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Cuáles son para ti las 8 mejroes etapas de Iron Man

Tales of suspense 39-72 Stan Lee Don Heck (& Jack Kirby, Steve Ditko)
5 (22.7%) -
Tales of suspense 73-97 Stan Lee & Gene Colan
6 (27.3%) -
Tales of Suspense 98, 99,  Iron Man & Submariner 1, Iron Man 1-34 Archie Goodwing, Allyn Brodsky & Don Heck, Jony Craig, Gene Colan, George Tuska
4 (18.2%) -
Iron Man 35-47 Gerry Conway, Gary Friedrich, Roy Thomas & Don Heck, George Tuska,  Barry WS
2 (9.1%) -
Iron Man 48-81 Mike Friedrich, Steve Gerber & George Tuska, Jim Starlin
1 (4.5%) -
Iron Man 82-96 Len Wein, Gerry Conway & Herb Trimpe, George Tuska
1 (4.5%) -
Iron Man 97-115  Bill Mantlo & George Tuska y Keith Pollard
4 (18.2%) -
Iron Man 116-157 David Micheline, Bob Layton & John Romita Jr y Jerry Bingham
16 (72.7%) -
Iron Man 158-214 Denny O’Neil & Luke McDonnell, Mark Bright
7 (31.8%) -
Iron Man 215-257 David Michelinie, Mark Bright, Bob Layton, Jackson Guice
10 (45.5%) -
Iron Man 258-277 John Byrne & John Romita Jr, Paul Ryan
5 (22.7%) -
Iron Man 278-319 Len Kaminsky & Kevin Hopgood, Tom Morgan
2 (9.1%) -
Iron Man 320-332 Terry Kavanagh & Hector Oliveira, Jimmy Cheung
0 (0%) -
IM vol 2 Heroes Reborn Jim Lee, Scott Lobdell & Whilce Portacio
0 (0%) -
Iron Man vol 3 1-25 Kurt Busiek, Roger Stern & Sean Chen, Patrick Zircher
6 (27.3%) -
Iron Man vol 3 26-30 Joe Quesada & Sean Chen
1 (4.5%) -
Iron Man vol 3 31-49 Frank Tieri & Alitha martínez, Keron Grant
1 (4.5%) -
Iron Man vol 3 50-72 Mike Grell, Robin Laws & Michael Ryan, Robert Teranishi
0 (0%) -
Iron Man vol 3 73-89 John Jackson Miller, Marck Ricketts & Jorge Lucas, Billy Tan, Tony Harris
0 (0%) -
Iron Man vol 4 1-6 Warren Ellis & Adi Granov
6 (27.3%) -
Iron Man vol 4 7-35  Daniel Knauf, Charles Knauf, Francis Moore & Patrick Zircher, Roberto de la Torre
4 (18.2%) -
Invencible Iron Man 1-up Matt Fraction & Salvador Larroca
7 (31.8%) -

Total de votos: 17

Votación cerrada: 04 Marzo, 2010, 13:45:08 pm

Autor Tema: Escoge las mejores etapas de Iron Man  (Leído 19502 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

Desconectado Job

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #30 en: 19 Febrero, 2010, 00:43:54 am »
Para mi gusto las de Michelinie son las mejores.

Tambien he votado por la etapa de Busiek, porque es de las que conozco, la que mas me gusto (Sins er tampoco una maravilla)
Siempre vengadores.
UMY 2019 a la mejor firma.

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #31 en: 19 Febrero, 2010, 09:34:06 am »
La de Micheline/Romita y la posterior de Oneil son buenas  :palmas:


Meses sin que mi firma se viera y yo sin saberlo xD

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #32 en: 21 Febrero, 2010, 11:33:11 am »
tanaleer donde estas? queremos leer tus ladrillos

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #33 en: 21 Febrero, 2010, 11:41:33 am »
De lo que he leido del latas, he votado:

Tales of suspense 39-72 Stan Lee Don Heck (& Jack Kirby, Steve Ditko)
Tales of suspense 73-97 Stan Lee & Gene Colan
Iron Man 116-157 David Micheline, Bob Layton & John Romita Jr y Jerry Bingham

Las dos primeras, por contar el origen de Iron Man, junto con la aparición de sus primeros villanos y la de grandes secundarios.

La etapa de Micheline, Layton, Romita, simplemente LA MEJOR :adoracion:


"Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia"

Desconectado Celakanto

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #34 en: 21 Febrero, 2010, 13:58:02 pm »
Citar
Tambien he votado por la etapa de Busiek, porque es de las que conozco, la que mas me gusto (Sins er tampoco una maravilla)

A mi es curioso lo que me pasó con la etapa Busiek. Cuando comenzó todavía no había leido nada de la BM. Y por supuesto Iron man clásico para mi era la etapa de M/L y nada más. Con busiek esperaba leerme historias basadas en aquella etapa, igual que de cierta manera sus vengadores se basan fuertemente en la etapa de Micheline/shooter/Byrne que es coetanea a esta.

Pero no Busiek le echó huevo y recupero cosas de la serie que llevaban perdidas veinte años y anteriores a la renovación de M/L: Tizón, Morgan Stark, Madame mascara, el controlador... En su día no la entendí y no me gustó la etapa pero más adelante cuando leí la Bm cai en la burra de lo que Busiek intentaba hacer, y hay que tener valor para hacer un revival del iron man más clásico. Ese el problema de hacer comics mas referenciales. Yo esperaba a Rodhes y la señorita Arbogast y me encontre con Potts y Hogan.

La etapa para mi pese a todo sigue siendo fallida, excepto como ya he dicho antes por la miniserie de la edad de hierro, una pequeña delicia.

Desconectado Celakanto

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #35 en: 21 Febrero, 2010, 14:01:55 pm »
Y por cierto me gusta como va la votación, aunque me parece imperdonable que la etapa Goodwin solo tenga 3 votos. Si alguien tiene la BM aparcada y no se la ha leido que le de una oportunidad no son muchos números y es de una calidad muy alta para la época en la que se hizo y no solo en referencia al resto de Iron man, sino al resto de comics de la época.

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #36 en: 26 Febrero, 2010, 14:18:26 pm »
En una primera impresión, yo diría que solemos asociar el título del Hombre de Hierro con la armadura de Tony Stark. A mí, al menos, cuando era un crío me pasaba así. Sin embargo, después de unos cuantos años leyendo sus tebeos, creo que se puede acabar concluyendo que es el propio Tony Stark, lleve o no lleve puesta la armadura, quien en sí mismo resulta ser el auténtico hombre de hierro del título. Esa voluntad de carácter que no le permite rendirse, esté enfermo del corazón, alcoholizado, paralítico, perseguido por la ley, o incluso muerto en vida, es la que convierte a Tony Stark en un hombre de hierro. Y creo que también ha sido así como han visto el tema los escritores que para mi gusto mejor han sabido tratar al personaje.

Elegir cinco etapas en una serie cuya trayectoria, en general, creo que dejó bastante que desear hasta que Micheline y Layton abrieron el camino, debería ser relativamente fácil; y sin embargo, en dos o tres casos concretos, el nivel de acierto me parece tan similar que me ha acabado resultando difícil escoger alguna etapa concreta a costa de dejar de lado a otra que también me gustaba especialmente.
Así que aunque esta vez no he tenido mucho tiempo para pensar qué etapas escoger y cuáles no, al final me he quedado con las cinco que de una manera más visceral se me han venido a la cabeza.

1º.- La etapa de Archie Goodwin y George Tuska. En 1968, con la expansión editorial obtenida por Goodman tras finalizar el contrato con Independent News y la posibilidad de sacar más títulos al mercado de los que hasta entonces estaba limitado, Goodman decidió que todos los personajes que compartían los antiguos títulos de TOS, TTA y ST obtuvieran su propia serie.
El aumento de páginas a escribir y el aumento de sus propias funciones editoriales resultaba excesivo para un saturado Stan Lee, cuya única ayuda de garantías era la que le proporcionaba el joven Roy Thomas. Así que Lee acudió a buscar ayuda al exterior, contratando entre otros a Archie Goodwin, guionista principal de Creepy desde 1964 y además editor de la línea de revistas de la Warren. Aunque inicialmente iba a hacerse cargo de la nueva serie de Namor, Goodwin acabó haciéndose responsable de los guiones del Hombre de Hierro, aterrizando en la serie justo cuando la era de TOS llegaba a su fin y comenzaba la nueva andadura editorial del personaje.

