Hace unas semanas salió a la venta Kingdom Hearts III, y aunque lo pillé el primer día, lo dejé en la recámara porque estaba jugando por primera vez en mi vida a Dream Drop Distance, la entrega inmediatamente anterior. Estaba dispuesto a conseguir el platino porque lo veía relativamente asequible, a diferencia del de casi todos los demás juegos de la saga, que piden pasárselos una segunda ocasión en modo Maestro y cosas así, que a mí me parecen una pérdida de tiempo.
Pues anoche, y tras más de 70 horas de juego, lo conseguí
Casi me vuelvo loco con el trofeo del Naiperama, ya me sé casi todos los mapas como si fueran mi casa y he usado una libreta a la antigua usanza para ir apuntando los comandos, objetos y demás que iba consiguiendo. Pero ha valido la pena