The X-Men...
Quizás fuera una de las series más extrañas de su época...¡pero es que eran los más extraños adolescentes!
Desde su comienzo, la serie "rarita" y minoritaria que crearon Stan Lee y Jack Kirby, tuvo un planteamiento diferente al resto, un enfoque distinto. Solo hay que coger cualquier número para notar esta "atmosfera" especial de la que hablo, quizás porque sea la serie más influenciada por la década en que nació (los años 60), ya que se podría definir casi de "piscodélica", con esos mutantes extraños y alienados, en un mundo que los odia y los teme, que no los comprende y que jamás los aceptará.
Metáfora sexual, racial, generacional... Todo vale. Un título que trataba temas algo más reales y profundos que el resto de cabeceras con un trasfondo psicológico algo más sencillo por regla general, y que aqui se tornaba algo más denso y rico en matices.
Obviamente, algo malo debía de tener para llegar a convertirse en su momento en la serie peor vendida de Marvel, y ese algo se llama carisma. Si de algo adolecen estos números, es de su dificultad para conectar con el lector, que se sentía mucho más identificado con el sencillo y noble Peter Parker, o que admiraba a "verdaderos heroes" como el Capitán America, Thor o los 4F.
Este grupo de adolescentes con poderes en cambio, a pesar de su evidente acercamiento pubescente (pubertad/hormonas/mutación/ estos pelos que son) , no caía en un lado ni en otro; ni eran tan cercanos e identificables, ni eran heroes a ojos del público, y si apuramos, casi que tampoco el lector los calificaría asi.
Quedaban, ya por su mismo planteamiento, en tierra de nadie.
De hecho, si la serie hubiera cerrado en su número 66, quizás ninguno de nosotros hablariamos de ella, más que como una anecdota poco conocida y curiosa, y muchos otros ni siquiera habriamos leído jamás un cómic Marvel...
Pero he aqui que no cerró; la serie continuó, fue rescatada tras varios años en el olvido a base de re-ediciones, y para cuando entraron en ella Wein, Claremont y Cokrum, aquello ya era otra cosa muy distinta, anteriormente apuntalada, ahora por fin comenzaba a verse todo su potencial. Un potencial que la llevaría a los altares de la historia del cómic como una de las mejores cabeceras de todos los tiempos...
Y su germen está aqui, con etapas tan magníficas como la de Thomas y Adams, con la Hermandad de mutantes y el Juggernaut de Lee y Kirby, con el quinteto original, con los Centinelas, con Magneto... En fin.
Calidad: Un
7, justa nota para una etapa con muy buenos momentos y otros mediocres.
Importancia: Un
10. Al igual que los primeros 4F y Peter Parker, aqui están los cimientos de lo que Marvel llegaría a ser.