¿Pero seguro que no es tono paródico?
No sé, parece el típico personaje creado para criticar algo, creado torpemente y con diálogos de crío de 15 años pero bueh, ya me entendéis.
Hombre, a no ser que fuera una parodia, un personaje imposible de una hipérbole en tono de sátira, encontrarte estas líneas de diálogo en una obra seria de corte realista al menos resulta chocante. Una novela que en cada capítulo te marca quién habla, a qué hora, dónde y qué hace como cuaderno de bitácora. Un realismo pretendido y más falso que Judas. Y es que las estupideces que sueltan personajes como este son tan exageradas y escritas de forma tan colorida y absurda que rompen cualquier verosimilitud.
Hay mucho idiota por ahí en el mundo del "crítico", pero ninguno al nivel de este personaje, vaya
Simplemente porque las tonterías que suelta (en realidad importa la crítica, no la obra, escribir lo hace hasta un mono, la escritura es un arte menor, somos guardianes de la verdad) no resultan creíbles en absoluto. ¿Qué engendro diría todas esas tonterías en una entrevista? ¿Quién habla así?
Además, como dije, es generalizado; los inspectores de policía hablan exactamente igual. El problema de los personajes de Dicker es que no hablan como personas normales. Todos parecen sacados de un culebrón.
Dice el Capitán de policía después de haberles encargado el caso el día anterior diciendo que confía plenamente en ellos, que son los mejores policías que conoce:
"¿Vais a conseguir resultados ya? ¡Mi culo está en juego! ¡Vais a quedar como unos gilipollas, yo voy a quedar como un gilipollas! ¿Sabéis lo que dicen vuestros compañeros en la máquina del café, eh? ¿Lo sabéis? ¡Dicen que sois unos fracasados! ¡Unos perdedores! ¡Así que salid ahí fuera y resolved el caso! Confío en vosotros"*
Como speech motivacional no tiene precio, no.
Ni Arma Letal tiene discursos así.
Es una constante. Los tíos se presentan en una empresa de alquiler de trasteros, van al alquilado por la desaparecida con una cizalla y lo abren de buenas a primeras, sin orden judicial, sin consultar a su superior ni leches.
Y así, cientos de cosas.
*No literal.