He leído Batman y Robin Nº 10.
Enganchando con la anterior línea argumental, en este tomo comienza la saga titulada "Robin resurge", la cual parece que podría suponer el regreso de Damian. La premisa en sí no me hace especial ilusión, por aquello de recuperar a un personaje cuya trayectoria tuvo un final tan dramático como emotivo, pero también hay que reconocer que Peter J. Tomasi saber escribir buenos tebeos que trasmiten mucha tensión y ofrecen una lectura de lo más entretenida. A pesar de que ciertos aspectos de la trama no me acaben de convencer del todo, yo me lo estoy pasando muy bien con la lectura de esta parte de la serie.
Comenzamos con un número especial dibujado por Andy Kubert, que aunque no está en su mejor momento, sigue siendo un dibujante que me gusta mucho su trabajo y supone un soplo de aire fresco ante un Peter Gleason que se muestra cada vez más irregular, sobre todo a la hora de plasmar los rostros de los personajes. Voy a tener que revisar los primeros números de la colección, porque no lo recuerdo con un estilo tan "feista" y siempre me pareció un buen complemento a los guiones de Tomasi. Es cumplidor, incluso no está mal en algunas secuencias, pero en líneas generales su trabajo es bastante flojo.
En el especial, se aprovecha para hacernos un repaso de la historia de los Al Ghul y Batman desde los tiempos de la famosa novela gráfica en la que se engendró el hijo de Bruce hasta nuestros días en Nanda Parbat, donde los enemigos deben aliarse ante una nueva amenaza surgida de Apokolips, enganchando con los sucesos de Tierra 2 y otras series del Universo DC del momento. Los acólitos de Darkseid preparan el regreso de su líder y parece que Ra's ha introducido un elemento que ellos necesitan dentro de los sarcófagos de su nieto y su hija, convirtiéndose estos en el objetivo de Glorious Godfrey, desembocando en una espectacular pelea coreografiada por Kubert, en la que aparecerán como invitados de excepción la Liga de la Justicia surgida en el evento Maldad Eterna.
A pesar de todo, Godfrey consigue llevarse los cadáveres de la familia Al Ghul, por lo que Batman comienza a trazar planes para ir en su busca a Apokolips aunque, contra todo pronóstico, no contará con la ayuda de sus compañeros, que no ven con buenos ojos sus intenciones, ya que parece haberse dado cuenta de que ha encontrado la forma de traer a la vida a Damian. Sinceramente, esta nueva vía no se explora demasiado bien, pero además nos retrotrae a un momento anterior en el que Bruce atravesaba las diferentes fases del duelo, desacreditándose a sí mismo el guionista. Hasta el momento, incluso durante la persecución de Ra's, Bruce parecía tener asumido que no era correcto ese tipo de prácticas, pero de un momento a otro no solo cambia de opinión, sino que se enfrenta a la Liga para obtener un traje que le permita afrontar su aventura en Apokolips, aunque no esté exenta de riesgos. La historia en sí misma es entretenida y ofrece una lectura dinámica en todo momento. Es realmente trepidante ver tanta acción, que se alterna con momentos más tranquilos en el desarrollo de la trama y los personajes implicados, pero en cierta forma también adolece de cierta contradicción sobre la evolución de Batman con respecto al hecho dramático que vivió. Si bien es cierto que se puede considerar una actitud tremendamente humana, también transmite la sensación de que se quiere deshacer algo que si realmente culmina como parece estropearía un poco uno de los momentos más emotivos de la colección y del personaje, que tan bien había llevado Tomasi hasta el momento, con una evolución lógica tras su creación a manos de Grant Morrison. Sea como sea, tendremos que esperar al siguiente tomo para ver como termina todo y valorarlo en su justa medida. Quizá nos estamos adelantando a los acontecimientos, siendo demasiado alarmistas. De momento, y teniendo en cuenta la trayectoria de Tomasi, depositaré mi confianza en él, espero no equivocarme.
Por último, me gustaría destacar un aspecto que me ha parecido interesante. Aunque mi interés por el Universo DC actual es prácticamente nulo, hay que alabar el trabajo de Tomasi a la hora de integrar sus historias en él. No solo tenemos la presencia de una Liga de la Justicia procedente de la más rabiosa actualidad, sino que también se permite el lujo de atar cabos con respecto a temas que surgieron en la etapa de Snyder en Batman, como los problemas entre los integrantes de la batfamilia surgidos de su último encuentro con el Joker. Durante su etapa en la franquicia de Green Lantern ya demostró su capacidad para mantener la coherencia entre los diferentes títulos, manejando a multitud de personajes y, sobre todo, establecer una coherencia cronológica más propia de marvel que de DC. Aquí lo vuelve a repetir, con pequeños detalles que a mí personalmente me parecen muy cuidados y respetuoso con el trabajo de otros autores, pero por encima de todo extraña ver a un guionista preocuparse por la coherencia de las historias de un universo cohesionado y mas si no recurre a eventos y crossovers, sino sólo cuidando los pequeños detalles. Sin duda, una forma de hacer tebeos que actualmente parece haber quedado obsoleta, pero que hay autores como Tomasi empeñados en demostrar que puede funcionar.