El episodio es una pasada, eso desde luego.
La persecución de Skinner es brutal (yo me meo siempre que se abalanza sobre la roca con un rugido), el sobrino de Quimby es un cachondeo de lo malo que es ("¡es caldo, dilo bien!") y hasta las voces de fondo durante el juicio son de risa ("es rico, y por lo tanto bueno").
Y luego está el momentazo Mc Carnigan, faltaría más.