Universo Marvel 3.0


Noticias: Lee el Reglamento oficial del foro
Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate

Activación en pruebas del Foro UM

Hemos vuelto, y creemos que lo hemos hecho desde la realidad alternativa correcta. Si ves algún glitch o error, por favor, comunicalo. Gracias.

Mostrar Mensajes

* Mensajes | Temas | Adjuntos

Esta sección te permite ver todos los posts escritos por este usuario. Ten en cuenta que sólo puedes ver los posts escritos en zonas a las que tienes acceso en este momento.

Mensajes - rockomic

Páginas: [1] 2 3 ... 1148
1
Doctor Extraño: Marvel Héroes 1: Doctor Extraño de Roger Stern (1981-1985)




Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-doctor-extrano-marvel-heroes-1-doctor-extrano-de-roger-stern-1981-1985/


Este primer tomo del Doctor Extraño publicado en la colección Marvel Héroes, y quinto en el global de la cronología del Maestro de las Artes Místicas, recopila por entero la etapa guionizada por Roger Stern. La segunda etapa, en realidad, tras la primera toma de contacto de Stern con el personaje efectuada justo antes de la también corta etapa de Chris Claremont.
Si aquella primera serie de números escritos por Roger Stern significaban su periodo de rodaje en la colección, el tomo que tenemos entre manos es el de la confirmación.

Podríamos fraccionar la etapa que engloba este tomo en tres sagas principales, cada una de las cuales está firmada por uno de los tres ilustradores más o menos estables que acompañan a Roger Stern: Marshall Rogers, Dan Green y Paul Smith. Tres sagas que vienen separadas por numerosos episodios de transición o distensión en los que también participan otros dibujantes e incluso guionistas.

Precisamente, un relato corto dibujado por Michael Golden y un episodio autoconclusivo con Gene Colan a los lápices dan el pistoletazo de salida al tomo. Un número, éste último, más bien modesto en el que Ikonn, personificación de la ilusión, cruza el plano astral y amenaza nuestra realidad.
Es en el siguiente número cuando entra como dibujante estable Marshall Rogers, siempre acompañado de Terry Austin, que se ocupara del entintado de todos los números del nuevo artista gráfico. Otro episodio aislado, constando el Hermano Vudú como héroe invitado, en el que el Doctor Extraño hace frente a un espíritu maligno llamado Damballah.
Tras este par de números de calentamiento, empieza realmente el recital de Roger Stern.
Stern, por cierto, sigue contando con Sara Wolfe, la administrativa de origen indio que creó Claremont en la anterior etapa. Por supuesto, también siguen ahí Wong y Clea, aunque...


El adiós de Clea.

En la primera parte de esta etapa recogida en este volumen, Roger Stern desarrolla una serie de acontecimientos que concluyen con la marcha de Clea y la caída de Stephen en un estado de abatimiento ante la pérdida de su amor. Un proceso perfectamente argumentado ya desde la presentación de la pieza clave de todo ello, el nuevo fichaje para la nómina de personajes secundarios, Morgana Blessing. Morgana aparece como una escritora mediática que es usada por el Barón Mordo para atacar a su archienemigo, pero el personaje en realidad esconde mucho más. Además de despertar un tierno interés por Extraño, Stephen pronto advierte en ella lo que parece algún tipo de manifestación mística. El enigma de todo ello obtiene explicación en la primera de las sagas que incluye el tomo, en lo que resulta una de las ideas irrebatibles marca de la casa de Roger Stern. Una aclaración que encuentra lugar en el pasado, en el encuentro de una de las remotas encarnaciones de Morgana con el Doctor Extraño. Un encuentro que precisamente es consecuencia de esta misma historia, resultando en una singular propuesta dentro de los clásicos argumentos de las afectaciones temporales.

Pero la saga ofrece mucho más que el caso de Morgana Blessing. Nos encontramos, en realidad, ante dos líneas argumentales con un importante grado de independencia por las que pasa un hilo de continuidad esencial.

Siguiendo el rastro de Morgana, nuestro protagonista hace parada en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, donde se desarrolla la primera mitad de la saga. Época en la que irrumpe Dormammu como auténtico villano. El señor de la Dimensión Oscura, que había utilizado al Barón Mordo como un monigote, pretende conquistar el planeta a través de su encarnación en un pasado en guerra. Para ello se vale de dos hechiceros de la época, Sir Anthony Baskerville y el Vizconde Heinrich Krowler, éste último abuelo del propio Mordo, a quienes usa como peones de su plan. Roger Stern sabe seducirnos integrando en la historia ni más ni menos que a los más famosos combatientes de la guerra contra los nazis de Marvel, Nick Furia, Dum Dum Dugan y sus Comandos Aulladores. Pero también se vale del interés de Hitler por el ocultismo para convertir al Führer y a su sanguinaria guerra ni más ni menos que en colaboradores involuntarios del plan de Dormammu.
Una locura de trama con un tablero de juego plagado de piezas, todas bien situadas, en la que Stern y Rogers saben tensionar la situación. Y, en lo más profundo, una lucha entre el amor y el odio muy descriptiva de esta primera parte de la etapa de Roger Stern.

En lo que atañe al apartado gráfico, Marshall Rogers está que se sale en esta aventura en la era nazi. La progresión del dibujante ha ido claramente de menos a más, siendo su fuerte el espectacular despliegue de efectos y estallidos de magia lumínica.