Aunque con el tema de Busiek discrepemos, estoy totalmente de acuerdo con Celakanto en la buena consideración de esta etapa. Para mí, el mérito más relevante de Goodwin fue rescatar al personaje de la rutina a la que lo había acabado llevando el mayor interés de Stan Lee por otros títulos, fijando además durante su etapa las bases más destacables sobre las que se asentaría el Hombre de Hierro durante los diez años siguientes, exactamente hasta la llegada de Bill Mantlo, el único guionista que creo que supo aprovechar el trabajo realizado por Goodwin. Los demás, francamente, me parece que dejaron bastante que desear.
Y he escogido esta etapa no sólo porque creo que en ella se sentaron las bases argumentales más relevantes del personaje durante su primera trayectoria (lógicamente, aparte de las del propio Stan Lee) sino porque además también se asentaría en ella la que a lo largo de mucho tiempo fue la imagen gráfica del personaje, obra del recientemente fallecido George Tuska, dibujante por el que reconozco sentir una especial debilidad.

Tuska era un dibujante formado en los estudios de Will Eisner y Jerry Iger, que ya había trabajado con Lee en los últimos años de Timely y durante una gran parte de la época de Atlas, y que al igual que los Romita, Craig, Wood, Everett, etc, no tenía ningún problema en trabajar como dibujante o entintador. Lo importante era ganarse la vida.
Tuska venía de dibujar durante ocho años (aprox.) las tiras diarias y dominicales de Buck Rogers, y tras haber sido estas canceladas, acudió a su antiguo editor Stan Lee en busca de trabajo. Tras la marcha de Colan al Dr. Extraño, Lee necesitaba un dibujante para el Hombre de Hierro. En un primer momento, la tarea recayó sobre otro veterano, Johnny Craig; sin embargo, en apenas tres meses, Lee estableció un cambio de papeles y a partir del IM #5 fue Tuska, mucho más rápido y versatil que Craig, quien se haría cargo del dibujo de la serie, pasando Craig a las labores de entintado.
Francamente, aunque quizá sea cierto que era un dibujante irregular, sobre todo por la rapidez con la que era capaz de cumplir encargos de última hora, confieso que siempre me han encantado los rostros y las figuras de George Tuska, sobre todo los de las chicas que dibujaba. Y personalmente, creo que le quedaba francamente bien la clásica armadura roja y dorada del Hombre de Hierro, inicialmente diseñada por Ditko (Modelo II Mark I, denominada hoy Armadura Protoclásica) y que posteriormente habían retocado Heck y Colan hasta llegar al tradicional y reconocible diseño que Tuska siempre dibujaría durante su larga estancia en la serie (el famoso Modelo III Mark I, II, III, IV y posteriores, que hoy se conoce como Armadura Clásica).
Además, en mi caso concreto, hay historias como la de la primera aparición del Controlador, o la grandísima saga de Midas y Madame Máscara, que me resultan imposibles de imaginar sin el dibujo de George Tuska.

Volviendo al tema, por aquel entonces Goodwin tenía una reputación bien ganada de guionista y editor conocedor de su oficio. Sin embargo, más habituado a las historias de terror que había escrito para Creepy, no sólo era la primera vez que trabajaba con el Hombre de Hierro, sino que incluso era la primera vez que probaba en serio con el género de superhéroes.
La verdad es que le costó coger el punto, ya que cuando Colan abandonó tras concluir la saga de Maggia iniciada por Lee, justo cuando Goodwin apenas había iniciado su andadura, se vio claramente que el tebeo forcejeaba para salir a flote, sin destacar apenas mucho más de lo que lo habían hecho los últimos números de Lee. De esta primera etapa de adaptación de Goodwin, lo que destacaría es la caracterización de los personajes que fue introduciendo y el nuevo escenario que introdujo en la serie.

Lo primero fue utilizar dos personajes recién presentados por Lee, Whitney Frost y la Gran M de Maggia, para refundirlos en uno solo y crear una trama argumental a su alrededor aprovechando la presencia del agente de Shield, Jasper Sitwell (un verdadero gilipollas) que fue el único secundario que decidió mantener de la etapa de Lee, puesto que los recién casados Happy Hogan y Pepper Potts prácticamente desaparecieron de la serie tras la historia del Freak.
Lo segundo fue crear un nuevo interés amoroso para Stark en la figura de Janice Cord, hija de uno de sus rivales empresariales y que tras la muerte de su padre pasaba a ser la propietaria de Industrias Cord. A pesar de su aparente intrascendencia, Goodwin iba a destinar a Janice Cord a jugar un importante papel dentro de la historia.

El primer movimiento serio de Goodwin a efectos argumentales, fue la trilogía en la que concluyó la trama de Maggia que había heredado de Lee, con Sitwell totalmente colado por quien resultaba ser la líder en la sombra de Maggia, Whitney Frost, quien además se iba a revelar durante el transcurso de la historia como hija del Conde Nefaria. Aunque Whitney demostraba tener un buen fondo, con semejante cabrón como padre resultaba bastante lógico que la chavala estuviese como una cabra. En cualquier caso, la historia terminaba con la doble identidad de Frost al descubierto y Sitwell dejándola huir al ser incapaz de disparar contra ella, una trama argumental que aún daría varios giros antes de llegar a su conclusión.
En la siguiente saga, que trajo de regreso al Mandarín, fue donde Goodwin plantó las semillas que más tarde conducirían a la que iba a ser su gran historia en la serie. En ella, Stark decidió utilizar uno de los SDVs de Shield para ocupar su puesto y descartar cualquier especulación de que Tony Stark y el Hombre de Hierro fuesen la misma persona. Aquel engaño que iba a salvar su doble identidad ante el Mandarín, le iba a poner frente al precipicio apenas unos meses más tarde.
Al tiempo que la relación con Janice Cord seguía avanzando, el segundo año de Goodwin en la serie comenzó con la primera aparición del Controlador y su rollo de parasitar mentes ajenas, no sólo controlándolas sino extrayendo además su poder de ellas, un concepto bastante propio de las viejas pelis de terror con toques de ciencia ficción de la Hammer (casa siniestra junto al acantilado, incluida), y muy del estilo de las revistas de la Warren con las que había trabajado, si bien en este caso lógicamente trasmutado bajo los disfraces y la óptica del género de superhéroes.

Sin duda alguna, lo mejor de la etapa de Goodwin y Tuska fue la saga de Midas y Máscara. Argumentalmente, Goodwin la construyó realmente bien y Tuska supo estar a la altura de la misma, no sólo con su trabajo a los lápices, sino con los diseños de Madame Máscara y Midas.
La saga estaba dividida en varias tramas que se entrecruzaban entre sí. La primera estaba basada en un tema clásico de la ciencia ficción de anticipación, el del enfrentamiento del hombre contra la máquina, representada en este caso por el SDV creado por el propio Tony Stark, que se volvía contra su creador. El tema resultaba bastante similar al planteado por Thomas unos meses antes en los Vengadores con Ultrón y Pym, pero en este caso Goodwin añadía una motivación diferente al planteamiento desarrollado por Thomas, ya que la máquina pretendía suplantar al hombre para hacerse pasar por él. Lo cierto es que el tema le gustó tanto a Thomas que éste decidió montarse dentro de los Vengadores una trama paralela con algunas de sus consecuencias, dando lugar a aquella saga del Hombre Creciente, Kang y el Gran Maestro.

En la serie de Goodwin, la suplantación de Stark dejaba a éste fuera de juego y con su dañado corazón al borde del colapso, momento éste en el que la trama de Máscara y Midas entraba en escena, capturando ambos a Stark y pretendiendo utilizarle para acabar con el impostor sin saber que tenían en su poder al verdadero.
La gran revelación de la saga era descubrir que Madame Máscara resultaba ser en realidad Whitney Frost, a quien un accidente de avión había desfigurado tras su huida en la que había sido su última aparición en la serie. Acorde con la localización helénica de la fortaleza de Midas y el tono de tragedia griega que impregnaba la historia, la máscara que ocultaba los rasgos de Whitney Frost representaba ahora una de las antiguas prósopon del primitivo teatro griego que perfectamente hubiera podido salir de cualquiera de las representaciones de Esquilo.
La relación entre Stark y la desfigurada Máscara también tomaba elementos del clásico de la Bella y la Bestia, sólo que con los géneros cambiados, por lo que el buen fondo de Whitney la llevaba a ayudar a Stark a escapar de Midas y a enfrentarse al SDV que había ocupado su lugar. La conclusión de la historia daba lugar a uno de los momentos trascendentales en la vida de Tony Stark: su operación a corazón abierto por el Dr. Santini que ponía fin a la amenaza de su corazón dañado por la metralla que hasta ese momento había presidido la serie. Tras ella, se produciría el enfrentamiento final con Midas y la momentánea conclusión de la trama de Máscara.

