He leído Los Nuevos Vengadores Vol. 2 Nº 61-64.
En este bloque tenemos los 7 primeros números americanos de la nueva etapa de los Nuevos Vengadores, escrita por Al Ewing, tras Secret Wars, en lo que supone un nuevo arranque tanto para la cabecera como para el propio Universo Marvel. La verdad es que tengo que reconocer que la primera impresión no ha sido especialmente positiva. Curiosamente, me he sentido algo perdido, en parte por culpa del tiempo transcurrido desde mi lectura de los últimos números de la serie, pero también porque el trabajo de Elwing no me ha parecido excesivamente atractivo. El primer punto es que parte de una serie de conceptos que tenía olvidado, como es la adquisición de IMA por parte de Roberto Da Costa, que ha convertido a la organización criminal en una nueva rama de los Héroes más poderosos de la Tierra bajo el nombre de Ideas mecánicas Avanzadas. De alguna forma, Ewing rescata planteamientos de Hickman en Vengadores Mundiales, una serie que si bien es cierto que me causó buena impresión cuando la leí, prácticamente he tenido que releerme a mí mismo para recordar algunos aspectos de lo sucedido en el título, más los comentarios de Julián en el Spot On.
El segundo aspecto que no me ha convencido es la formación, no tanto por sus miembros en sí mismo, sino por el pretencioso aire juvenil que se pretende imprimir, con diálogos que utilizan el humor de manera forzada y sin demasiada gracia o la sensación que transmite de que estamos ante un rejuvenecimiento del concepto más clásico. Aunque no tengo ningún inconveniente en la actualización del concepto, o en la búsqueda de conectar con un público más juvenil, tengo que reconocer que a mí personalmente me ha parecido todo muy forzado. Planteamientos como los Vengadores del mañana, o ese aire molón que destilan todos los personajes, los cuales en su mayoría parecen haber sufrido una clara involución con respecto a su trayectoria anterior me descolocan demasiado. Mancha Solar adquiere el papel de nuevo líder con mucho dinero y con un problema con sus poderes, mientras que Ojo de Halcón es un "infiltrado" de SHIELD que no termina de fiarse de este nuevo grupo, que tiene totalmente prohibido pisar suelo estadounidense, convertido casi en una especie de proscritos. Y, sinceramente, no acabo de entender el por qué.
Aunque no tengo nada en contra de los personajes, sí que me choca mucho ver ahí a la Chica Ardilla o a Pájaro Cantor, esta última que debería distar mucho de ser una jovencita comparada con los antiguos miembros de los Jóvenes Vengadores o el nuevo Power man por ejemplo. Si bien es cierto que el grupo parece funcionar bien, también observo que la dinámica de grupo es un poco fallida, algo que extraña en un escritor como Ewing, que realizó un gran trabajo en Poderosos Vengadores. Quizá eso es lo que más me choca de todo esto, ya que tras haber disfrutado con dicha serie, o con Loki, aquí veo a un escritor en baja forma y que parece estar imbuido de algún tipo de "síndrome Fraction", o sufre el mal llamado "Bendis", dos peligrosos virus que pueden acabar rápidamente con la carrera de un guionista. Espero que esto mejore en próximas entregas, o creo que no llego al final de la serie.
El otro aspecto negativo recae en el apartado gráfico, donde tenemos a Gerardo Sandoval, que parece un híbrido entre Humberto Ramos y Joe Madureira en su faceta amerimanga más deplorable. Supongo que tendrá su público y habrá quién disfrute de este este revival de los noventa, pero para mi gusto es insufrible. Cuando llegué a la última grapa estaba verdaderamente hastiado.
Argumentalmente hablando tenemos un poco de todo, ya que está claro que Ewing pretende explotar al máximo cuestiones de Hickman, integrando en este Nuevo Universo Marvel al Reed Richards del Universo Ultimate, ahora bajo el sobrenombre del Hacedor. De ese modo, mientras el grupo debe soportar la supervisión de SHIELD, así como la unión a sus filas de Ojo de Halcón, tan irreconocible como inútil en su aportación, harán frente a una serie de amenazas que tienen como denominador común la combinación entre ciencia y magia, principalmente para poner en primera línea a Wiccan (próximamente Demiurgo) y, posteriormente a Hulkling, que se convierte en una especie de rey Arturo espacial, con la prueba de la espada incluida. Y es que no se puede negar que Ewing ha hecho los deberes, rescatando temas como la herencia de Teddy, los problemas de Ava Ayala o incluso el futuro más o menos prometedor de Billy, pero es que la forma de desarrollarlo todo no ha conseguido calar en mí. No es tanto lo que cuenta sino el cómo lo cuenta y la continua sensación de que estamos ante una serie dirigida a un público que no soy yo, por muy seguidor de los Vengadores que sea. Al final la broma de adam en la gala de los UMY es más cercana ala realidad de lo que parece y este Nuevo Universo Marvel parece más enfocado a las nuevas generaciones, los milenials los llaman, lo cual es lógico y normal de cara a un relevo generacional en los lectores, pero no deja de ser algo que poco a poco me va desplazando como lector del Universo Marvel después de aproximadamente 20 años, desligandome emocionalmente de un cosmos de ficción con el que crecí como lector. No obstante, también debo añadir, como comentaba fanpiro en los últimos comentarios de este hilo, que en mi opinión este es uno de los peores trabajos que yo he leído de Ewing en Marvel, lo cual posiblemente será un factor importante en todo esto. A pesar de estar considerado como un autor de corte clasicista aquí muestra una mayor tendencia hacia el estilo actual, aunque sí es cierto que se detectan algunos de esos dejes clásicos.
Por otro lado, destacar también la recuperación de los Vengadores del siglo 20XX, a los que no recordaba, aunque creo que solo salieron en una viñeta dibujada por Alan Davis, que en comparación con el arte de Sandoval pues salen perdiendo mucho, la verdad. Pero me parece más reseñable la creación de nuevas amenazas como Moridun, con ciertas reminiscencias lovecraftianas o esos Caballeros del Infinito, en una nueva vuelta de tuerca sobre los kree y los skrulls. No dejan de ser conceptos interesantes en su planteamiento, pero como vengo diciendo es en la ejecución donde realmente no me termina de convencer esta nueva etapa de la colección, que debería tener en mi opinión un arranque más atractivo y espectacular y no ofrecer una lectura que me ha dejado con más ganas de bajarme del Universo Marvel en general que otra cosa. A ver que depara el crossover Punto Muerto y la serie gana en interés y calidad.