En el segundo acto de la saga hay un vuelco en la relación de personajes participantes, a excepción de Morgana Blessing, figura vertebral de la trama y de, claro está, el propio Doctor Extraño. En esta ocasión, Extraño acude al llamamiento de otro de sus enemigos más mortales, Pesadilla. Resulta que un fragmento del alma de Morgana ha seguido viajando imparable hacia el pasado, de encarnación en encarnación, amenazando al propio germen de toda la humanidad y, en consecuencia, a la existencia de la dimensión de los sueños, lugar donde gobierna el siniestro villano. Así que la línea argumental vuelve a consistir en un periplo del Doctor Extraño por el pasado, esta vez haciendo parada en tres reconocidas épocas: la inquisición española, el dominio de los mayas en el Yucatán y el imperio egipcio. Tres aventuras en sí mismas, destacando la última, donde Stern y Rogers rinden homenaje a los Cuatro Fantásticos de Lee-Kirby. El Doctor Extraño viaja al antiguo Egipto justo al mismo instante temporal al que viajaron los Cuatro Fantásticos en aquel lejano Fantastic Four 19. De este modo, vemos como Extraño, en su forma astral, vive la disputa del cuarteto frente a Rama-Tut, e incluso descubrimos cómo ayuda al grupo a superar a su adversario sin que ninguno de ellos se percate de nada.

El resultado de todo ello, como decía, es la partida de Clea hacia su dimensión natal. La reacción de la discípula de Stephen resulta exageradamente sensiblera, pero considero su validez en la medida de que Clea es en realidad una mujer proveniente de otra dimensión, inadaptada en cierto modo, cuyas pautas emotivas no tienen por qué ser las mismas que las de una mujer terrestre.

El desenlace deriva en cierta caída en depresión de Stephen Extraño, que nada puede hacer para evitar la marcha de su amada. He aquí, pues, el principal cambio aplicado al protagonista por parte de Roger Stern. Un Doctor Extraño cuyos quebraderos de cabeza hasta ahora tenían único origen en los practicantes de las artes oscuras, se encuentra de golpe con un sentimiento desconocido para él, el desamor.
Precisamente, la serie de números post-Clea vienen funcionan como periodo de transición en el que el hechicero intenta asimilar su nueva realidad y dejar atrás un estado depresivo que empieza a afectar negativamente a sus poderes. Una transición que también lo es en el apartado gráfico tras la marcha de Marshall Rogers. El baile de artistas es amplio en esta serie de números, pero afortunadamente nada hay que temer porque todos ellos son lo suficientemente talentosos.

El primero de estos episodios lleva insertado un relato a modo de recuerdo de Stephen Extraño en su actual estado de reflexión. Lo curioso del caso es que este relato central no es obra de Roger Stern, sino de J. M. DeMatteis, que viene acompañado de Brent Anderson a los lápices. Las pocas páginas en tiempo presente, a modo de prólogo y epílogo, sí que son de Stern, en su caso acompañado del dibujante Paul Smith. Extraño recuerda una historia junto a Clea en la que hicieron frente a Tiboro, cuando esté viejo oponente de la era Lee-Ditko puso bajo su control a una serie de chavales fanáticos de las Artes místicas. Un buen episodio, desde luego.

A continuación, es Michael Golden quien dibuja otro episodio aislado. En esta ocasión, D'Spayre, el demonio destructor de esperanzas e inoculador del miedo, aprovecha la situación de vulnerabilidad del Doctor Extraño para jugar con su cerebro. Un muy buen episodio en el que Extraño vive una secuencia prácticamente calcada a la que experimenta James Stewart en ¡Qué Bello es Vivir!, en lo que se entiende como un bonito homenaje de Roger Stern al clásico film de Frank Capra. Pero lo más destacado del número pasa por ser el espectacular trabajo gráfico de Michael Golden.

El siguiente turno es para Paul Smith, que intenta ponerse en la piel de Steve Ditko asimilando algunas de sus virtudes como su clásico juego de luces y sombras. Estupendo trabajo gráfico para un capítulo más en el camino del Doctor Extraño hacia el olvido. Nuestro hechicero decide conceder una entrevista a Morgana Blessing, pero el equipo de técnicos que la secundan resultan ser tres viejos conocidos de la era Lee-Ditko. Estoy hablando de Demonicus, Adria y Kaecilius, los antiguos subordinados del Barón Mordo, que irrumpen con aires de venganza, para acabar doblegados por Extraño de forma humillante.

Igualmente curioso es el número dibujado por Kevin Nowlan. Resulta que todo el mundo parece haberse enterado de que el Doctor Extraño se ha quedado sin discípulo, de modo que una multitud se concentra delante de Bleecker Street ante la perplejidad de Stephen, Wong y Sara Wolfe. La trama da para la irrupción de dos místicas ya presentadas en otras colecciones, Margali Szardos y su hija Jimaine a quienes les depara un sorprendente final, pero poco más. Tras conocer que el anciano Genghis (otro personaje de Lee-Ditko que Stern recupera, y van...) estaba tras la difusión, el caso pasa al olvido.


La caída de los vampiros.

Antes de entrar en la segunda gran saga del tomo, nos encontramos con la única referencia de Roger Stern a lo que estuvo desarrollando en su primeriza etapa. Me refiero al caso del Merodeador de las Tinieblas, la amenaza, desconocida para Extraño, pero no para los lectores, que prácticamente monopolizó aquella serie de episodios. El místico superhéroe tan sólo llega a iniciar el rastreo del misterio que se escondía tras aquellos ataques sufridos, antes de pasar a ocuparse de otro asunto y olvidarse del tema. Quizás Stern fue retrasando la resolución de la trama hasta que se quedó sin tiempo para ello, porque resulta extraño que el guionista acabara dejando semejante cabo suelto.

