Sin hacer mucho ruido, pero sólida, al grano, vistosa y con un gran elenco, el primer capítulo de este Padrino de Harlem me ha parecido todo un acierto. No es excesivamente profunda, parece, ni reflexiva, pero da exactamente lo que debería dar cualquier historia de este tipo; hueso. Veracidad, autenticidad, y médula del barrio y los personajes que retrata.
Me ha gustado bastante, de lo mejorcito que he visto últimamente. Deja con ganas de más.
Whitaker, apoteósico. Pero ojo también al reparto de secundarios.