He leído Equipo Rojo.
Se trata de una miniserie de 7 números publicada originalmente por Dynamite, escrita por Garth Ennis y dibujada por Craig Cermak, que narra la historia de un grupo de élite perteneciente a la policía de Nueva York, el cual decide tomarse la justicia por su mano eliminando a criminales que escapan a la justicia por diversos motivos. A caballo entre la novela negra y el género policíaco, Ennis nos lleva por un camino que profundiza en los límites morales de la justicia, la adicción a la muerte y una versión más realista del concepto del justiciero.
A mí me ha gustado mucho, me parece una historia intensa, bien narrada, que sostiene el peso argumental en largos diálogos y que poco a poco desemboca en un desenlace tan dramático como trepidante. La caracterización de los personajes es prácticamente perfecta, presentando a un grupo de élite muy unido por el compañerismo y entregados a una causa que parece perdida. También es muy interesante ver como se cruza esa línea de la ilegalidad con dosis de profesionalidad, hasta llegar el momento en el que se dan cuenta que han dejado de ser policías y están más cerca de ser criminales. Una interesante dicotomía moral que sobrevuela toda la obra y que recuerda mucho a películas clásicas como "El Justiciero de la ciudad", pero más orientada a explorar la condición humana que la violencia. De hecho, aunque pueda parecer raro, en esta obra tenemos a un Ennis muy serio, para nada entregado a los excesos habituales en él, postergando la violencia gratuita en beneficio de otro tipo de factores más reflexivos e interesantes. Posiblemente uno de los mejores trabajos de Ennis en los últimos tiempos, acompañado por un dibujante a la altura del realismo necesario para la trama, aunque le falta un poco de expresión facial a los personajes, para que transmita algo más. No obstante, tanto el apartado gráfico como el guion se fusionan muy bien para llegar a un punto en el que se solidifican, dando como resultado un intenso thriller policíaco que muestra la corrupción policial como una variante que a veces puede tener sentido, incluso quizá pueda ser justificada. Una forma excepcional de analizar el dicho de "el fin justifica los medios".