Día 121: The X-Men #57. Junio de 1969
Banda sonora: ¿Es que no hay ningún sitio en el que un mutante decente no pueda estar a salvo? Probablemente "Gimme Shelter" de los Rolling Stones es lo mejor que podemos escuchar para confraternizar con la causa de los hijos del átomo:
https://www.youtube.com/watch?v=RbmS3tQJ7Os
Créditos: Roy Thomas, Linda Fite(guionista); Neal Adams, Werner Roth (dibujo); Sam Grainger (tinta, rotulación); Tom Palmer (tinta); ¿? (color); Sam Rosen (rotulación).
Portada de Neal Adams, Tom Palmer y Sam Rosen.
En el capítulo de hoy confluyen dos tramas: por una parte, la historia relativa al Faraón Viviente, a la que venimos siguiendo desde la primera aparición de Alex Summers en The X-Men #54. Por otro lado, reaparecen los Centinelas, atacando a Lorna nada más empezar el cómic. A Lorna no la veíamos desde The X-Men #52.
A la señora Dane se la presenta viviendo en un más que decente apartamento de Manhattan. La última vez la vimos cuidando a Bobby en un pisito de San Francisco. La mudanza habrá tenido lugar entre historias. Al mismo tiempo, Lorna ha perdido el amarillo en el traje, quedando solo verde. Cosas que pasan, pudo ser alguna lavadora malparada, o que tenía equipación de visitante.
No es el único cambio que ha habido desde el #52. En la viñeta anterior, Lorna está pensando que ha disminuido su poder. Pero, que yo sepa, nada de esto ocurrió en su última aparición. De hecho, había sido al revés. Lorna estaba aumentando sus poderes exponencialmente y ella sola se cargó a los enemigos de Magneto en aquél tebeo.
Por cierto, la traducción al español de esta escena me parece objetable, pues se dice allí que Lorna ha "perdido" sus poderes cuando en realidad estos solo han menguado, como muestra el intento de Lorna de levantar un marco de fotos. La palabra que se utiliza en el original es "fading", que tendría más el sentido de "desvanecerse" o "apagarse".
Mientras Lorna es capturada por los Centinelas, cambiamos la acción a Egipto, donde tenemos que el Faraón Viviente ha sido derrotado al perder sus poderes ante Alex Summers. El verdadero problema está en el hermano de Cíclope, quien no puede controlar su enorme poder.
Reviviendo el trauma, Adams aprovecha para narrar en flashback el momento en el que Alex se libera, lo que no se vio en el capítulo anterior. El miedo del pequeño Summers a dañar a otros es tal que cree que lo mejor es que viva apartado, y se marchará a perderse por el desierto.
Pero antes de que eso suceda, La Patrulla-X tendrá problemas con las autoridades locales. El Faraón está derrotado y ahora es un insignificante arqueólogo. Por eso, la policía no cree a los buenos cuando le cuentan que la amenaza era el ahora "inocente" Profesor Abdol. El villano, por su parte, señala a su culpable: ¡Alex Summers! al que acusa de haber destruido el templo. No le falta razón, las cosas como son. Aunque la historia tampoco es muy verosímil, entre tanto cruce de acusaciones, los policías egipcios quieren llevarse a la Patrulla y a Alex al cuartelillo, pero este se pone nervioso y se desencadena nuevamente su poder.
Es la gota que colma el vaso. Alex Summers huye desesperado, mientras la Patrulla-X se bate contra las autoridades, a las que no tardan en despachar convenientemente. Pero ahora tendrán que buscar al hermano pródigo. Este se ha refugiado a lamentarse en una caverna, pero no le da mucho tiempo a hacerlo. ¡Aparece un centinela!
Entre tanto, a Scott Summers se le ha ocurrido una idea brillante: como no encuentran a Alex, lo mejor será que Lorna utilice a Cerebro para detectar su paradero, pero cuando se intentan comunicar con ella, solo aparece su nuevo chabolo destrozado en la pantalla.
Ni que decir tiene que Bobby entra en shock ante la posibilidad de que a Lorna le haya ocurrido algo malo. Pero también hay que encontrar a Alex. Solución: Bobby y Hank se largan a Manhattan a investigar la desaparición de Lorna mientras el resto se queda buscando a Alex Summers.
Dice el dicho que "divide y vencerás". Esto no pasa inadvertido a un espectador desconocido (de momento) que observa siniestramente los acontecimientos mientras maneja una extraña maquinaria ¿Quién será? Hoy no lo podremos desvelar
Nuestra atención se dirige a Manhattan, donde la nave ultramegahipersónica prestada de Los Vengadores ya ha llegado desde Egipto a NY
. Hank y Bobby no encuentran nada esclarecedor en la casa de Lorna, y encima tendrán que vérselas con la policía, que los considera sospechosos de la desaparición de la chica del pelo verde.