Sin embargo, Goodwin no tenía planeado un final feliz para Tony Stark. En los números siguientes, Stark se llevaría uno de los palos más gordos de su carrera: la muerte de la mujer que amaba, Janice Cord, revelándose así el papel que Goodwin la había destinado a desempeñar en la trama. Todo ello a la vez que se producía la primera sustitución oficial de Stark dentro de la armadura (curiosamente al igual que luego ocurriría con Jim Rhodes, Eddie March también era de raza negra), el regreso del Hombre de Titanio y la revelación de Alex Niven, el principal científico de Industrias Cord, como un desertor soviético decidido a vengarse por lo sucedido con el profesor Vanko y que resultaba ser el nuevo Dínamo Carmesí.
Todo ello conducía a un nuevo duelo de armaduras propio de los viejos tiempos de la Guerra Fría, aunque en este caso a tres bandas, que acababa con la muerte de Janice Cord en el fuego cruzado.

Tras esta triste historia y resolver a continuación las cuestiones que quedaban pendientes con Whitney Frost en el que sería el último número de Tuska durante esta primera etapa, Goodwin se despidió con la presentación de Firebrand y una última historia con el regreso del Controlador.
El IM #28 fue el último número de Goodwin en la serie, regresando a la Warren para hacerse cargo del guión y las funciones editoriales de Vampirella a partir de su octavo número, donde llevaría a cabo la que muchos consideramos como la versión definitiva del personaje. Goodwin regresaría después a la Marvel (y luego también a la Warren), desempeñando toda clase de labores editoriales y haciéndose cargo temporalmente de varias series a lo largo de la primera mitad de los 70 (incluso llegó a ser editor en jefe de Marvel tras abandonar Thomas el puesto), pero su más larga etapa como guionista dentro de la editorial fue precisamente la que llevó a cabo en el Hombre de Hierro.

Aunque su calidad sea a veces irregular, alternando grandes sagas con números más intrascendentes, creo que en su conjunto esta etapa es, junto a la de Bill Mantlo, la más digna de un buen recuerdo y la más destacable hasta la llegada de Micheline y Layton a la serie.
Goodwin falleció hace ya bastantes años y Tuska hace menos de seis meses, así que aunque puede que haya etapas mejores que ésta, a mí me dejaron muy buen recuerdo aquellos primeros números de Vértice y me siento fantásticamente bien por haberles podido hacer a ambos un mínimo y particular homenaje a modo de agradecimiento.

Y bueno, ya seguiré cuando se pueda, que se me acumulan las tareas y no me gusta ni un pelo estresarme.

:birra:

¿Está el ser humano preparado para reproducirse por huevos? ¿Y cómo afectaría esto al mundo del tebeo? Cómo veis, no todas las preguntas tienen una fácil respuesta. Sin embargo, nosotros vamos a intentar responderlas...

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #37 en: 26 Febrero, 2010, 20:00:39 pm »
seguro que a celkanto le mola que hayas elegido esta etapa

de todos modos, ¿cuál es vuestra diferencia respecto a busiek?

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #38 en: 27 Febrero, 2010, 01:28:09 am »
No se pueden ignorar casi 20 años de historia del personaje hasta que llegan M/L y de citar una etapa de ese enorme periodo no me cabe duda de que la etapa de Goodwin es la mejor elección.

Y aunque ya discutiremos de la etapa Busiek mi planteamiento era que no la comprendí en su momento. Me esperaba una vuelta al clasicismo de iron man, y para mi clasicismo en iron man es M/L. Con Busiek me encontré otra cosa que no me gustó y que después asimilé a que intentaba recuperar elementos del Iron man Pre años 80. Nunca me llegó a convencer y para mi es una etapa fallida.

Ahora bien esta impresión es la que tuve al leer los comics en el momento que salieron (y que razoné al leer la BM después). Tengo que volver a repasar esos números, me apetece y seguramente lo haré después de que discutamos de ella y probablemente se cambie mi primera impresión.

Pero vamos con Archie Goodwin Tuska que tengo ganas. Para empezar un acercamiento personal a los autores.

Probablemente muchos de la generación forum conocimos a Archie Goodwin de una forma extraña. En los 80 Goodwin dirigía la linea de epic de marvel, un intento de la casa de las ideas de sacar comics en que sus autores mantuvieran sus derechos, en uno de estos comics el famoso Dreadstar de Jim Starlin Goodwin se permitía aparecer presentando el comic caricaturizado de las más diversas formas. Y aunque parece una estupidez os juro que algunas de las presentaciones eran realmente divertidas, supongo que se van a perder en la proxima reedicion en tomo de Dreadstar y realmente es una pena. El caso es que Goodwin daba una imagen realmente extraña para ser un editor jefe. Te caía realmente bien.

Y esa sensación de buen rollo aumentaba con el tiempo a cada cosa que descubrías. Tiene obras geniales como su Manhunter para la Distingida Competencia, como editor es el impulsor de etapas tan interesantes como el Starman de Robinson y como persona en todas las entrevistas que leido se hace hincapié en lo maravillosa persona que era. Roger Stern dice que era imposible enfadarse con Archie Goodwin. Con estos precedentes cada vez que encuentro una etapa o saga de Goodwin me la leo con cuidado. Cuando me acerqué gracias a la Bm lo hice con muchas ganas esperando algo bueno y me encontré algo mejor. (aunque siendo malo no hay que quitarle algo del mérito a que el resto de la calidad de la Bm sea tan floja)

Tuska es otro cantar. Es uno de esos viejos dibujantes marvel que nunca me llegaron a gustar. Trabajador, cumplidor, efectivo. Pero con ciertos detalles que no me gustaban: escenas de acción flojas (aunque plasmaba bien la impresión de los golpes), no especialmente bueno con los diseños de tecnologia o trajes, inolvidable a mi por su horror el traje de Demitrius. Por supuesto tenía cosas buenas como las escenas costumbristas o las chicas pero nada que destacara, para mi Tuska estaba solo un poco por encima del Terrible Don Heck y realmente sufrí sus dibujos durante toda la Bm.

Pero fíjate que poco antes de su muerte me reconcilie con él. La razón pues que me lei su larga etapa en Power man y ahi cambiaba todo. Sus rostros caricaturizados ahi quedaban bien y las escenas de acción a plenos puñetazos quedaban gozosas y hasta sus horrendos diseños quedaban bien en el ambiente un poco de broma que tenía toda la serie de power man. Para mi el mejor trabajo de Tuska y de verdad me hizo replantearme sus dibujos ahora hasta les empiezo a coger el puntillo. ::)

Y ahora alguna cosillas más sobre en la etapa en sí.

Veo que no mencionas, mejor que así la menciono yo el Iron man 14. La historia del fantasma nocturno. Fonseca comentaba en su correo que era de las más recordadas de la época. A mi no me hizo falta esperar a su comentario para darme cuenta. Recuerdo haber leido Bm y cuando ví las primeras páginas de esa historia tuve que parar, pensar en lo bueno que había sido eso y dar vuelta atrás para volver a leerlas un par de veces. Las dos primeras paginas de Jhonny Craig son sublimes, con una narración perfecta. Me costaba pensar que ese dibujante al que conocía de los clásicos de la EC y que me habia parecido bueno pero bastante rígido podía tener una narración tan perfecta. La primera página incluso dudo que sea suya de lo buena que es.

Luego la historia no está mal. Un guión más de historieta de terror de la Ec o la warren que  de Superheroes, pero por alguna razón esas primeras páginas y algunos otros aciertos del dibujo me entraron por los ojos e hicieron que sea una pequeña joyita.


Citar
la máscara que ocultaba los rasgos de Whitney Frost representaba ahora una de las antiguas prósopon del primitivo teatro griego que perfectamente hubiera podido salir de cualquiera de las representaciones de Esquilo.

Por cierto completamente genial esto. Nunca lo había relacionado pero es completamente cierto.







