He leído Xenozoic.
Se trata de un voluminoso tomo publicado por Aleta Ediciones que recupera supuestamente de manera íntegra la obra de Schultz, publicada bajo el título "Xenozoic tales", que llego a ser incluso reeditada en formato comic-book a color, en una miniserie llamada Cadillacs & Dinosaurs, por Marvel Comics. El éxito fue tal que tuvo un videojuego para los recreativos, videojuego para consola y juego de rol, incluso. Un auténtico fenómeno del cómic a finales de los ochenta y hasta bien entrada la década de los noventa, a pesar de que parece un tebeo realizado durante los setenta. Este tono clásico, propio de la novela pulp se debe en gran medida a la influencia del autor por aquellos escritores de esas revistas de antaño como son Robert E Howard, Poe y Burroughs. Y es que, si prestamos atención a estos tebeos, estamos ante una combinación de las aventuras del creador de Tarzán, con un pequeño toque de fantasía o ciencia ficción, según el caso, acompañados de ligeras dosis de terror, introduciendo criaturas y civilizaciones antiguas. Schultz es capaz de utilizar todos aquello elementos que le fascinaron en su niñez para dar vida a su obra más personal e importante a lo largo de su trayectoria profesional.
La obra de Schultz destaca principalmente por su constante evolución y desarrollo. Al principio tenemos relatos cortos más o menos autoconclusivos, generalmente de 9 o 12 páginas, que nos sirven para conocer un poco a los protagonistas y el entorno en el que viven sus aventuras. De ese modo, tenemos a Jack "Cadillac" Tenrec, un mecánico que vive en los alrededores de la Ciudad del Mar, sirviendo de guía y aventurero a los que gobiernan el lugar; y a Hannah Dundee, una embajadora de otra ciudad que pretende establecer lazos para iniciar un tratado de comercio entre ambas localidades. Todo ello se desarrolla en un futuro posapocalíptico, en el que la Tierra ha sufrido un cataclismo y cuando los supervivientes salieron de las cavernas, mucho tiempo después, se encontraron un planeta dominado por criaturas que se creían extintas, entre otro tipo de animales. Pero a pesar de los personajes tan propios de una novela de aventuras del siglo pasado, o ese entorno tan proclive para la acción y la fantasía más desbordante, la obra está inmersa en transmitir algún tipo de mensaje reflexivo a la sociedad, al igual que aquellas obras de las que se inspira Schultz. Por tanto, el mensaje aleccionador hacia el maltrato del hombre a la naturaleza, la llamada de atención ante la falta de equilibrio con el medio ambiente o la crueldad del hombre consigo mismo impregnan cada una de las páginas de este tomo. Si bien es cierto que al principio las historias son más o menos de una sencillez aparente, poco a poco la historia va cogiendo ritmo hacia una trama de mayor extensión, manteniendo una línea argumental continúa. Lo que realmente me llama la atención es que queda un final completamente abierto. De hecho, si alguien me dice que tiene una continuación me lo creería, ya que los protagonistas están a punto de emprender un viaje.
Además de esa doble lectura que comentaba, Xenozoic destaca por el desarrollo de sus personajes, principalmente el de sus dos protagonistas, que representan dos caras de una misma moneda. Jack es un protector de la naturaleza y persigue a lo cazadores que no cazan solo para comer y rompen el equilibrio natural. Por otro lado, Hannah es una científica que busca conocimiento del pasado para emplearlo en el presente. Curios por naturaleza, aventurera por decisión, es la compañera perfecta para formar un dúo electrizante cuya relación es otro aliciente más en esta historia del Xenozoico. La experiencia lectora es increíblemente buena. Más de 300 páginas me he leído en prácticamente una sentada, porque no podía parar de leer, a pesar de que cada relato tenía un desenlace más o menos autónomo. Sin embargo, es una lectura muy adictiva y muy interesante a la hora de ver ese análisis crítico hacia la humanidad y su comportamiento en situaciones extremas.
Pero si el guión ya resulta interesante, el dibujo es francamente espectacular. Mark Schultz es un auténtico maestro del lápiz, lo que se agradece que el tebeo sea en glorioso blanco y negro, más glorioso que nunca si cabe. Además, el autor va superándose a sí mismo en cada página, por lo que si comparamos su trabajo de las últimas historias con el de las primeras veremos una increíble mejoría, que realmente parecía imposible. Particularmente me encanta la cantidad de detalles que coloca en los accesorios que portan los personajes, su narrativa y su dominio de la anatomía humana. Uno de los personajes que más sale ganando es Hannah, que a medida que avanza la serie se convierte en una mujer arrebatadoramente guapa portadora de una sensualidad cada vez más sugerente. A esto hay que sumarle el desarrollo del carisma de la joven como personaje, por lo que es muy sencillo que consiga ganarle espacio al supuesto gran protagonista, Jack. De hecho, se ve claramente que va ganando terreno, en cuanto se trasladan a su hogar y se comienza a desgranar un pasado oculto e interesante.
Sin lugar a dudas una lectura muy recomendable, a la que solo le encuentro un pequeño defecto: la edición. Dejando a un lado el precio, un poco abusivo, de 39.95€ por poco más de 300 páginas en tapa blanda con solapas, hay otros errores de mayor importancia como la traducción y la rotulación plagada de fallos. Hay algunos que me han llegado a sacar de la lectura como: "Hacercale". Pero no contento con eso, la ausencia de espacios entre muchas palabras, los cambios de letras en muchas palabras o la ausencia de ellas son un auténtico lastre para la lectura en algunas ocasiones; incluso llegan a cambiarle una letra en una ocasión al apellido de Jack. Y no hablemos de la traducción, que en ciertos momentos me ha parecido pensada para su comercialización en Sudamérica. Una auténtica lástima, porque la reproducción es buena, el material es de primera, pero a pesar de que yo no soy un ferviente defensor de la tapa dura, ha este tomo le hubieran sentado bien unas, sobre todo a ese precio, al igual que una buena corrección que hubiese pulido un poco esas deficiencias que se resienten en la lectura. A pesar de las inclemencias editoriales, ha sido imposible no disfrutar de este tomo que nos lleva a un futuro distópico que bien podría ser un reflejo de nuestro pasado y que llega incluso a explorara las posibilidades del misterio del origen de la vida. Bienvenidos a la Edad Xenozoica, donde los cadillacs realizan carreras contra los dinosaurios y donde la jungla más peligrosa se encuentra en plena ciudad plagada de políticos; que tengan un buen viaje.