que Lobezno manifieste el deseo de Ororo de acabar de una vez por todas con su calvario físico y espiritual.
Por supuesto, cuando uno está entre la vida y la muerte, que no falte Jean:
Bonito traje, Kitty, aunque creo que nunca te lo ví antes Que por cierto, no sé hasta que punto es casual que aparezca Jean vestida de Fénix, pues por esta época debe de ser cuando Chris se enteró del bombazo de su resurrección. La verdad es que tampoco importa mucho.
Volviendo al tema: Ororo no se rinde, y menos cuando durante su travesía se topa con los restos accidentados de un autobus con una mujer embarazada como única superviviente. Tormenta ya no puede permitirse el lujo de plantearse su propia existencia sino que ayudará como sea a la joven accidentada a volver a su casa.
Calorcito humano del bueno No sé vosotros, pero a partir de aquí esta historia me recuerda bastante al momento cumbre de la segunda crisis alcohólica de Tony Stark: Ambos protagonistas a merced de los elementos, a punto de morir por sus circunstancias personales, y de repente viene una embarazada a cambiar el rumbo de las cosas. Aun gustándome mucho ese final en la serie del Latas, de elegir me quedo con este, pues la prosa de Claremont y el dibujo de Smith marcan mucho las diferencias.
Buen momento para ponerse a dar la murga Smith, por cierto, aquí está aun mejor que en la primera parte de Muerte Viva. Su dibujo gana mucho más cuando se entinta a si mismo. Probablemente tome nota de esto cuando próximamente vuelva a vincularse a los mutantes, concretamente a Lobezno.
El trayecto hacia la tribu de Shani, si bien ya es un camino de rosas en comparación, no está exento de simbolismo cuando vemos la influencia de la tecnología del hombre blanco en la sabana africana, proponiéndonos los autores que veamos el clásico conflicto entre tradición y modernismo así como las consecuencias de dicha influencia.
Es ya en la tribu cuando Ororo ayuda a Shani a dar a luz a su bebé aunque no sin dificultades, ya que la criatura casi muere en el parto de no ser porque Ororo pudo reanimarle.
Da igual que tenga poderes o no, que Tormenta siempre será una diosa consagrada a la vida. Efectivamente, hay cosas que ni la tecnología puede eliminar.
Aun así, el conflicto entre tecnología y tradición se cobra un precio, en este caso la vida del chamán Mjnari, quien afirma que el desequilibrio natural ha dictado que por cada vida que nazca, otra ha de morir, de ahí que se autoinduzca un suicidio en la colina delante de Tormenta como único testigo. Siendo Claremont, era demasiado bonito que hubiera un final feliz.
Es aquí cuando Ororo rechaza de plano la interpretación de Mjnari pero sin renunciar a su herencia tribal, considerándose un puente entre ambos mundos, y aceptando de nuevo su papel como diosa de la vida. Su viaje iniciático ha concluido y ha salido más fortalecida que nunca. Tormenta ya está lista para volver a casa y no solo seguir siendo parte de la Patrulla-X sino de seguir siendo su líder. ¿Poderes? ¿Para qué?
...
Vale, mejor con poderes, pero... Oye, que la historia mola y mejor no quitarle la ilusión y las ganas a la chica, que se las ha ganado
Tormenta murió... y mejoró. Todo muy claremontiano, como debe ser
Así, Claremont concluye Lifedeath, la historia de Tormenta por siempre jamás, pero no Barry Windsor-Smith, quien todavía se reservaba una tercera parte a modo de trilogia aunque no sé si a instancias de Claremont o no. Lo que sí sabemos es que dicha tercera parte la dibujó completa por su cuenta y riesgo (no sé en que momento) siendo la historia rechazada por Marvel por interpretarse como una apología al suicidio. A finales de los noventa aquella historia pudo ver la luz cuando Smith cambió el nombre a la protagonista, le hizo unos retoques y consiguió que Dark Horse la publicara bajo el título de Adastra in Africa.
Yo no he leido Adastra in Africa, así que no tengo ni idea de si esa apología es tal. Lo que sí puedo decir es que viendo el tema del suicidio en esta segunda parte de Muerte Viva con las alucinaciones de Tormenta y sobre todo con la muerte voluntaria de Mjnari pues como que no me cuesta nada imaginarme a Claremont y Smith descojonarse del asunto... Y de paso a Starlin y a Warlock desde Mundo Alma. De todas formas lo de los americanos y este tema es para darles de comer a aparte.
En fin, mejor no darle más vueltas y a seguir disfrutando de estos tebeos.
Hasta mañana corazones