He leído
Batman: Amor Loco y Otras HistoriasQué historias más chulas
Lo primero que hay que decir es lo evidente: estas historias son adaptaciones de la serie animada de televisión, y por tanto se tira de dibujo cartoon. No estoy descubriendo ningún misterio al decirlo, pero no son historias que recomendaría, en general, a un niño. Si ya la propia serie animada metía bastantes temas "serios" y poseía cierta aura oscura en lo estético, ello se potencia en las viñetas pues, como dice Paul Dini, cosas que no se atrevieron a meter en la serie animada, o que directamente fueron censuradas, pasaron al cómic.
En Batman: Amor Loco y otras historias, hay un poco de todo: hay aventuras entretenidas sin más pero, sobre todo, historias con mucha enjundia. Empezando por Amor Loco, hay mucho de turbador en el guion. La apariencia de tebeo de humor, que se asume de entrada, simplemente por esa apariencia de dibujos animados del arte, se desvanece pronto para ser sustituida por una sensación de incomodidad. El cómic está lleno de malos tratos, narcisismo, toxicidad, y una pauta de comportamiento del agresor, pero sobre todo, de la víctima, que hemos visto demasiado frecuentemente en la vida real. Esto no es humor negro, porque el humor negro banaliza las situaciones violentas que se producen en las historias. Esto es otra cosa. En definitiva, y como Paul Dini cuenta en la introducción al cómic, es algo bastante meta. La historia de la payasa del crimen no es la historia de un "muñeco" gracioso diciendo idioteces mientras blande un martillo gigante. Esto es algo más chungo.
Amor Loco es la protagonista, pero el resto raya a muy buen nivel también. La segunda en el podio sin duda es la
historia de Dos Caras. Una muestra de que se puede construir un tebeo crudo e impactante, pero con sustancia, en solo unas pocas páginas.
Tal vez la que menos me haya gustado haya sido la de John Byrne al dibujo, porque básicamente es el Joker matando mientras vuelve a casa (aquí sí que hay humor negro, pero no muy hábil, creo).
Me gusta, por otra parte, el hilo conductor de la mayoría de los "relatos": vemos a Batman, junto a Alfred, pasando revista a todos los villanos que ha empapelado, mientras comentan las dificultades para reinsertarse que les han acompañado. Esto da el pie perfecto para hacer una mini-semblanza de personajes como el Ventrílocuo, El Espantapájaros, el Joker, Roxy Rocket, Catwoman, Hiedra Venenosa, Clayface o Harley Quinn. Es curioso, porque no es un cómic que recomendaría a alguien que quisiera entrar en Batman, pero sin embargo tiene una semblanza muy acertada de la mayoría de sus villanos. En ese sentido, funciona como "Silencio", es decir, como una galería de villanos magnífica para hacerte con la esencia del universo de Batman en unas pocas páginas.
De todas estas historias cortas de villanos, la que sobresale más es la del Espantapájaros, que viene a tratar, de forma indirecta pero clara, el tema de la violación. En este cómic, llegamos a simpatizar con Jonathan Crane precisamente porque ejerce de vigilante. Batman funciona aquí como el vigilante detrás del vigilante, si es que eso tiene sentido. Sea como sea, es mi tercer "cómic favorito" de "Amor Loco y otras historias".
Y finalmente me queda por comentar el Anual de Las Aventuras de Batman dedicado a Ra's al Ghul y a Talia. Mira por dónde, nos faltaban estos villanos, o personajes "grises" como mínimo, y aquí los tenemos. Sé que no están todos, pero pocos deben faltar (el Pingüino, por ejemplo). Se trata de una buena aventura, con buen ritmo y buena construcción, tal vez sin mucho significado "profundo" si la comparamos con otras historias ya mencionadas, pero que cumple perfectamente su función de entretenimiento.
Para terminar, me he quedado algo sorprendido de saber que los orígenes de Harley Quinn aparecieron por primera vez precisamente en "Amor Loco". Tampoco sabía que el personaje de Roxy Rocket, al que había visto alguna vez de pasada, era oriundo de estas viñetas
Inmediatamente me he acordado de Lobezna, otro personaje que empezó su andadura de forma parecida, aunque en este caso ocurriera directamente en la pequeña pantalla.
No sé si diría que este cómic es una obra maestra, pero desde luego que esperaba menos, incluso sabiendo de su excelente reputación.
El deceísmo sigue avanzando fuerte en mí. Gracias ECC, pero, sobre todo, gracias Panini