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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #39 en: 27 Febrero, 2010, 12:09:09 pm »
Y aunque ya discutiremos de la etapa Busiek mi planteamiento era que no la comprendí en su momento. Me esperaba una vuelta al clasicismo de iron man, y para mi clasicismo en iron man es M/L. Con Busiek me encontré otra cosa que no me gustó y que después asimilé a que intentaba recuperar elementos del Iron man Pre años 80. Nunca me llegó a convencer y para mi es una etapa fallida.

Me parece difícil que tú y yo discutamos alguna vez. En todo caso, intercambiaremos opiniones sobre algo que nos gusta y nos pasaremos un buen rato.
De todas formas, aunque ya nos tocará hablar de Busiek, habiendo leído sobre tu predilección por Micheline y Layton tenía una cierta impresión del motivo por el que no te acababa de convencer la etapa de Busiek. Y es que es verdad: Busiek tiró más hacia el Hombre de Hierro de Lee que hacia la genial reconversión de Micheline y Layton. Y sabes lo más curioso: que a él la que le gustaba era la etapa de Goodwin y Tuska.
Pero bueno, para no romperme la cabeza más de lo que ya la tengo y tratar de hacerme las cosas ordenaditas, te agradezco el compás de espera para intercambiar opiniones sobre Busiek.

Con estos precedentes cada vez que encuentro una etapa o saga de Goodwin me la leo con cuidado. Cuando me acerqué gracias a la Bm lo hice con muchas ganas esperando algo bueno y me encontré algo mejor. (aunque siendo malo no hay que quitarle algo del mérito a que el resto de la calidad de la Bm sea tan floja)

En mi muy particular opinión, tienes un buen gusto.

Tuska es otro cantar...  ...Pero fíjate que poco antes de su muerte me reconcilie con él. La razón pues que me lei su larga etapa en Power man y ahi cambiaba todo. Sus rostros caricaturizados ahi quedaban bien y las escenas de acción a plenos puñetazos quedaban gozosas y hasta sus horrendos diseños quedaban bien en el ambiente un poco de broma que tenía toda la serie de power man. Para mi el mejor trabajo de Tuska y de verdad me hizo replantearme sus dibujos ahora hasta les empiezo a coger el puntillo.

Yo es que lo de Tuska reconozco que es una debilidad mía. Supongo que nos pasa un poco a todos con algunos autores. A veces hay gente por la que sientes algo que a los demás no se les transmite. Como tú dices, es cuestión de cogerles el puntillo o no.

Veo que no mencionas, mejor que así la menciono yo el Iron man 14. La historia del fantasma nocturno. Fonseca comentaba en su correo que era de las más recordadas de la época. A mi no me hizo falta esperar a su comentario para darme cuenta. Recuerdo haber leido Bm y cuando ví las primeras páginas de esa historia tuve que parar, pensar en lo bueno que había sido eso y dar vuelta atrás para volver a leerlas un par de veces. Las dos primeras paginas de Jhonny Craig son sublimes, con una narración perfecta. Me costaba pensar que ese dibujante al que conocía de los clásicos de la EC y que me habia parecido bueno pero bastante rígido podía tener una narración tan perfecta. La primera página incluso dudo que sea suya de lo buena que es.
Luego la historia no está mal. Un guión más de historieta de terror de la Ec o la warren que  de Superheroes, pero por alguna razón esas primeras páginas y algunos otros aciertos del dibujo me entraron por los ojos e hicieron que sea una pequeña joyita.

Dado lo mucho que me enrollo, suelo dejar muchas (o muchísimas, según se mire) cosas fuera para no superar el número de palabras que me permite cada mensaje. En este caso concreto, me imaginaba que a los que también os gustase esta etapa, os iba a llamar la atención no hacer referencia a la historia del Fantasma Nocturno, pero preferí centrarme en la trama argumental central seguida por Goodwin, seguramente de manera de no muy acertada.

De todas formas, me alegro que tú no la hayas dejado en el olvido y la hayas dedicado el buen comentario que se merece. Creo que así se enriquece más el propósito de este tipo de hilos y se ayuda a la gente que se encuentre un poco perdida a orientarse un poquito más dentro de series, que no nos olvidemos, tienen muchos años de trayectoria. En la mayoría de casos, las propias series tienen más años que nosotros, yo incluido, a pesar de lo que pueda parecer.

Citar
la máscara que ocultaba los rasgos de Whitney Frost representaba ahora una de las antiguas prósopon del primitivo teatro griego que perfectamente hubiera podido salir de cualquiera de las representaciones de Esquilo.

Por cierto completamente genial esto. Nunca lo había relacionado pero es completamente cierto.

Y aunque sea más obvio, fíjate también en que la puñetera máscara resultaba ser de Oro. Dado que el villano de la historia se llamaba Midas, ¿qué mejor metal para una máscara que aquél en el que según (presumiblemente) Esopo se convertía todo aquello que tocaba el rey de los frigios?

:birra:


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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #40 en: 27 Febrero, 2010, 13:12:49 pm »
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Y aunque sea más obvio, fíjate también en que la puñetera máscara resultaba ser de Oro. Dado que el villano de la historia se llamaba Midas, ¿qué mejor metal para una máscara que aquél en el que según (presumiblemente) Esopo se convertía todo aquello que tocaba el rey de los frigios?

Ese es el problema de leer etapas a posteriori. Cuando yo leí la saga de midas yo ya tenía clara la imagen de Madame Mascara por los comics posteriores que había leido. Para mi su mascara era ya indivisible de su traje. Pero me encanta saber de donde vienen las cosas. Por cierto que la saga de Midas fue una de las candidatas a editarse en clásicos marvel. Hubiera quedado unas grapas de lo más majas, aunque claro eso me hubiera impulsado a demandar la Bm de iron man desde el primer momento  :smilegrin:

Sobre Busiek pues a mi también me parece que los tiros van por ahi y por eso quiero volver a relermela ahora que conozco y adoro la etapa de Goodwin. Pero es lo que decía con comics referenciales. Cuando mis amigos leían sus vengadores les parecían buenos comics y espectaculares. Pero yo además me estaba encontrando con un tono muy parecido al de mi etapa favorita de los vengadores, el disfrute para mi era enrome.

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #41 en: 27 Febrero, 2010, 14:30:20 pm »
Sois los putos jefes la verdad...  :adoracion:

Y es que la de cosas que podemos llegar a aprender y tambien valorar del UM gracias a vosotros, tios. Espero de verdad que no cambieis... Acabo de leeros tambien el el hilo del Capi y saqué la misma impresion  :birra:

Por cambiar de tercio y opinar, decir que la primera etapa que voté fue la de M/L, ya que fue mi primera toma de contacto con la coleccion de Iron Man y guardo un grato recuerdo de ello, pero a decir verdad, me seria imposible separarla de la etapa de O'Neill.

Grandes historias para el recuerdo: El vaje a Camelot donde vemos como Muerte hace gala de su intachable sentido del honor, la crisis alcoholica y con ello la escalada de Stane, la recuperacion de Stark con su nueva empresa, Circuitos Maximos, las comeduras de tarro de Rodhes y su miedo a que Stark quiera volver a portar la armadura, lo que conllevó a un duelo de armaduras en el que se puede decir que ninguno perdió realmente: Rhodes seguiría ejerciendo de Iron Man (por poquito mas) y Stark mientras a lo suyo: A hacerse una nueva armadura... En este caso la transformer, que a mi personalmente nunca me disgustó. Tras ello, el duelo con Stane como el El Quincallero  :torta: digoo... Iron Monger. Y luego historias como aquella del Espia Maestro derrotando a Tony, siendo Happy Hogan el que salva los muebles a golpe de boxeo. Grandes momentos, como dije.

Para mi, esto es lo que guardo con mas cariño del gran Iron Man  :amor:


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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #42 en: 28 Febrero, 2010, 14:03:34 pm »
la de cosas que podemos llegar a aprender y tambien valorar del UM gracias a vosotros, tios. Espero de verdad que no cambieis... Acabo de leeros tambien el el hilo del Capi y saqué la misma impresion

No sé muy bien ni qué decirte, Artemis. En lo que a mí respecta, siempre me has dejado sin palabras suficientes para saberte expresar mi agradecimiento. Siempre ha sido un verdadero detalle por tu parte, la verdad, y me he sentido enormemente halagado. Gracias por todo, de verdad.

