La de trabajo que tiene un corrector.
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Si queréis os pongo luego algunos ejemplos prácticos de "en qué se nota" la labor del corrector.
Pues a mi me da curiosidad .
Venga, vamos con algunos ejemplos de lo último en lo que estoy trabajando, para que podáis saber ejemplos concretos de esas labores:
En Factor-X tenemos un personaje que se llama "Doctor Leery", que hace varios juegos de palabras con su apellido ("poco fiable"), y con una personalidad americana (el Dr. Timothy Leary). En su momento, por lo que fuera, estos sentidos no se respetaron en su día en la grapa, que podéis consultar para ver cómo se saldaron. El lector puede entender que algo falta en la traducción. Ahora se explican con una Nota.
Con este mismo personaje, estando en un teatro, se cita a Shakespeare, en concreto, la escena del balcón de Romeo y Julieta:
Lady, by yonder blessèd moon I vow. La adaptación del texto en escena se ha adaptado a la representación clásica
"¿Por la bendita luna lo juras?", mientras que en la grapa era
"¿Por la luna lunera me lo juras?", perdiendo el guiño a la cita original, que de nuevo, se aclara en una Nota para que el lector no se pierda.
Una un poco más difícil, y de mis favoritas:
En esta, Layla corrige a Rahne
"whom, no who". En la grapa original, podréis ver que la opción elegida (uno de los cualo de Manolo) fue:
-¡¿Cualo se la ha dado?! (Frase con poco sentido)
-Quien. Ahora cambia a:
-¡¿Quién la ha pegado?!
-Le, no la. Una adaptación al laísmo, tan de moda, que tiene mucho más que ver semánticamente con la broma de David sobre gramática inglesa.
Más cositas:
Esta viñeta, en el cómic original, tiene los bocadillos intercambiados entre los Tryp. El error, pese a ser americano, se puede corregir:
Después tenemos más juegos de palabras como este:
En la grapa original, Rictor dice:
-"Poco complicado, de mil kilos".
Claro, al lector puede extrañar eso de "mil kilos" si la relación con "simpleton" (tonelada) se ha perdido.
Por lo que opté por:
-
"Que se queda en la superficie" Simplón (juego de palabras entre el significado literal, como agua, y una persona simple que se queda en la superficie, en la literalidad precisamente).
En fin, hay muchísimas cosas más, y estos ejemplos que os pongo son una pequeña muestra de un solo tomo. Aparte tenemos por ejemplo un "Big Brother" traducido como "Hermano Mayor", perdiendo el guiño a Orwell de 1984 y su "Gran Hermano", que llamen a Rahne "perra" en vez de "Lassie" (cuando es un personaje conocido, y en eso radica la broma de David en el original) y cientos de cosas más.
Algunas más perentorias y sencillas, como que en su día este grupo se llamara de mil formas: "X-Factor", "X Factor", "Factor-X" y "Factor X" a veces casi en un mismo número. Pues evidentemente hay que unificar. Y otras ya más comunes, como fallos ortográficos de G por J (tetraplégico) o H donde no toca, tildes, comas, puntuación y derivados. Errores ortográficos siempre hay, y dentro de lo que cabe, no tienen tanto misterio.
En fin, pues esto puede ser un resumen de la labor de un corrector en un tomo cualquiera.
Evidentemente, ni corregir ni traducir es pulsar el traductor de Google, que de poco sirve. Si el profesional no tiene una buena comprensión de la gramática, la semántica o la pragmática de su propia lengua y de la de origen, no hay nada que hacer. No os hacéis una idea de lo que os cambia la experiencia de lectura una buen o mal corrector, y un buen o mal traductor.
También ayuda haber leído mucho y tener un nivel cultural o de curiosidad bastante alto. Si uno no ha leído Romeo y Julieta o 1984, es más difícil pillar las referencias. Con todo, siempre habrá un corrector que te eche un cable cuando se te pasa algo por plazos o despiste.
Y eso es, más o menos. Espero que esta pequeña muestra os haya ayudado a comprender nuestro trabajo en una de las facetas más desconocidas del mundo de la edición.