La era del género del terror y la irrupción de los monstruos clásicos en el Universo Marvel había quedado atrás con el cambio de década y, especialmente, con la destrucción del Conde Drácula en el último número de su colección propia. Pero si existe un personaje en la cultura de ficción capaz de volver a la vida (o no vida) cuantas veces sea necesario ese es Drácula, de modo que Roger Stern decide resucitar al señor de los vampiros en una nueva saga que toma el guante de la mítica colección de Marv Wolfman y Gene Colan. De hecho, Stern no sólo recupera a Drácula para la ocasión, sino también a tres de sus incansables cazadores, Hannibal King, Blade y Frank Drake.
En lo referente al apartado gráfico, Dan Green entra como dibujante a lápiz para ocuparse específicamente de esta saga. De los cinco episodios de los que consta, Green se ocupa de los cuatro primeros, mientras que el último recae en Steve Leialoha. El trabajo con el lápiz de Dan Green, habitual entintador, creo que resulta más que digno, aunque seguro que el entintado de Terry Austin influye lo suyo en la vistosidad de los acabados.
Extraño y el trío acompañante deben impedir a toda costa que Drácula se haga con el Darkhold, el libro de los muertos versión marveliana, y convertirse así en un ser de inmenso poder. Una trama que transcurre entre la mansión de los Vengadores, lugar donde permanece guardado el libro en una cámara de seguridad, y Transilvania. Precisamente dos vengadoras, la Bruja Escarlata y la Capitana Marvel se incorporan también al grupo de los buenos, mientras que Drácula cuenta igualmente con su séquito de devotos, los llamados Darkholders.
El resultado es una magnífica saga que trae consecuencias de largo alcance para el vampirismo dentro del Universo Marvel, y que también nos deja la asociación entre King, Drake y Blade, los cazavampiros de Marvel en los 90. Considero que la escritura de Roger Stern hace justicia al estilo de Wolfman en la Tumba de Drácula, haciendo de esta saga una digna continuación de la crónica del Príncipe de las Tinieblas.

La saga vampírica da paso a otra serie de episodios de transición, incluidos dos números de relleno. Roger Stern se toma un pequeño descanso que se traduce en un par de episodios a manos ajenas de los que se puede prescindir sin problemas. Especialmente obviable es el primero de ellos, obra de Carl Potts como autor completo, una historia que protagonizan personajes de un sólo uso. El segundo, realizado por Ann Nocenti y Tony Salmons, cuenta una historia de posesiones, un poco surrealista, sobre un tipo que parece inspirado en Salvador Dalí. Por lo menos no está mal.

De nuevo con Roger Stern a los guiones, siguen tres episodios autoconclusivos en los que Paul Smith se convierte en el dibujante de la colección quitando un par de números aislados.
En primer lugar, un buen episodio donde el Doctor Extraño debe detener a una horda de demonios convocada de forma inconsciente por un mago farsante.
A continuación, tres peregrinos del Himalaya encargan al Doctor la búsqueda de la nueva encarnación del Lama.
Y un tercer número dibujado por Steve Leialoha que recupera el hilo de la saga de Drácula, pero ya sin el rey de los vampiros.


La saga de la Dimensión Oscura.

La llamada de auxilio de su vieja amiga Victoria Bentley, lleva a Extraño a trasladarse a Inglaterra, al castillo dónde reside el Caballero Negro. Una historia que es la antesala de la última gran saga, la que culmina la etapa de Roger Stern en Doctor Strange: la liberación de la Dimensión Oscura de la tiranía de Umar.
Tras ayudar Extraño a Dane Whitman a librarse del poder que lo estaba corrompiendo, ambos se ven sorprendidos por el ataque de Umar en un crucero de placer, poniendo así el detonante para el inicio de la saga. Una espectacular escena de acción que quizás sea la mejor muestra del talento narrativo de Paul Smith en esta etapa.

Una saga que curiosamente se ve interrumpida por un caso aparte, incluido dibujante invitado, cuándo Extraño debe ocuparse de una emergencia a instancias del ejército. Un primitivo mundo interdimensional llamado Kobar gobernado por un guerrero tiránico, muy bien elegido para la ocasión, amenaza con conquistar la Tierra. Un magnífico relato antinuclear con el blanco situado en el ejército de los Estados Unidos con toda la intención por parte de Roger Stern. Bret Blevins es el dibujante del episodio, marcándose un buen trabajo.

La saga de Umar trae de nuevo a Clea a la colección, ahora convertida en líder de los rebeldes en la conquista del trono de la Dimensión de Dormammu, en manos de su hermana Umar.
El resultado es, posiblemente, la mejor de las tres grandes sagas desarrolladas por Roger Stern en esta etapa. Una aventura mística a modo de fantasía heroica repleta de momentos de notable trascendencia. A destacar el relato de origen de la Dimensión Oscura, de los hermanos Dormammu y Umar, a quienes Stern sabe aplicar matices, y de cómo llegaron al poder. También está la presentación de Orini, padre de Clea y la revelación de que Umar es en realidad su madre. O la escena final con Umar a la desesperada rompiendo la barrera que separa su reino de los Sinmente.
Precisamente, Clea es el personaje que más crece a manos de Stern. El guionista nos dibuja a una mujer fuerte y segura de sí mismo, una líder en contraste a la aprendiz habitualmente desubicada y anodina de su estancia en la Tierra.
En definitiva, una espléndida saga que rúbrica de la mejor forma el paso de Roger Stern por el Doctor Extraño.