2º.- Las dos etapas de David Micheline y Bob Layton, con Romita Jr. y Mark Bright. Bill Mantlo había logrado consolidar la serie a efectos argumentales, pero no a efectos de ventas, donde no había manera de hacerla levantar cabeza. Buscando un nuevo impulso, incluso el propio Mantlo se había encargado de traer un nuevo dibujante para la serie, el hijo de John Romita, aprovechando una visita de éste a las oficinas de Marvel para hablar con su padre. Pero para aquel entonces y ante la mala situación, el recién nombrado Jim Shooter y el nuevo editor de la serie Roger Stern ya habían decidido dar un giro total a la situación y formar un nuevo equipo creativo para el Hombre de Hierro.

En aquel entonces, David Micheline acababa de llegar a Marvel después de haber trabajado en algunos títulos de DC. Tras haber colaborado con Shooter en un número de los Vengadores, éste decidió ofrecerle la posibilidad de trabajar con ellos y con el Hombre de Hierro. En el caso de Bob Layton, era Stern quien le conocía de sus viejos tiempos en el fanzine CPL. Layton ya había pasado antes por Marvel entintando a Byrne en los Campeones y ahora regresaba a la editorial tras una época en DC donde ya había coincidido con Micheline en una serie llamada Star Hunters y en Claw the Unconquered.
La fortuna quiso que Micheline y Layton resultaran ser vecinos en aquella época; prácticamente vivían a diez minutos uno del otro. Y esa proximidad resultaría básica a la hora de disparar la serie hasta unas cotas de calidad y de ventas que nunca antes había alcanzado.
Micheline y Layton quedaban varios días a la semana para almorzar o pasar el rato y durante ese tiempo no dejaban de hacer el friki y hablar todo el rato de la serie que tenían entre manos; luego quedaban un día en casa de uno de ellos y pulían la estructura de la historia que habían esbozado, la acción y el desarrollo de los personajes.
Su método de trabajo se basaba en lo que mejor sabía hacer cada uno. Micheline se preocupaba de caracterizar a los personajes, mientras que Layton aportaba su pasión por la tecnología y su previo conocimiento del Hombre de Hierro, pues era un personaje al que había seguido durante muchos años. Si a todo esto le añadimos lo buen narrador que siempre (incluso cuando empezaba) ha sido Romita Jr y el hambre que en él despertaba aquella primera oportunidad seria de hacerse un nombre propio dentro del negocio, el resultado fue uno de los mejores tebeos que Marvel llegó a publicar en aquellos años. Fue la primera vez que se trató al personaje de manera acorde con su nivel de poder, se incrementó el lado tecnológico de la serie, se puso el acento de una manera convincente en su entorno empresarial, y se buscó además de manera intencionada el efecto claramente metálico que gráficamente tan sólo George Perez había sido capaz de dar a la armadura. Todo ello, supuso una revolución para la serie tanto argumental como gráficamente. O lo que es lo mismo, Micheline y Layton fueron al Hombre de Hierro, lo que Claremont y Byrne fueron para la Patrulla X.

Su desembarco en la serie tuvo lugar durante la conclusión de la saga que Mantlo se había montado con Nefaria, Madame Máscara y los Anihombres, una saga que aunque no se supo entonces, iba a significar la última aparición en mucho tiempo de la verdadera Máscara, ya que a partir de esta historia Whitney Frost iba a ser sustituida por sus bioduplicados, como Busiek explicaría años después en los Protocolos de Nefaria, aquel crossover que se montó entre sus Vengadores y los Thunderbolts.
No obstante, se puede decir que Micheline y Layton empezaron de verdad su etapa con la trilogía en la que Stark se enfrentaba a un grupo de traidores en Shield y al final descubría que la propia Shield estaba intentando arrebatarle el control de su empresa, siendo precisamente este final el que marcaba el tono que ambos buscaban para la serie.
Ya desde estos primeros números, Micheline y Layton empezaron a dejar claro que ésta era una serie totalmente diferente a lo que había sido hasta entonces, no sólo por la exuberante acción que empezó a caracterizarla (acordaos por ejemplo de Stark siendo arrojado sin paracaídas desde un avión y poniéndose la armadura contrarreloj y a toda pastilla en plena caída libre), sino por todo el nuevo elenco de secundarios que empezó a desfilar por ella: Bethany Cabe, nuevo interés amoroso de Stark, guardaespaldas profesional y futura directora de seguridad de Stark International (personaje totalmente insertado en la nueva línea femenina que Claremont había instaurado de manera acorde con los nuevos tiempos que corrían); Jim Rhodes, piloto de Stark (con el que se montaron un buen ejercicio de retrocontinuidad, estableciendo entre Stark y él una relación que databa desde el mismo origen del Hombre de Hierro en las junglas de Vietnam (IM #144/2) y que a medida que fue avanzando la historia se convertiría en su hombre de confianza; Bambi Arbogast, secretaria personal de Stark tras la marcha de Pepper Potts; Scott Lang (al que convertirían en el nuevo Hombre Hormiga dentro del Marvel Premiere), Vic Martinelli, Yvette April, etc. Todo ello contribuyó a que la propia Stark International adquiriese una presencia física que no había tenido hasta entonces y se convirtiese en algo más que la empresa de la que era propietario Tony Stark.

Aprovechando este escenario, el tono empresarial empezó a marcar el nuevo estilo de la serie, utilizando a villanos como la Roxxon Oil o el nuevo competidor de Stark, Justin Hammer, específicamente creado por Micheline y Layton como corporativa contrapartida del propio Tony Stark. Al mismo tiempo, gracias al enfoque proporcionado por Layton, los villanos clasicos como Látigo, Ventisca, el Espía Maestro, etc, aparecieron más desarrollados tecnológicamente, mientras que el poder de la armadura era puesto a prueba en enfrentamientos contra Namor o la Masa que dejaban bien a las claras el nivel que el Hombre de Hierro ocupaba en el Universo Marvel.

Sin embargo, la gran trama argumental que Micheline y Layton idearon para la serie poco tuvo que ver con lo superhumano y mucho con las miserias humanas. El alcoholismo de Tony Stark, su primera crisis alcohólica, resultó ser algo completamente nuevo, nunca visto con anterioridad, que iba a encajar a la perfección en la serie y en el propio desarrollo del personaje.
La ruptura con Whitney Frost había dejado bastante tocado a Stark, que empezaba a darle al champán (IM #117) y a liarse a martinis en los aviones (IM #120) para aliviar su recuerdo y soportar mejor las tensiones a las que estaba sometido. Su punto álgido llegó al ser incapaz de soportar la presión a la que le había sometido Hammer, tras manipular su armadura y hacerle asesinar públicamente a un embajador de la ONU. A partir de aquel asesinato involuntario, el whisky le hacía caer en una cuesta abajo cada vez más pronunciada.
El pequeño secretillo de Stark desembocaba en los dos clásicos números (IM #127 y 128) que darían nombre a toda la saga, el Demonio en la Botella, en la que por primera vez no sólo se veía a un superhéroe completamente borracho, en este caso pilotando la armadura, sino incluso suplicar como un perro por un gota de alcohol mientras trataba de superar el síndrome de abstinencia, amén de otra serie de comportamientos nada heroicos. Al final de la historia, Stark conseguiría superar esta primera crisis gracias a la ayuda de Bethany Cabe y Jarvis. Por cierto, si sentís curiosidad sobre algunos aspectos de esta historia, os recomiendo que os metáis en la página de las leyendas urbanas del compañero Celakanto y le echéis un vistazo al trasfondo de la carta de dimisión que Jarvis le presentaba a Stark, porque la cosa tuvo una intrahistoria bastante polémica dentro de las propias oficinas de la Marvel.
Bethany Cabe salió consagrada de esta saga como la nueva pareja de Stark, llegando incluso a deducir su doble identidad, espetándosela luego a Máscara durante el enfrentamiento entre ellas con que concluía la trilogía de los IM # 137-139 y revelando más tarde su conocimiento al propio Stark, cuando éste acudía tras ella a la antigua Alemania Oriental en busca de su marido supuestamente muerto. La salida de Bethany de la vida de Stark por este motivo, resultaría decisiva en la segunda y aún más dura crisis alcohólica de Stark.

