La grapa y las rústicas no me parecen mal para material actual. Como bien he dicho, yo sólo compro material CLÁSICO y me parece un tremendo acierto de Panini la extinción de los MG tapa blanda, en favor de OG, MH... El timo de la estampita eran los MG tapa blanda. Eran carísimos y no le llegaban ni a la suela de los zapatos a los OG en calidad de ediciones. Ahora saldrán los listillos rajando de los MLE. Los MLE son caros, sí, pero yo pago gustoso ese sobreprecio porque están ofreciendo un material minoritario en excelentes condiciones que jamás habríamos visto de otra manera.
Lo que unos llaman minoritario otros lo llaman malo, aunque no sean excluyentes.
En esos tomos hay MUCHA morralla, en mi opinión.
Cada uno es libre de pagar por lo que considere oportuno, por supuesto... Pero ese material regulero antes se pillaba en blanco y negro y formato reducido por puro completismo y con cara de vergüenza. Hoy cualquiera puede disfrutar del bombero torero de Daredevil en un sillón de orejas, con una copa de brandy y un disco de pizarra de Wagner... y gesto de connoiseur.
De locos.
La tapa dura permite obtener ediciones de calidad y definitivas. Ni harto de vino compro grapas o rústica. El cliente quiere tapa dura. Observad cómo formatos con rústica, como MG tapa blanda o CES (éste encima con tamaño reducido) están en vías de extinción, de lo cual me alegro porque eran infumables.
Hardcover rules
las grapas sean antiguas o nuevas ya en algunos sitios en Málaga ni te las cojen para cambio.
¿Para cambio?
No te pillo, si lo que pretendes es que alguien te las cambie por el mismo tomo en tapa dura lo veo dificil.
A mi me las puedes regalar si quieres.
yo suelo llevar mis grapas que ya no quiero al tener los OG a tiendas de 2º mano para que me descuenten en el precio de otros tomos que no tengo. siempre me dan mas $ que si lo cambio a pelo por pasta.
No hagas eso, mal negocio. Pierdes pasta por todos los lados.
Véndelas tú mismo a un precio razonable y te sacarás más pasta, por no decir que algún aficionado lo disfrutará directamente sin engordar el bolsillo de un intermediario.