He leído
El Alucinante Hulk Nº 67- El Increíble Hulk Nº 75.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Con este bloque finalizo la etapa de Greg Pack en este nuevo periplo de Amadeus Cho bajo la identidad de Hulk. Debo admitir que tengo sentimientos encontrados, algo que también se debe de haber reflejado en el resto de seguidores de la serie, ya que el propio
Julián admite que la grapa de Panini ha peligrado, teniendo que cambiar su periodicidad en el tramo final. Y es que aunque Pak realiza tebeos entretenidos, también nos deja la sensación de una acuciante falta de ideas y un
back to basics a sus grandes éxitos con el Goliat Esmeralda. Además, estos cómics coinciden con el estreno de Thor: Ragnarok en los cines, por lo que vemos como el guionista aprovecha para regresar a Sakaar, narrar una secuela y añadir como invitado especial a Odinson. Si bien es cierto que esta historia sucede ne parámetros diferentes al cine, o la saga original de Planet Hulk, también se puede observar cierta repetición de esquemas. Por no mencionar que un autohomenaje del autor a una de sus obras más exitosas, huele un poco a intentar revivir viejas glorias, lo que nos lleva a eso de que las segundas partes nunca fueron buenas. Quizá no es algo matemático, pero algo de eso sí que se refleja en este bloque que, aunque son tebeos entretenidos, carece de la magia y la fuerza de la saga de Cicatriz Verde. Y es que ne los últimos años, Marvel se empeña en explotar su éxitos más recientes de las últimas décadas, y yo creo que lo único que hace bajar aun más si cabe el listón de creatividad en su publicaciones.
Este bloque está dividido en dos partes, que en cierta forma son piezas de una misma historia, repitiendo el esquema de la saga original, aunque con diferente motivación. De ese modo, tenemos un pequeño prólogo en el que Amadeus Cho solicita la ayuda de sus amigos y de Pantera Negra para intentar medir su fuerza, así como para controlar su lado oscuro que cada vez parece más descontrolado. Como era de esperar, el experimento alcanza niveles preocupantes, por lo que T'Challa pone en práctica el plan de contingencia, quedando un Hulk en cuarentena por le espacio. Es entonces cuando recibe una llamada de auxilio de Sakaar, a la que acude a través de un portal. Cho se introduce entonces en
Marvel Legacy, recuperando su numeración original y comenzando el arco argumental titulado "Regreso a Planet Hulk". La historia gira en torno a la situación actual del Planeta, que se muestra como una especie de versión alienígena del mundo apocalíptico de la trilogía cinematográfica Mad Max, en el que sus habitantes están divididos en clanes, mientras los gobierna un nuevo tirano, el Gran Guerrero. Hulk se convierte en el campeón de uno de los clanes para emprender una serie de pruebas en las que debe eliminar a todos sus oponentes. Entre ellos se incluirá a un viejo conocido, controlado por los secuaces del tirano.
El principio de esta saga me pareció interesante, y sobre todo entretenido, ya que son tebeos dinámicos en los que se intenta explorar la psique de Cho y qué es aquello que en lo más profundo de su mente le hace no poder controlar del todo el poder gamma. Aunque se repite en cierta forma los parámetros en los que Bruce Banner se ha convertido en Hulk durante la mayor parte de la trayectoria, con esa ira reprimida que toma el control para convertirlo en un Hulk salvaje y poderoso, hay ciertas variantes, ya que Cho también controla parte de su inteligencia, por lo que sus movimientos son medidos por las matemáticas que controla, mostrando mucha efectividad destructiva, pero concierto control. Además, está el tema de que como superhéroe no debe matar a nadie, un concepto quizá algo desfasado en algunas ocasiones y situaciones, pero que intenta mantener la integridad moral del personaje en un escenario salvaje como es Sakaar. Sin embargo, a medida que va avanzando la trama, la situación se vuelve algo irreal, ya que alguien con los valores de un héroe no encaja en Sakaar. También vemos como la trama se alarga un poco, cuando detectamos que Pack no tiene ideas suficientes para llevar a cabo una saga con tantos números, por lo que la acción se acaba convirtiendo en el eje central de todo. Para colmo, la presencia de Greg Land en el tablero de dibujo tampoco ayuda, un artista que después de muchos años sigue mostrando sus carencias de una forma tan repetitiva que ya cansa un poco, a pesar de que no soy un aficionado especialmente detractor de su arte. En definitiva, son un conjunto de aspectos negativos, los que al final provocan que una lectura más o menos entretenida se quede en una secuela innecesaria como poco desarrollada y que encima tenga que aprovechar de cierto estreno cinematográfico para añadir más elementos poco inspirados, pues la verdad es que no dignifica demasiado el resultado final. No es una mala lectura, en líneas generales, pero desde luego no es uno de los mejores trabajos de Greg Pack, que para mí ha escrito tebeos mucho mejores par marvel y para Hulk, con y sin Amadeus Cho. Si no fuese por el cambio de etapa, quizá me hubiese planteado dejar la grapa.
En el tramo final de este bloque tenemos la saga "World War Hulk II", que viene a ser otra secuela de la miniserie original, en esta ocasión sin la presencia de John Romita Jr. al que se le echa mucho de menos. Afortunadamente, Land deja el sitio al mexicano Carlo Barberi, mucho mejor que su antecesor, pero sin el carisma de Romita. La historia gira en torno al regreso a la Tierra de Cho, en cuya mente se encuentra doblegado por su lado oscuro, aunque quizá deberíamos hablar de su lado gamma. Al principio parece de lo más normal pero cuando el Príncipe Phalkan viene al planeta buscando venganza, Hulk toma el control y está apunto de matarlo. Además, Alpha Flight viene a recoger al villano y entonces proclama la guerra contra su amigos los héroes, ya que entiende que no se puede seguir haciendo justicia cuando los culpables siguen haciendo de las suyas una y otra vez, escapando de las cárceles. De ese modo, tenemos un Hulk contra todos, aunque ne su fuero interno, Cho solicita la ayuda de su hermana para eliminar de su cerebro la radiación gamma que lo convierte en Hulk. Debo admitir que el desenlace no me convence demasiado, ya que Cho queda en cierta forma
hulkarizado, con el color de su piel verde, y con el poder suficiente como para formar parte de los Campeones, pero ya no está al nivel de Hulk. Además, deberá responder ante los juzgados por sus acto. Un final feliz algo descafeinado, que no me ha parecido el punto y final que yo esperaba para el personaje.
Por otra parte, la saga me ha parecido muy floja, de nuevo con el mismo tema de fondo, que si bien es interesante, creo que Pack no lo ha enfocado dle todo bien, o no lo ha desarrollado de una forma que resulte todo lo interesante que debiera. En definitiva, una etapa algo fallida, que partió de un concepto interesante en su inicios, y que parecía que podía explotar con algún tipo de interés esa pluralidad racial de los héroes de marvel, pero se ha ido desinflando poco a poco hasta una conclusión demasiado descafeinada, y que debo agradecer que no se haya prolongado más tiempo, porque amenazaba con una decadencia aun mayor. A ver si pronto puedo empezar con la etapa de Ewing, tan aclamada por el público. Pero eso, como suele decirse, es una historia para otro día...