Otra cosa que en este caso fue Layton quien aportó a la serie fue el tema de las apariciones de nuevas armaduras. Además de contribuir como co-argumentista y entintador, e incluso en ocasiones como dibujante, al remozado aspecto estético de la clásica armadura del Hombre de Hierro, Layton se encargó de presentar nuevos modelos de armaduras diseñados para misiones especiales que causaron furor entre los lectores y supusieron el pistoletazo de salida para el constante cambio que años futuros caracterizaría la serie.
En concreto, a él se deben la Armadura Espacial (Modelo IX, Mark I y II) presentada en el IM #142 durante la saga de la estación espacial de la Roxxon, la Armadura Espía (Modelo X, Mark I y II) aparecida en el IM #153 durante el rescate de Bethany en la Alemania del Este, o la Hidro Armadura (Modelo XIII, Mark I) aparecida años después en el IM #218.
Y otra historia para mí muy destacable durante esta primera etapa de Layton y Micheline fue la estupendísima saga del aniversario de la serie (IM #149 y 150) que cruzó los caminos de Stark y Victor von Muerte, haciéndoles retroceder a ambos en el tiempo desde Latveria hasta la era artúrica y con Morgan LeFey de invitada, una historia cuyos ecos han llegado hasta la actualidad, aunque perdida la motivación inicial de Victor de recuperar el alma de su madre de manos de Mefisto.

El final de esta primera etapa llegó cuando Layton recibió la oferta de hacerse cargo de la primera miniserie de Hércules, decidiendo entonces abandonar la serie para concentrar todos sus esfuerzos en la misma. La marcha de Layton sería seguida por la de Romita, que decidió también casi simultáneamente dedicar todos sus esfuerzos a Amazing. Ante tales abandonos, sobre todo el de Layton, Micheline perdió interés en la serie y decidió también abandonarla.


La segunda etapa de Micheline y Layton al frente del Hombre de Hierro, vendría precisamente motivada por la marcha de quien había sido su relevo en la serie, Denny O´Neill, siendo su entonces editor Mark Gruenwald quien acudió nuevamente a ellos para volver a poner la serie en órbita.
Cinco años habían pasado desde su último número en la serie cuando ambos regresaron a ella. Y muchas eran las cosas que habían cambiado desde entonces, no ya sólo alrededor del personaje, que había superado una nueva crisis alcohólica, esta vez definitiva, sino incluso en sus propias circunstancias de trabajo. Aunque Micheline seguía residiendo en la Costa Este, Layton se había mudado a Colorado, por lo que la colaboración entre ellos se realizaba ahora por vía telefónica, enviándole Micheline los guiones finales a Layton por correo para que éste estuviera siempre al día. Además, Romita ya no estaba con ellos, sino el entonces prometedor Mark Bright, quien no obstante cumplía perfectamente con su labor.

Tras unos cuantos números para acomodarse a las nuevas circunstancias del personaje y adaptarlo a la visión que ellos tenían sobre cómo debía funcionar la serie (números que utilizaron para finalizar la trayectoria de Cly Erwin en la serie, traer de vuelta antiguos personajes como Bambi Arbogast o presentar a otros nuevos como Abe Zimmer y Marcy Pearson), Micheline y Layton plantearían a continuación la que sería su otra gran saga al frente del Hombre de Hierro, las Stark Wars.
La trama arrancaba de la ayuda prestada por Stark a un mercenario llamado Fuerza para librarse de Justin Hammer. Al examinar su armadura, Stark descubría que ésta utilizaba su propia tecnología. Sorprendido, iniciaba una investigación para descubrir lo que había sucedido, descubriendo que el autor del robo había sido el Espía Maestro y que el propio Justin Hammer era el responsable de su comercialización.
Sabiendo lo que la tecnología del Hombre de Hierro era capaz de hacer en manos equivocadas, Stark iniciaba entonces su propia guerra particular contra todos los personajes con armadura del Universo Marvel, sin distinguir entre héroes o villanos, y con el único objetivo de neutralizarla. Se iniciaba así una batalla campal en la que no sólo caían ante Stark villanos como el Escarabajo, el Zancudo, el Macero o los Raiders, sino que incluso sus enfrentamientos con Mantarraya, los Mandroides y los Guardianes le ponían en contra de Shield y del propio Steve Rogers en su identidad del Capitán.
La línea definitiva era cruzada por Stark al entrar ilegalmente en la antigua URSS para enfrentarse a la Dínamo Carmesí y al Hombre de Titanio, falleciendo éste durante el combate con las consiguientes repercusiones internacionales. Aquello motivaba que el Hombre de Hierro fuese declarado fuera de la ley y resultase además expulsado de los WCA. La única opción de Stark iba a ser simular de cara a la opinión pública que era otra persona la que portaba la armadura (aunque sus allegados sabían lo que en realidad estaba sucediendo) y declarar que ésta estaba actuando por su cuenta y fuera de la órbita del propio Stark.
La situación se resolvía con la supuesta muerte del Hombre de Hierro en combate contra el ejército y el final de la armadura Centurión de Plata, lo que conduciría a la nueva armadura diseñada por Layton, que regresaba al diseño original rojo y oro (Modelo XIV, Mark I, conocida como Armadura Neoclásica) y al enfrentamiento definitivo con Potencia de Fuego, la armadura equivalente a la del Hombre de Hierro diseñada por Industrias Cord, declarando públicamente que ahora era otra persona quien pilotaba la armadura.
Tengo que confesar que las Stark Wars son unas de mis sagas preferidas de la serie, una historia repleta de matices grises, dificilmente encuadrable en la visión a b/n que habitualmente acompañaba a los tebeos de superhéroes, y de la que Stark salía enormemente tocado, aunque asumiendo completamente las consecuencias de lo sucedido y sin otra solución que seguir hacia delante. Todo ello en un precioso epílogo magistralmente dibujado por Barry Smith.

Tras esta saga Mark Bright se marcharía de la serie, siendo sustituido por Jackson Guice. Ya con la nueva armadura diseñada por Layton presentada al final de las Stark Wars (la Centurión de Plata nunca había sido de su agrado, a pesar de haber sido partícipe en su creación), esta segunda fase traería de regreso a Madame Máscara (iniciándose aquí la trama de sus supuestas muertes a cargo de otras Máscaras), así como al Mandarín, al que utilizarían por primera y única vez durante todos sus años en la serie.
Sin embargo, la trama principal de esta nueva fase argumental iba a ser la que comenzase de una manera más discreta a través de la aparentemente intrascendente figura de Kathy Dare, el nuevo interés ocasional de Stark y que se iba a revelar como una loca peligrosa que le acabaría pegando un tiro y dejándole tetrapléjico (IM #242).
La nueva situación hacía a Stark tan dependiente de su armadura como en los viejos tiempos. Sin ella, se veía limitado a vivir en una silla de ruedas. Aunque aparentemente la situación quedaría solucionada seis meses más tarde, con una complicada intervención quirúrgica en la que la Dra. Sondheim le implantaba un biochip en la columna que le permitía volver a caminar, lo cierto es que sus problemas de verdad acababan de comenzar, como John Byrne y Len Kaminski se encargarían de contar a continuación.

Micheline y Layton se despedirían definitivamente de la serie con los dos números de aniversario que llegaban al IM #250, donde al igual que habían hecho cien números antes volvían a enfrentar al Hombre de Hierro y al Dr. Muerte en una nueva saga temporal, esta vez ambientada en el futuro, aunque también con la era artúrica de trasfondo. Tras los cruces con Actos de Venganza, estaba pensado que Layton se hiciese cargo de la serie en solitario, pero no sucedió así.
Pero antes de entrar en la etapa de John Byrne, me parece obligatorio hablar de la espléndida etapa que existió entre las dos de Micheline y Layton, la del maestro Denny O´Neill. Y eso es lo que pienso hacer mañana.

:birra:
« última modificación: 28 Febrero, 2010, 14:20:18 pm por Taneleer Tivan »
¿Está el ser humano preparado para reproducirse por huevos? ¿Y cómo afectaría esto al mundo del tebeo? Cómo veis, no todas las preguntas tienen una fácil respuesta. Sin embargo, nosotros vamos a intentar responderlas...

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #43 en: 28 Febrero, 2010, 21:11:48 pm »
a mi la de O'Neill me apetece mucho leer tu impresión de ella  :thumbup:

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Re: Escoge las mejores etapas de Iron Man
« Respuesta #44 en: 01 Marzo, 2010, 12:29:16 pm »
Bueno, pues aquí la tienes. Lo único que espero es saberla hacer justicia.