Triunfo y Tormento.

No termina aquí este volumen recopilatorio del Doctor Extraño de Roger Stern, porque todavía queda espacio para la inclusión de tres números ajenos al título regular del hechicero, pero también guionizados por Stern.

El primero es un episodio corto, no principal, incluido en la colección Marvel Fanfare y publicado en el ecuador de la etapa comentada. Roger Stern se acompaña de los dibujos de Charles Vess en esta historia que nos cuenta como el Doctor Extraño propina una buena lección a un orgulloso estudiante de las artes místicas que le desafía a un combate místico.

Pero el premio en este apartado se lo lleva sin duda alguna la novela gráfica coprotagonizada por el Doctor Extraño y el Doctor Muerte, "Triunfo y Tormento".
Después de años de progresiva evolución del cómic de superhéroes en paralelo a la edad de sus lectores, en los años 80 surgieron las Marvel Graphic Novels como formato contenedor de historias de carácter más netamente adulto. Con la novela gráfica que nos ocupa damos un salto de cuatro años, hasta 1989, respecto al último número del Doctor Extraño incluido. Un salto en el tiempo que, sumado a la naturaleza de las MGN da como resultado un cómic bastante diferente. No sólo nos encontramos con una aventura de una extensión superior (80 páginas), sino que la cualidad del apartado gráfico toma aquí otra dimensión. El encargado de la labor es un Mike Mignola en los primeros años de su carrera que ya se marca un trabajo de nivel. Pero lo que quizás más marca la diferencia respecto a los comic-books convencionales es el uso del color. Mark Badger, el entintador y colorista de la obra, realza los dibujos de Mignola con estallidos de color, claroscuros y degradados de gran belleza.

Pasando a la parte escrita, Roger Stern reúne a Extraño y Muerte en una aventura que tiene inicio en un torneo de magos organizado por el anciano Genghis, cuyo fin es la elección del Hechicero Supremo. Una primera escena de acción notable, pero que no deja de ser un preámbulo de lo que realmente nos quiere contar Stern: un viaje al yo más íntimo y desconocido del Doctor Muerte, indudablemente el personaje central del relato.
El pacto al que están obligados Extraño y Muerte tras la contienda dicta que el hechicero libere el alma de la madre del monarca de Latveria. El compromiso del Doctor Extraño traslada el escenario al Inframundo gobernado por Mefisto, demonio a quien la mujer entregó su alma y auténtico villano de la historia. Páginas de ambientación lóbrega de gran belleza que constituyen el acto central de la obra, pero es en el trabajo de profundidad de Roger Stern con Victor Von Muerte dónde está el quid de la cuestión. Además de descubrirnos detalles desconocidos del origen del Doctor Muerte, así como relatarnos una pormenorizada historia de sus orígenes gitanos hasta el fatal accidente que desfiguró su rostro, el guionista nos presenta al personaje complejo que reside debajo de la carcasa de dictador despiadado. Un hombre atormentado, víctima de sus obsesiones e incapaz de sentirse feliz, cuyo amor por su madre pasa por encima de cualquier otro sentimiento. La mejor evidencia de la complejidad del personaje la tenemos en la reacción del Doctor Extraño, cuando pasa de no querer oir ni hablar de la posibilidad de ayudar a Muerte a mostrarle respeto. La escena final de la historia habla por sí sola.

El tercer número ajeno incluido, que cierra definitivamente el tomo, fue publicado ya en 2011, pero en realidad es un relato realizado en 1998 que debía haber sido incluido en del título Marvel Universe si no hubiera sido cancelado prematuramente. Roger Stern escribe, con la ayuda de Joe Edkin, esta aventura del Doctor Extraño publicada en el One-Shot de Marvel Vault dibujada por Neil Vokes. Un curioso relato histórico que nos cuenta cómo ahuyentó los demonios reinantes en su recien adquirida mansión justo antes de convertirla en su Sancta Sanctorum.


Conclusión.

En resumen, un volumen que recoge la que es una de las etapas más reconocidas del hechicero titular del Universo Marvel, con la garantía que supone tener detrás la escritura de Roger Stern.
Las tres sagas de la colección madre, sumadas a la novela gráfica, hacen de éste un tomo altamente recomendable.

2
Pues para mí las BM y creo que ya está.

3
Los Defensores: Marvel Limited Edition 6: La Mano de los Seis Dedos (1981-1982)

(...)

Conclusión.

Más o menos al nivel del anterior, las historias que rellenan este sexto volumen de los Defensores sobreviven como divertimento totalmente despreocupadas de su no paso a la posterioridad.
Así es como considero que hay que tomarse un tomo recopilatorio que nos deja una entretenida saga central y mucho colorido, pero que pasa un poco de puntillas por la historia de Marvel.
Yo acabo de empezarlo y me encanta  :amor:

Serán historias inocentes, sin gran trascedencia, pero entretenidas  :thumbup:

Ya comentaré brevemente mis opiniones cuando lo termine  :thumbup:

Pues sí, eso es.
Realmente, pasas un rato la mar de divertido.

4
Panini / Re:Plan Editorial Panini 2024 (III): Se avecinan cambios
« en: 24 Abril, 2024, 14:52:51 pm »
Coleccionable de Drácula???

Sacan una oferta con los 2 primeros tomos de la biblioteca Drácula HC que sacaron antes de las BMs.

