Acabo de terminar los X-Men de Morrison, que no tocaba desde el momento original de su publicación. Quedo un tanto decepcionado tras leer la etapa completa, me había quedado con otra impresión de la serie desde aquel entonces. Demasiado afán rupturista y desdeñoso para con el pasado de la franquicia... cargado de cinismo... para luego terminar bebiendo una y otra vez de los hallazgos de Claremont a la hora de dar esos giros de guión y esas vueltas de tuerca que le dan la vidilla al tebeo. Muy irregular la calidad de los diversos arcos argumentales que la componen... siendo el último tediosísimo y de muy poco interés en mi opinión. Tampoco me convence en absoluto el retrato de un personaje tan esencial como Magneto, que poco tiene que ver con el de los 80 y si me apuras principios de los 90... y las justificaciones para tanto devaneo con el amo del magnetismo siempre me han parecido muy pilladas por los pelos. Todo el tema del Fénix... supone seguir mareando la perdiz sobre un tema que debió quedar zanjado hace mucho tiempo y que en los últimos años nada más ha conseguido que provocar mi hastío y echar por tierra el prestigio y el poderío de una saga y una entidad míticas... Del mismo modo que pienso que Galactus debió quedarse en una o dos apariciones a lo sumo antes de perder todo su carisma y capacidad de intimidación.
Por momentos la serie recuerda más a la Generación X de Lodbell y Bachalo o al delirio sci-fi de Ultimate FF que al cómic de supers que nunca dejó de ser la patrulla. No es que esto sea necesariamente malo, cada autor tiene su visión, pero lo cierto es que esto ha propiciado en mí una falta de implicación con las historias que no deja de ser un problema.
En cuanto a sus grandes aciertos está el tratamiento de personajes, especialmente los de Emma Frost y Scott Summers, lo afilado de ciertos diálogos y lo divertido y original de muchas situaciones, así como una propuesta inicial descubriendo al mundo la causa de Xavier y abriendo la mansión a todos que ofrecía muchísimas posibilidades y hacia evolucionar la franquicia. Entiéndase que al inicio de mi crítica no me he quejado tanto del rupturismo de "status" como del formal y tonal de la obra respecto al pasado... para al final acabar incurriendo en los mismos vicios y en las mismas virtudes de toda la vida. En cuanto al dibujo, fenomenal Quitely, en su estilo claro está, y sus sustitutos, no tanto.
La nueva galería de personajes presentados sirve para humanizar la franquicia, pero lo dicho... tanto mutie feo e inutil mejor para las colecciones secundarias, chusma en X-Men no, por favor
En definitiva, una etapa interesante, divertida de leer en general, con ideas curiosas y acertadas y otras no tanto, pero ni mucho menos reinventa la rueda ni es una obra de arte como tantos pretenden vendernos. Supone un soplo de aire fresco eso sí, al menos por sacar del "impass" en el que estaba instalada la Patrulla desde la primera marcha de Claremont, nada menos (etapitas cortas y crossovers aparte).