3º.- La etapa de Denny O´Neill y Luke McDonnell. Entre las dos etapas de Micheline y Layton, el veterano Denny O´Neill (editor también por aquel entonces del Daredevil en el que Miller campó a sus anchas), hizo un alarde de talento para contar una historia incómoda de leer, a veces desagradable, mostrando en ella unas facetas humanas que difícilmente volverán a ser vistas en un tebeo de superhéroes.
Ante todo, quiero decir que para mí este tebeo es muy bueno y que su resolución de la trama me parece soberbia. Sin embargo (y ojalá me equivoque), no lo veo de fácil reedición, no ya sólo aquí, sino en los USA. ¿Por qué? Pues no sólo por su larga duración, sino porque además no es un tebeo ni fácil ni agradable de leer. Trata temas socialmente incómodos, ajenos a lo que hoy se busca en la industria del entretenimiento, y sobre todo, llega a ser exageradamente realista en la descripción de lo mucho y lo bajo que llega a caer el héroe, que no olvidemos es el personaje protagonista. Además, el dibujo de Luke McDonnell resulta estéticamente simple para el canon gráficamente más elaborado que gusta hoy en día. Es un dibujo muy esquemático, difícil de enganchar a la primera, al incidir más en una narrativa brutalmente contada que en un dibujo detallado y bonito que a mi juicio hubiera falseado el espíritu de la historia que se estaba contando.

O´Neill es conocido sobretodo por su trabajo en DC, especialmente por el Batman y el Green Lantern/Green Arrow que hizo durante los setenta con Neal Adams, donde supo tratar muy bien los problemas de la sociedad actual en el mundo ficticio de los superhéroes. En este sentido, su tratamiento del alcoholismo de Tony Stark no fue sino un nuevo giro de tuerca a la adicción a la heroína de Speedy, aunque reflejado aquí quizá de una manera más dura debido a lo larga que resultó en el tiempo la caída y la agonía de Stark.
Su comienzo en la serie tuvo lugar tras la marcha de Micheline y Layton, cuando Gruenwald acudió a él antes que a nadie para ofrecerle el puesto. Gruenwald conocía a O´Neill y sabía que éste tenía ahí una historia que contar. Y es que aparte de ser un buen conocedor del personaje, O´Neill había leído la saga original del Demonio en la Botella y en ella había una base inmejorable para la historia de trasfondo social que estaba buscando escribir.

La recaída de Stark en la bebida tuvo su origen en una conspiración externa hábilmente urdida (como si de una partida de ajedrez se tratara) por un peligroso y despiadado competidor, Obadiah Stane, un auténtico hijo de puta.
Comenzaba como una historia más, con varios intentos de control mental a los empleados de Stark International (IM #162), al tiempo que una serie de villanos que simbolizaban piezas de ajedrez (caballos, alfiles, torres, peones) atacaban su sede, lo que obligaba a intervenir al Hombre de Hierro. Stark iniciaba entonces una investigación que señalaba al industrial Obadiah Stane como responsable de los ataques, pero carecía de pruebas que le incriminasen. Al mismo tiempo, tratando de superar la pérdida de Bethany Cabe, Stark había iniciado una nueva relación con Indries Moonji, una tipa supermaciza, que sin saberlo Stark, su capacidad de seducción había sido genéticamente alterada por Stane para convertirla en la Reina de la partida que se estaba jugando.
Con Rhodes desaparecido en Escocia como parte del juego, Stane comenzaba a continuación una serie de despiadados ataques financieros contra Stark International, empezando Tony a sentir una agobiante presión a su alrededor cuyo siguiente movimiento era realizado por Stane mediante una botella de whisky tentadoramente expuesta sobre la mesa de su despacho (IM #166). Stark lograba contener a duras penas la urgencia que recorría su cuerpo al verla, pero Stane ya le había tentado con la visión de su demonio particular y Tony empezaba a perder el control de la situación, descargando su creciente frustración con Arbogast y Martinelli.

Con el escenario adecuadamente dispuesto, Stane llevaría a cabo el golpe de gracia a través de su reina, Indries Moonji, que en el peor momento de la crisis abandonaba al desesperado Stark cuando éste más necesitaba de su compañía. Lo siguiente que hacía Tony era rendirse a la desesperación y caer de nuevo en la tentación. Sin saberlo, al deshacerse de Stark, Obadiah Stane había conseguido borrar al mismo tiempo de la ecuación tanto a Stark como al propio Hombre de Hierro.
La recaída en el alcohol narrada por O´Neill fue mil veces peor de lo que había sido la caída. Borracho como una cuba, Stark se enfrentaba al Hombre Máquina hiriendo a sus propios empleados y destruyendo costosísimo material experimental. Solo, consciente del error cometido, Stark ya no podía dejar de beber. Era algo compulsivo. La única solución que encontraba para superar el estrés era beber aún más y pilotar la armadura, lo que originaba más desastres.
Con el consejo de administración de Stark International completamente acojonado por lo que estaba sucediendo, Rhodes conseguía por fin regresar a los USA (IM #169), pero ya era demasiado tarde. Stark estaba enganchado de nuevo. El desencadenante final de su caída tenía lugar cuando un villano de cuarta categoría llamado Magma (al que supongo habréis podido ver en el MTU de Panini) se presentaba en Stark International con ganas de bronca. Completamente borracho, el Hombre de Hierro era incapaz de derrotarle, originando además un apagón en todos los sistemas del complejo que sumía la situación en un caos todavía mayor.
Como en una pesadilla, era entonces cuando Rhodes descubría la doble identidad de Tony, quien en pleno furor etílico caía sin conocimiento, incapaz de tenerse en pie para seguir haciendo frente a Magma. Aquello obligaba a Rhodes a adoptar la única solución posible para salvar la situación: enfundarse la armadura sin tener la más puñetera idea de lo que estaba haciendo, sin saber cómo funcionaba, ni lo que era capaz de hacer o no hacer (IM #170).
La situación era grotesca: mientras Rhodes se jugaba la vida, Stark yacía tirado en un rincón, medio en pelotas y completamente borracho, intentando ponerse una armadura de repuesto en pleno delirio alcohólico. Finalmente, Rhodes lograba salvar a duras penas la situación gracias a uno de los jóvenes científicos de la empresa, Morley Erwin, quien a partir de ese momento le ayudaría a comprender los fundamentos de la armadura, para lo cual Rhodes tenía que ponerle al corriente de la situación y revelarle la identidad de Stark.

Tanto en los correos yanquis como en los de Forum, la gente alucinaba. Ante la situación planteada, por primera vez en un tebeo Marvel un secundario sustituía al primer actor, no de manera esporádica y ocasional, sino de manera permanente. El Tony Stark que aparecía en el tebeo era un desconocido y Rhodes era ahora quien portaba la armadura. Y sin embargo, a pesar de la sustitución, Stark continuaba acaparando el protagonismo de la trama principal.
Desentendiéndose del mundo que se derrumbaba a su alrededor, Tony echaba todas sus responsabilidades sobre Rhodes para así poder seguir bebiendo hasta lograr destruirse por completo, mientras que Rhodes se mostraba incapaz de ayudar a Stark, máxime cuando éste no quería ser ayudado. La difícil situación tenía su reflejo en los Vengadores de Stern (Gruenwald era el editor de las dos series), e incluso el propio Capitán América se dejaba caer por la serie de O´Neill para comprobar con disgusto lo bajo que había caído su viejo amigo.

Y lo peor es que todo esto no era más que el principio. Por difícil que pueda parecer, Stark aún no había tocado fondo en la trama escrita por O´Neill. Lo que vendría a continuación todavía iba a ser peor.
Aunque Rhodes empezaba a hacerse poco a poco con el control de la armadura y lograba salir adelante como Hombre de Hierro, la única preocupación de Tony era irse de borrachera en borrachera sin ningún control. Semejante abandono hacía que nadie fuera capaz de localizarle en el momento de la OPA definitiva lanzada por Stane contra él. Era el jaque mate final. Al final del número, Stane acababa haciéndose con la propiedad de Stark International y la de todos sus activos. Icónica e impactante resultaba la portada del IM #173, con Stark y Rhodes observando impotentes como se sustituían la R y la K de Stark, por la N y la E de Stane en la sede de lo que ahora pasaba a llamarse Stane International.
Aquello suponía el mazazo definitivo para Stark, quien a partir de entonces iniciaba una espiral todavía mayor de autodestrucción tras escaparse de la casa de la madre de Rhodes, donde éste lo había dejado sin saber muy bien qué hacer con él.