Pues debieron hacer una tirada enorme, porque la colección no vendió nada mal si miramos los números de Whakoom. Bastante mejores que los de las bibliotecas de Eternos, Caballero Luna y Alpha Flight.

5
Muy buena reseña, Oskarosa.

Querías decir rockomic;)

Uy, perdón. Es que esta mañana ni le había dado el primer sorbo al café  :oops:

Don't worry.  :birra:

Y gracias a todos, compañeros.  :)

6
Los Defensores: Marvel Limited Edition 6: La Mano de los Seis Dedos (1981-1982)




Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-los-defensores-marvel-limited-edition-6-la-mano-de-los-seis-dedos-1981-1982/


Tras las etapas comandadas por David Anthony Kraft y Ed Hannigan, englobadas respectivamente en el cuarto y quinto tomo de esta colección, esta sexta entrega significa el debut en los Defensores de un guionista que se va a quedar durante largo tiempo, J. M. DeMatteis.
De esta forma, el presente tomo recoge la primera parte de la etapa DeMatteis. Una primera parte que cuenta con una total estabilidad en el equipo de autores puesto que Don Perlin acompaña al nuevo guionista en todos los números incluidos. Perlin, que ya había entrado como dibujante estable en el tramo final del anterior volumen, se quedará también más allá de los límites del tomo que tengo entre manos.
En lo referente al apartado del entintado, la estabilidad también es alta al ocuparse de ello Joe Sinnott en casi todos los números incluidos.

Sin embargo, el tomo se inicia con un par de relatos ajenos a la colección madre protagonizados por Halcón Nocturno. Se trata de dos historias cortas, a modo de complemento, procedentes de un número del volumen 2 de Tales to Astonish (serie dedicada a las reediciones), y del #101 de Marvel Team-Up. En realidad, entre ambos relatos viene intercalada la historia principal de ese mismo número de Marvel Team-Up, que tiene como invitado al propio Halcón nocturno, pero dejo su análisis para la reseña de su correspondiente tomo.
Al respecto de los dos relatos de Halcón Nocturno, decir que el primero es obra de Naomi Basner y Alan Kupperberg, y enfrenta al Defensor a Cyrus Black, mientras que el segundo está realizado por Mike W. Barr y Steve Ditko, en una historia que cuenta como Halcón Nocturno ayuda a una niña discapacitada. En cualquier caso, dos relatos insignificantes que ni siquiera merecen la pena a nivel gráfico.

Entrando ya en la colección de los Defensores, la etapa DeMatteis empieza con mal pie con dos números autoconclusivos bastante flojetes. Principalmente, porque dos guiones que daban para saga completa acaban resueltos en un solitario episodio cada uno, sin posibilidad de desarrollar las historias de forma apropiada.
En el primero de ellos, el ente cósmico Eternidad acude al Doctor Extraño tras haber puesto en peligro la existencia del propio universo. Resulta que Eternidad decidió crear identidades de sí mismo y dispersarlas con el fin de aplacar su soledad, pero resulta que tres de estas identidades le cogieron gusto a esto de vivir sus vidas como humanos y no regresaron a su cuerpo madre. De entrada, canta un poco que un ser omnipotente como Eternidad sea capaz de meter la pata de forma tan caprichosa.
El caso es que Extraño reúne a los primeros espadas del no-grupo para ir al encuentro de las tres porciones de Eternidad reconvertidas en humanos, dando lugar a la clásica aventura, ya vivida en anteriores ocasiones, en la que el grupo se divide en tres subgrupos que se desplazan a diferentes escenarios. Los lugares concretamente son, un templo indio, una aldea al norte de Rusia y una isla griega, mientras que los Defensores viajantes, a pares, son Gata Infernal, Hijo de Satán, Hulk, Halcón Nocturno, Namor y Valquiria. Apenas una página para cada una de las tres aventuras, mensaje final moralista y balance más bien pobre.

El segundo episodio no es mejor. Un Namor controlado mentalmente por una falsa Lady Dorma decide guiar a sus tropas atlantes a invadir la superficie. Nebulón, ya conocido de estas páginas, resulta ser el villano detrás de todo.
Lo único relevante de estos primeros episodios está en la novedad aplicada a Halcón Nocturno. Kyle Richmond experimenta un extraño cambio en su naturaleza por el cual queda totalmente paralizado durante el día. De este modo, su horario de acción como superhéroe queda reducido al espacio de tiempo entre el ocaso y el alba. La enfermera que queda al cuidado de Kyle, Luann Bloom, nos guarda alguna sorpresa, aunque ya para el próximo volumen.

J. M. DeMatteis, por cierto, no da continuidad a la idea emprendida por Ed Hannigan en la parte final de su etapa, según la cual los Defensores pasaban a tener un cuartel general en la residencia de Patsy Walker. El guionista se busca una excusa para quitarse de encima, tanto la casa, como su ama de llaves Dolly Donahue, y traslada al grupo al Sancta Sanctorum de Stephen Extraño, haciendo Wong las veces de mayordomo.