En muy poco tiempo, Bobby y Hank ya han tenido roces con la ley en dos países distintos. Ver para creer.
El Hombre de Hielo logra congelar las pistolas de los agentes, pero, cuando intentan escapar por la ventana, uno de los policías lanza una silla a Hank y pierde el equilibrio, cayendo así de molonamente al vacío:
Al final, Bobby le rescatará con un mástil de hielo por el que se desliza Hank, aterrizando cómodamente gracias a un tobogán gélido marca de la casa. Sin nada mejor que hacer, ambos se van a una casa de Scott en NY ¿Scott tenía una casa? Hoy es el día del patrimonio inmobiliario. ¿Herencia de Xavier? ¿Cíclope no era huerfanito? ¿Y el piso de Lorna? ¿De dónde sale? Vaya vayita
Pero vayamos a asuntos más importantes. En la tele están dando un programa especial con dos invitados que hacen su primera aparición en el UM: el juez Chalmers y Larry Trask, hijo de Bolivar.
Los dos parecen estar embarcados en una cruzada fanática antimutante. Para probar sus ideas, Larry Trask atribuye falsamente a los mutantes la muerte de su padre. Trask Jr. cuenta, mediante unos flashbacks, "escenas extendidas" de un encuentro con su padre poco antes de morir. Sin embargo, como ya saben Hank y Bobby, y también nuestra fiel audiencia, Trask padre murió sacrificándose para parar la amenaza de los Centinelas. Esto no lo sabe, o no lo quiere saber, Larry, quien declara que reactivará el programa centinela para hacer frente a los mutantes.
La escena final no puede ser más inquietante, con los Centinelas al acecho de Bobby y Hank mientras Larry Trask anuncia su programa. Ya tienen a Lorna. Y también a Alex. Todo está conectado. ¿Qué pasará? Seguiremos leyendo con contenida emoción la siguiente entrega
Valoración de la historia: aunque admito que es el dibujo de Adams el que capta casi toda mi atención, hay que reconocer también que la trama va ganando solidez, pareciéndome muy solvente la manera en la que la trama de los centinelas se va solapando con la del Faraón Viviente.
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Antes de irnos al sobre, es preciso despachar la segunda historia de este tebeo, a la sazón una horrorosa historia sobre cómo Jean utiliza sus poderes. La historia me parece horrorosa, como digo, por varias razones.
En primer lugar, toda la Patrulla-X, incluido Xavier, han tenido espacio para que se narre sus orígenes. Sin embargo, este tebeo será el último en el que salgan historias de los orígenes de los mutantes originales. La historia de Jean se limitará, por tanto, a enseñar sus poderes.
En definitiva, solo tuvo cinco páginas dedicadas a ella. Tal vez fuera casualidad que dejaran a Jean para la última, y justo ahí decidieran cortar las historias de los orígenes, por motivos que no tienen que ver con el hecho de que Jean fuera una mujer. Quién sabe. Pero es que -y esto es lo segundo horroroso- sus cinco páginas de gloria no pueden ser más desafortunadas.
¿Cómo hacer tarta de manzana o limpiar debajo del sofá? No problemo. La telequinesis es el mejor invento para hacer de ama de casa. Menos mal que en unas viñetas posteriores al menos impide un atraco, pero vamos, es del tipo de cosas que no soportan bien el paso del tiempo
¡Y eso que nuestra Jean no es del tipo doméstica! Así se encarga de decirlo ella misma. Pero que menos que limpiar un poco, ya se sabe... Además, está buena y aún de paisano tiene el gran poder de atraer a los hombres
Para rematar la jugada, decir que Stan Lee decidió que estas páginas las escribiera una mujer. Se trató de Linda Fite, elegida por ser un miembro del "supuestamente" sexo débil
. Aunque todo esto se pueda disculpar por ser 1969 aún, no deja de chirriarme una barbaridad. Eligen a una mujer, y al final la historia es más machista que si la hubiesen dibujado siete hombres juntos
En fin, me resulta todo incómodo, aunque claro, es fácil criticar con los ojos de hoy algo que vio la luz hace ya 53 años, que se dice pronto. Aunque, en retrospectiva, puedo decir que, siendo las historias de los orígenes de los X-Men tan discretas, casi se le hizo un favor al personaje, a la espera de ideas mejores de nuestro bienamado Chris Claremont. Y pensando en lo mucho que queda para llegar ahí, nos vamos.