Mientras Rhodes y Morley trataban de impedir que Stane se hiciera con la tecnología y las armaduras del Hombre de Hierro (como siempre, con Shield tocando los huevos de por medio), Stark se convertía en un sintecho completamente alcoholizado y constantemente borracho, que vagaba por Manhattan sin importarle nada más que el próximo trago, haciéndole O´Neill protagonizar unas situaciones esperpénticas y grotescas en las que nadie jamás se hubiera imaginado llegar a ver al personaje.
Al mismo tiempo, sus más fieles empleados y tradicionales secundarios de la serie, abandonaban la empresa o se debatían entre las garras de Obadiah Stane, que no dejaba de pavonearse arrogantemente por la victoria conseguida.
O´Neill hundió entonces a Stark en los mayores abismos de su pesadilla. Arruinado, desnutrido, sucio, desaseado, sin afeitar, con el mismo cochambroso esmoquín que había llevado puesto en su última juerga, y cómo no, constantemente borracho, la situación que inicialmente nadie hubiera pensado que durase más de dos tebeos (como había sucedido con Micheline y Layton, y como había sido lo típico en cualquier tebeo de superhéroes hasta esta historia de O´Neill) se prolongaba un número tras otro sin parecer tener fin. No sólo era una agonía para Stark, sino que también lo era para muchos de sus aficionados más fieles, que se debatían entre su lealtad hacia el personaje y su amor por la enorme historia que estaban leyendo.

Aquella tragedia humana tenía que resolverse de alguna manera. Morir o renacer era lo único que le quedaba por hacer a Stark, pero lo que estaba claro es que aquello no podía continuar así por más tiempo.
Tras meses de pesadilla y degradación, la portada del IM #182 (Forum 31) por fin resultó explícita. "Por la mañana Tony Stark estará sobrio... O muerto", rezaba la misma. En mi opinión, éste fue el mejor tebeo de esta etapa, pienso que a la altura de las más grandes historias de los Miller, Claremont, Simonson, Byrne o Stern de esta misma época, a pesar de su total falta hoy de reconocimiento.
En IM #182, O´Neill dio sentido a la agonía sufrida por el personaje, demostrando saber adónde quería llevar su historia, que con este desenlace ya no sólo resultaba ser la historia de una caída, sino también y sobre todo la historia de un renacimiento, la historia de un hombre de hierro, tan magistral como el contado años después por Miller en su Born Again, quizás en este sentido un poco deudor de esta saga de O´Neill.

Así, mientras Jim Rhodes se hallaba en la Secret Wars, Stark se debatía entre la vida y la muerte en plena noche, tirado en un callejón lleno de mierda y durante una nevada de mil demonios. Junto a él se encontraba otra alcohólica que acababa de dar a luz y que fallecía a causa del frío congelador. Sin su abrigo (que había cambiado por unos pavos para poder seguir bebiendo), aterido y muriéndose por un trago, Stark se encontraba con el recién nacido entre sus brazos, sin nadie en las desiertas calles a quien acudir y con su propio calor corporal como única posibilidad de supervivencia del crío.
Aquella situación de vida o muerte sería la que haría renacer al héroe. Sin su armadura, a base de pura fuerza de voluntad, forzado a elegir entre la dulce tentación que sentía por tenderse y dejarse morir de una puñetera vez, y la certeza de que si lo hacía, un ser inocente e indefenso moriría por haber elegido el camino más fácil, Tony Stark hacía frente a una noche horripilante, apretando los dientes para aguantar las ganas de volver a beber, encogido y acurrucado como un cabrón. Soportando la nevada con la mierda de ropa que llevaba puesta, se forzaba a sí mismo a vivir para que así pudiera sobrevivir el pequeño. Su renacimiento como ser humano y como héroe tenía lugar no porque él quisiera o se mereciera vivir, sino porque alguien totalmente indefenso le necesitaba a él para seguir con vida. Con la llegada del nuevo día los dos acababan en un hospital, pero vivos. Tony Stark demostraba una vez más ser un hombre de hierro y con ello salvaba dos vidas, la suya y la del pequeño.
Su renacimiento le llevaba a poner fin a su adicción, aunque aún estaría muy lejos de volver a ponerse la armadura, por la que ahora sentía el mismo rechazo visceral e instintivo que sentía por la botella.

Durante los números siguientes, Stark, Rhodes y Morley, junto con Cly, la hermana de éste último, se trasladaban a California en busca de una nueva vida y un nuevo comienzo, fundando una pequeña empresa de tecnología llamada Circuitos Máximos. A estas alturas, Jim había asumido totalmente el papel del Hombre de Hierro, pero nadie había contado con que los circuitos cibernéticos de la armadura estaban diseñados para Stark y no para él, lo que meses después le llevaría a tener que abandonar la armadura a causa de los intensos dolores de cabeza que ésta le producía.
Desgraciadamente, todo hay que decirlo, sin el tono dramático propiciado por el descenso a los infiernos de Stark, el nivel dramático de la historía disminuía y el dibujo de McDonnell ya no resultaba tan adecuado para esta segunda parte de la historia como lo había sido para la primera.

Sin embargo, aún le faltaba a O´Neill una historia por contar, la historia de la esperada revancha contra Stane. El regreso de Stark a la armadura se fue llevando a cabo paulatinamente para hacerlo coincidir con el IM #200. Los wackos a esas alturas finales de la trama estaban haciendo constantes apariciones en la serie, lo que propiciaba que el cabronazo de Ojo de Halcón hiciera algo parecido a lo que hizo con el Capi de Englehart y manipulase sutilmente a Stark para que éste comenzase a construir una nueva armadura en el rancho, sabedor de que Tony acabaría poniéndosela, aunque aún no sabía cuándo.
Al mismo tiempo, un Obadiah Stane frustrado por no haber podido acabar definitivamente con Stark, iniciaba un ataque contra todas las personas cercanas a él para obligarle a dar la cara y enfrentarse personalmente a él. El punto de ebullición que sacó a Stark de sus casillas tuvo lugar cuando Stane voló por los aires Circuitos Máximos, acabando con la vida de Morley y dejando gravemente herido a Rhodes.
Aquello significaría la esperada batalla definitiva entre Stark y Stane, que acabaría con Stane volándose su propia cabeza dentro de la armadura del Iron Monger (Quincallero, se le llamó por aquí ante la difícil traducción), concluyendo así un largo enfrentamiento que había comenzado cuatro años atrás. El IM #200 supuso un fantástico número conmemorativo que significaría además la primera modificación en más de 20 años del diseño y los colores tradicionales de la armadura del Hombre de Hierro, comenzando así una carrera de diseños que ha llegado hasta hoy. La armadura Centurión de Plata (Modelo XII, Mark I) fue otro diseño más de Bob Layton, aunque en esta ocasión con alguna colaboración del nuevo dibujante de la serie, Mark Bright, quien también comenzaba su etapa con este número. Curiosamente, Layton confesaría posteriormente que el modelo Centurión de Plata nunca le acabó de convencer, así que a la primera oportunidad que tuvieron (leáse Stark Wars), Micheline y él decidieron volver al diseño más clásico y modernizarlo.

A estas alturas, con más de cuatro años de permanencia en la serie, O´Neill ya había contado todo lo que quería contar sobre el personaje. Al mismo tiempo, DC volvía a reclamarle de nuevo a tiempo total con los guiones de The Question y las funciones editoriales de Batman. Así, con el IM #208, tras haber recuperado Stark su fortuna y su empresa, O´Neill no sólo decidía abandonar la serie sino también la propia Marvel para ya no volver nunca más a ella.
Tras él dejó una de las, para mí, mejores y más recordadas etapas del Hombre de Hierro, con una saga que sacó más punta a la condición humana que a la superheroica, y que aunque hoy pocos se acuerden demasiado de ella, ahí ha quedado para todos aquellos que sientan la curiosidad de leerla.

Yo al menos he intentado hacerla un poco de justicia, que creo que se la merecía.

:birra:
¿Está el ser humano preparado para reproducirse por huevos? ¿Y cómo afectaría esto al mundo del tebeo? Cómo veis, no todas las preguntas tienen una fácil respuesta. Sin embargo, nosotros vamos a intentar responderlas...

 

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