Pasando a la siguiente aventura, afortunadamente la cosa mejora mucho respecto los dos primeros episodios. DeMatteis se embarca en algo mucho más grandilocuente, la saga de la Mano de los Seis Dedos. Una línea argumental sobre satanismo dividida en siete capítulos, el último de los cuales es doble coincidiendo con el número 100 de la colección. Contando seis dedos por seis demonios, a razón de uno por capítulo, la saga es un desfile de gran parte de los personajes del UM con vínculo demoníaco o encarnaciones del mal, ya sean héroes o villanos.
Dentro de los Defensores, gozan de especial protagonismo en la historia el Hijo de Satán y una Gata Infernal que resulta poseída por los demonios de la Mano. Eso mientras dos nuevas piezas se unen al no-grupo, el Exterminador de Demonios, viejo conocido del grupo, y la Gárgola (Isaac Christians). Este último hace aquí su primera aparición en el Universo Marvel para unirse casi automáticamente a los Defensores. También vemos cómo van pasando, en calidad de personajes invitados, Drácula, el Motorista Fantasma y el Hombre-Cosa.
Ya en el tramo final de la saga, Namor, Hulk, Estela Plateada y Clea se unen al Doctor Extraño, la Valquiria, la Gata Infernal, el Hijo de Satán, Halcón Nocturno, la Gárgola y el Exterminador de Demonios, completando así una de las alineaciones más numerosas del no-grupo hasta la fecha.
Pero eso no es todo, porque en el acto final de la saga irrumpen las verdaderas estrellas de la función tras la amenaza de la Mano de los Seis Dedos: Satán y sus otras manifestaciones conocidas hasta el momento en este Universo de ficción, Mefisto, Thog y Satannish.
El episodio doble final, bajo el seductor título de "El Infierno en la Tierra", precisamente vuelve a convertirse en otra aventura por capítulos en diferentes escenarios y con los Defensores divididos en grupos. Nula originalidad, pero diversión asegurada.
En la explicación final de la saga, DeMatteis también aprovecha para brindar algo de sentido a las dos primeras y autoconclusivas historias, creando un vínculo con la saga que parece más producto de la improvisación que otra cosa.

En resumen, una saga que ni mucho menos pasa por ser memorable, pero su colorido abanico de demonios, arcángeles, posesiones, dimensiones oscuras y demás parafernalia ocultista, bajo una esencia en realidad juguetona y cándida, convierten la experiencia en un muy buen entretenimiento. Y me da la sensación de que el trabajo de Don Perlin tiene mucho que ver en esta percepción. Ya sabemos que Perlin es un dibujante limitadito técnicamente, pero no es menos cierta su habilidad para imprimir dinamismo a las historias que narra, como ya pudimos comprobar, por ejemplo, en su etapa como dibujante del Hombre Lobo. Además, el entintado de Joe Sinnott soluciona aquí, en parte, la papeleta estética de sus trazos.

La post-saga abre la puerta a una serie de episodios que tocan aspectos personales de los Defensores. En especial, un bonito número de distensión en el que los Defensores que siguen en la brecha tras la saga llegan a reflexionar experimentando diferentes historias del mundo real.
Pero también un episodio dedicado a Halcón Nocturno, quien descubre, con ayuda de Clea, el verdadero origen de su parálisis diurna. Una historia que recoge el guante del Marvel Team-Up 101, incluido al inicio del presente tomo. Un hilo en torno a la desdichada antigua novia de Kyle, Mindy Williams, que prepara el terreno para lo que nos encontraremos un poco más adelante.

El siguiente en la lista en rastrear el origen de su condición es la Gárgola. El que fuera Isaac Christians va en busca de su pasado a su ciudad natal acompañado por el Exterminador de Demonios, la Gata Infernal, la Valquiria y Clea, pero resulta que toda la localidad ha sido poseida por una extraña nube viviente llamada Null. Una criatura cuya particularidad es que odia la vida, de modo que empuja a todo ser viviente a lanzarse a la muerte. Un relato de terror que no está nada mal.

La siguiente aventura lleva a varios Defensores a una dimensión habitada por demonios al rescate de la mujer del Exterminador de Demonios. Un número discreto que al menos sirve para dar la bienvenida a un nuevo integrante de los Defensores, ni más ni menos que la Bestia. La aventura abre también la veda de los héroes invitados, una constante en los arcos argumentales de lo que resta de tomo. El también vengador Hombre Maravilla es el primero de la cuenta.

El siguiente superhéroe invitado es Míster Fantástico, a quien acude el Doctor Extraño para ayudar a la Bestia a recuperar la mente de su novia. Vera Cantor había quedado en estado de no-vida tras lo sucedido en la colección de los Vengadores, en la trama de la Piedra de la Resurrección. Los tres protagonistas deben entrar en la propia gema, dando lugar a otro viaje dimensional, esta vez a un mundo en el que todo parece estar hecho de cristal.
Una aventura que acontece en paralelo al via crucis personal del Hijo de Satán en los dominios de su padre. DeMatteis aplica un extraño matiz afectuoso a Satán que deriva en el regreso de Daimon a los Defensores, sumándose a la aventura en el mundo de la gema. En resumidas cuentas, el guionista va insertando parafernalia ética un tanto banal en un arco que se sustenta únicamente en el despliegue fantástico.

