Para mí, The wicker man le da unas cuantas vueltas a Midsommar.
De la nueva ola de directores americanos de terror independiente (Jordan Peele, David Robert Mitchell, Robert Eggers...), Ari Aster es el cineasta que menos me gusta. Su terror psicológico me parece un poco estomagante; además de que tengo la impresión de que utiliza el género como excusa y no como fin en sí mismo. Yo veo sus películas y me da la impresión de que a este tipo no le gusta realmente el cine de terror, o que no le parece suficiente la función catártica y la dimensión estética del género. Es una sensación difícil de explicar.
Al margen de esas consideraciones, Midsommar me parece que en muchos puntos es sobreexplicativa y no confía en la inteligencia del espectador. Hereditary, sin fliparme tampoco, me gustó bastante más.