El siguiente paso consiste en un crossover con la colección del Capitán América, aprovechando que también estaba a cargo de J. M. DeMatteis. El dibujante del episodio correspondiente al Capi es Mike Zeck.
La trama viene a resolver el hilo referente a Halcón Nocturno y Mindy Williams de hace unos pocos números. Una organización criminal que aglutina espías y militares pretende iniciar una guerra psíquica contra la URSS valiéndose de potentes telépatas como arma. El ingenio, construido a semejanza de la División PES de SHIELD, emitirá una descarga de energía mental que freirá los cerebros de todos los ciudadanos soviéticos, librando así al mundo de una potencia contraria a los postulados democráticos.
El planteamiento trae al recuerdo la idea del Imperio Secreto en cuanto a organización de salva patrias que siguen doctrinas fascistas. En el caso que nos ocupa, alcanzar la paz por medio de una guerra o imponer la democracia aniquilando a quien esté en desacuerdo.
El héroe invitado en esta ocasión, además del Capitán América, es un Daredevil que, literalmente, pasaba por allí. El cuernecitos se une al Doctor Extraño, la Bestia y el Hijo de Satán al rescate de sus compañeros de grupo Gata Infernal, Valquiria, Gárgola y Halcón Nocturno.
El arco es entretenido y se vale de algunas buenas ideas y de golpes de efecto en el plano emocional, resultando en la aparente muerte de dos Defensores, pero, siendo objetivos, en su conjunto no pasa de correcto. También creo que la ausencia de Joe Sinnott en dos números resta capacidad expresiva a los lápices de Don Perlin. El dibujante no logra crear el efecto dramático deseable en el número final del arco y en el episodio lacrimógeno que le sigue. Un número, éste, con funeral incluido al que acuden los históricos Defensores más algunos invitados como el Capitán América, Thor y Spiderman.

Los golpes de efecto no terminan aquí, puesto que la saga que cierra el volumen resucita ni más ni menos que la histórica trama relativa a la Valquiria y el cuerpo de Bárbara Norriss en el que reside. Una línea argumental en la que DeMatteis cuenta con la ayuda de Mark Gruenwald en los argumentos.
Con el cuerpo de Norriss destruido, el espíritu de Brunilda necesita otro contenedor antes de autoconsumirse y la única opción para salvarla consiste en recuperar el cuerpo original de la Valquiria. Pero la solución plantea dos problemas. El primero representado por la inevitable villana de la saga, la Encantadora, responsable primera de todo ello. La traicionera asgardiana amenaza a los Defensores con destruir el cuerpo de Brunilda, que yace atrapado en los pozos de Niffleheim, si el grupo no accede a ir en busca de la legendaria Rosa de la Pureza. El segundo problema es de carácter ético. El cuerpo original de la Valquiria alberga el alma de la propia Bárbara Norriss, en estado de absoluta pérdida de la razón, lo que obligaría a sacrificar el alma de Bárbara, algo a lo que la mitad del grupo no está dispuesto.
En cualquier caso, una aventura que sólo podía tener un final: ver, al fin, a la Valquiria dentro de su propio cuerpo. Posiblemente estamos ante el mejor guion de todo el volumen.

También me parece una idea interesante darle forma a un estado afectivo como es el amor. Si en el Universo Marvel ya existían manifestaciones físicas o cósmicas de conceptos como la Muerte, la Consciencia o la Eternidad, ¿por qué no crear un Amor? Más dudas ofrece todo lo relacionado con la Rosa de la Pureza y su mundo, o la razón por la cual la Encantadora, maestra de la seducción, necesita seducir al mismísimo Amor, pero la idea al menos da para alguna bella escena.
Entre los Defensores participantes, por cierto, se encuentra Spiderman, el superhéroe invitado de turno que, sin ningún tipo de explicación, se había quedado con el grupo tras el funeral.

El número que cierra el tomo termina con otro momento de calma con el fin de resituar las piezas en la casilla de salida. Mientras la Valquiria viaja a Asgard para rendir cuentas con Odín por abandonarla durante siglos, Patsy marcha en busca de su pasado tras las dudas surgidas a raíz de la saga de la Mano de los Seis Dedos.
Pero es el viaje de Extraño en busca de los extraviados Namor, Hulk y Hellstrom el que nos deja la imagen más potente. Un espectacular cliffhanger, caprichosamente presentado en la última viñeta del tomo, que nos emplaza a la siguiente entrega de la colección.


Conclusión.

Más o menos al nivel del anterior, las historias que rellenan este sexto volumen de los Defensores sobreviven como divertimento totalmente despreocupadas de su no paso a la posterioridad.
Así es como considero que hay que tomarse un tomo recopilatorio que nos deja una entretenida saga central y mucho colorido, pero que pasa un poco de puntillas por la historia de Marvel.

7
Seguro que andan ahí ahí.

Siempre debería salir algo más barato un tochal con muchas páginas que varios tomos de los mismos separados, incluso rozando el empate por el tema de la tapa dura del tocho.

Otra cosa es que últimamente parece que el ahorro de desembolsar mucha pasta de golpe por un tomo grande no exista, valga como ejemplo el mítico Marvel Heroes de casi  900 páginas de Alpha Fligh por 60.

A cuánto saldrá ROM con 700??

No es muy descabellado que los tomis MLE BM salgan un poco más caros que en tapa dura, lo cual no quiere decir que no toque un poco las narices pero... un coche a plazos sale más caro que a toca teja y además no te regalan el extra  :contrato:, bueno, aveces sí por que están deseando que financies para vampirizarte

El de Morbius costó 62 y creo que eran 800 páginas.

8
¿Lo del manchurrón amarillo del tomo #4 de la Biblioteca Conan el barbaro, es algo puntual o afecta a toda la tirada?

Justo en la splash del comienzo de "La hija del gigante de hielo".



Si me acuerdo mañana miro en casa mi OB, por si es cosa de los originales.

9
Yo creo que a nuestra "edad", con la biblioteca cada uno está encontrando sus "umbrales".
Yo debo tener el umbral bien bajito. Todas las BM me resultan divertidas. Incluso las más flojas me hacen gracia.

También es verdad que con el material viejuno yo siempre uso un truco que me funciona muy bien: degustarlo poco a poco.

Todos los días leo un cómic de la BM. Solo uno. Estoy leyéndolo usando mi propia guía de lectura, más o menos por orden de publicación. Todos los días cambio de BM. La variedad hace que resulte muy ameno.

Hoy empiezo Enero de 1966 con Daredevil 12 USA (Biblioteca Marvel 30 - Daredevil 2).
Mañana leeré Tales to Astonish 75 USA (Biblioteca Marvel 34 - Namor, el hombre submarino 1 y Biblioteca Marvel 37 - El Increíble Hulk 3)
Pasado toca Strange Tales 140 USA (Biblioteca Marvel 35 - Nick Furia, agente de S.H.I.E.L.D. 1 y Biblioteca Marvel 50 - Doctor Extraño 3)
Pilláis la idea, ¿no?

Uso el mismo truco para ver las pelis de Godzilla antiguas (¡nada de maratones!) y el Doctor Who en Blanco y negro (un capítulo de media horita todos los días, no vaya a empacharme).

Pero hay mas días al mes que números USA de BM cada mes.
Te tocará algun dia de descanso.

11
Vale acabo de verlo, yo no he comprado un MLE en mi vida.

En mi caso ni librero ni nada, vivo en un pueblo donde no hay tienda de comics, si se puede comprar fácil por internet algo picaré.

Gracias.

Casi todas las tiendas de cómics venden a través de internet, y en cualquiera de ellas podrás comprar los MLE.
Lo que sí es recomendable es que les mandes un email o les llames por teléfono para avisarles de tu interés.
Dadas las condiciones de venta de estos libros, cada MLE que pidan y no vendan le supone perder dinero, así que lo más interesante para ellos es ajustar los pedidos a distribuidora al máximo y si mucha gente pide sin haber avisado antes de su interés igual se quedan cortos en su pedido y no pueden suministrar todos.

Muchas veces ya indican que el tomo en cuestión va por pedido o que tarda un poco más.
Si aparece en el catálogo de la tienda es que no hay problema, pero mejor escribirles para asegurarse.

12
Vale acabo de verlo, yo no he comprado un MLE en mi vida.

En mi caso ni librero ni nada,vivo en un pueblo donde no hay tienda de comics, si se puede comprar fácil por internet, algo picaré.

Gracias.

Por Internet se puede comprar en cualquier tienda.

13
He FLIPADO con el número 20 de Spiderman.

Para mi, de lo mejor que llevo leído junto con aquel número de los 4F que viajan a un microverso.

Pues espera que llegues al 52 y ya fliparás en colores... y con un Romita desatado ya. Queda poco para la mejor etapa del Spidey clásico (incluyendo gripes y pérdidas de memoria)

En el primer tomo del próximo año vendrá incluido ese número.

Mola que varios os esteis leyendo las BM por orden y vayáis compartiendo las impresiones.
Es toda una experiencia.


14
¡Ah! y para mí, Hulk se pone muy entretenido a partir de Tales to Ashtonish 92, con la llegada de Marie Severin, que hace una corta etapa antes de que por fin llegue Herb Trimpe. Es precisamente la última historia del tomo 4 de Hulk.

También de acuerdo.
Y con Trimpe el nivel se mantiene toda su etapa, con muy pocos altibajos.

15
Bueno, pues como solo queda un tomo más de Iron Man este año, vamos a acabar el año, pero, tengo que decir, que es la primera colección que me bajo de esta BM, compraré el tomo seis en septiembre y adiós muy buenas, esto no hay por donde cogerlo, leyendo el segundo, es un tostón, y he leído por encima, los otros tres y esto sigue igual, paso olimpicamente, Bye bye Iron Man.

Precisamente en el 6 o 7 empieza la etapa Goodwin, que está bien.

Iron Man 1-34 es Goodwin?
Me voy leyendo tus reseñas también, y viendo que esto no mejora mucho por eso he decidido bajarme.

Bueno, pues como solo queda un tomo más de Iron Man este año, vamos a acabar el año, pero, tengo que decir, que es la primera colección que me bajo de esta BM, compraré el tomo seis en septiembre y adiós muy buenas, esto no hay por donde cogerlo, leyendo el segundo, es un tostón, y he leído por encima, los otros tres y esto sigue igual, paso olimpicamente, Bye bye Iron Man.


Thor lo aguantas mejor? porque tiene tela también. No sabría decir cuál es peor


Pues si, por ejemplo ese es una de mis preferidas, quitando Spiderman y 4F, que están muy por delante de todas.

Bueno, a falta de que Kaulso o alguien igual de bien informado sobre la planificación de los tomos los pueda confirmar, yo te diría que Iron Man pega un subidón de calidad justo al comienzo del tomo 7, con Tales of Suspense 95. A partir de ese momento, Stan Lee ya se ha desembarazado del culebrón Pepper/Happy, que dormía a las ovejas, y se trae de personaje secundario a Jasper Sitwell. Encadena un par de aventuras muy entretenidas con Gárgola Gris y Latigazo antes de ceder los bártulos a Archie Goodwin. Desgraciadamente, a Gene Colan le queda poco a esas alturas, pero la gran mejora en el guion compensa la sustitución de Colan por Tuska.


Es exactamente eso.
El tramo final de Stan Lee mejora mucho, de hecho es mejor que el inicio de Goodwin.
Y coincide con el inicio del tomo 7 o incluso el final del 6.

Páginas: [1] 2 3 ... 1148
Carbonate design by Bloc
variant: carbon
SMF 2.0.7 | SMF © 2011, Simple Machines