Alpha Flight: Mavel Héroes: John Byrne (1983-1985) Reseña en la web de Universo Marvel:https://www.universomarvel.com/resenas-alpha-flight-mavel-heroes-john-byrne-1983-1985/Alpha Flight es un grupo de superhéroes con sede en Canadá. El primer supergrupo de ese país del Universo Marvel, aunque no la primera referencia superheroica canadiense. Ese honor corresponde a Lobezno, un personaje que precisamente fue el factor alrededor del cual nació Alpha Flight.
Efectivamente, las páginas de la Patrulla-X fueron el escenario de presentación de Alpha Flight. Presentación, en primera instancia, de Vindicador, entonces conocido como Arma Alpha, y, un poco más adelante, del resto de la banda. En sendas tramas en las que el grupo irrumpía en territorio estadounidense, bajo instrucción del Ministerio de Defensa canadiense en su objetivo de traer a su Arma X (Lobezno) de vuelta al Departamento H, el que integra a los propios Alpha Flight.
Precisamente, el tomo inicia su andadura con las apariciones de Alpha Flight anteriores a la colección regular, casi todas ellas dentro del título de la Patrulla-X. Una serie larga de números ya convenientemente comentados en las correspondientes reseñas de los personajes titulares, de modo que nos los saltaremos.
Alpha Flight, la colección.Quien mejor que John Byrne, cocreador y canadiense de adopción, para ocuparse de narrar las peripecias del grupo de superhéroes natural del Canadá. De este modo, Alpha Flight se convierte en el segundo título realizado por John Byrne como autor completo. De la misma forma a como ocurre en su etapa en los Cuatro Fantásticos, etapa de la que nuestro hombre se seguía ocupando, Byrne toma el control absoluto de la colección, es decir, guion, dibujo a lápiz y entintado.
La acción se sitúa tras el reciente desmantelamiento del Departamento H del Ministerio del Interior y la consecuente disolución de Alpha Flight como equipo al servicio del Gobierno Canadiense. Uno a uno, van desfilando por delante de nuestros ojos todos los integrantes de Alpha Flight, ahora en su particular hábitat ocupacional, cosa que sirve de primera presentación para la ocasión.
El grupo recordemos que estaba integrado, tal como nos fue presentado en la Patrulla-X, por Vindicador (James MacDonald Hudson), Aurora (Jeanne-Marie Beauvier), su hermano mellizo Estrella del Norte (Jean-Paul Beauvier), Shaman (Michael Twoyoungmen), Ave Nevada (Anne McKenzie) y Sasquatch (Walter Langkowski). Vindicador, por cierto, cambia su nombre por el de Guardián ya en el segundo episodio de la colección.
Pero Byrne no se queda ahí y, para la ocasión, nos presenta a otros dos personajes que también pasan a ser parte integral de los reunificados Alpha Flight: Puck (Eugene Judd) y Marrina (Marrina Smallwood).
Como ocurre en cualquier serie de aventuras superheroicas de la casa, en Alpha Flight tampoco echamos de menos una nutrida nómina de personajes de apoyo. Por encima de todos ellos cabe resaltar a la que es el artífice de la reunificación de Alpha Flight, Heather McNeil. La esposa de James MacDonald Hudson (Guardián), que ya había sido presentada durante el estreno de Alpha Flight en la Patrulla-X, destaca hasta el punto de acabarse convirtiendo en mucho más que un personaje secundario, como comprobaremos más adelante.
Luego, esta Gary Cody, el antiguo enlace de Alpha Flight con el Departamento H, mientras que también las identidades civiles de otros integrantes del supergrupo canadiense contribuyen con alguna pieza en este apartado. En especial Ave Nevada que, en su identidad de la cabo de la Policía Montada de Canadá Anne McKenzie, trae bajo el brazo al también cabo Douglas Thompson, su futuro interés amoroso.
Entrando en materia argumental, John Byrne, que en esos años rebosaba imaginación e ingenio, inicia la colección presentándonos a sus protagonistas, pero lo hace dedicando los once primeros números a ese fin, en lo que es una larga concatenación de aventuras solistas de los integrantes. De este modo, el desarrollo de las personalidades de los protagonistas toma ventaja en este primer tramo de la serie. Pero la inventiva de Byrne no se queda ahí, porque las páginas finales de esta serie de números incluyen un serial complementario donde nos detalla el origen de cada uno de los integrantes de Alpha Flight. Complementos que se sitúan en el pasado, creando en su conjunto un tejido argumental de saltos adelante y atrás en el tiempo de lo más natural. Byrne desarrolla, así, lo que no deja de ser el contexto de lo que vendrá más tarde, ya con Alpha Flight actuando como grupo.
Una primera fase de la colección que no puede resultar más interesante. De entrada, Byrne expande la estructura del desmantelado Departamento H presentándonos dos filiales de Alpha Flight a los que denomina Beta Flight y Gamma Flight. De hecho, Puck y Marrina eran parte de Beta Flight justo antes de recibir la llamada de Heather para incorporarse al grupo titular.
Precisamente, las dos nuevas incorporaciones a Alpha Flight son los únicos que no disponen de ningún capítulo dentro del serial de orígenes del grupo, aunque en el caso de Marrina su pasado queda perfectamente desarrollado en una de las primeras tramas de la colección, trama que gira alrededor de la miembro anfibia del grupo. Una línea argumental que presenta la amenaza de un tipo, que se hace llamar el Amo del Mundo, vinculado al origen de Marrina, un origen que se nos descubre extraterrestre y remoto. La trama, que disfruta de la participación de Namor y de la Chica Invisible como héroes invitados, representa una primera despedida de Marrina de Alpha Flight. La chica de piel verde acepta la invitación de Namor de acompañarlo a su reino submarino, un hábitat más acorde a las condiciones acuáticas de Marrina.
En la larga crónica de presentación del grupo, como digo, vamos conociendo a las piezas del tablero y los vínculos existentes entre ellas.
De este modo, vivimos el nacimiento del Departamento H y la posterior creación de Alpha Flight de la mano de James MacDonald Hudson (entonces Arma Alpha) y su esposa Heather McNeil, ejerciendo ésta de enlace casual con algunos de los futuros componentes del grupo canadiense. Por ejemplo, con Shaman, el origen de cuyos poderes proviene de antiguas tradiciones y creencias espirituales de sus ancestros. Más que poderes, Michael Twoyoungmen descubre un talento innato, el de los chamanes de su pueblo indígena, que desarrolla en él capacidades en las artes místicas aparentemente ilimitadas. Realmente, las comparaciones con el Doctor Extraño se hacen inevitables.
Shaman es, junto a Ave Nevada, el personaje más arraigado a la tierra canadiense, tanto a nivel de las culturas ancestrales como de los efluvios espirituales vinculados a la propia tierra. Precisamente, Ave Nevada tiene un pasado muy dependiente de Michael Twoyoungmen. Él fue quien recibió el cargo de proteger y educar a la pequeña, de ejercer de padre de una extraña niña a quien puso el nombre de Narya. Anne McKenzie no es más que una identidad postiza, un camuflaje en la vida real para quien no es humana. Narya es hija de los Dioses del Norte que reinan en la fría tundra canadiense, una semidiosa enviada para combatir a las fuerzas de un antiguo mal. Dioses del Norte que se nos aparecen encarnados por Nelvanna, madre de Narya, Hodiak y Turoq el conformador, en páginas de incontestable belleza narradas por un John Byrne en su mejor momento. El arraigo de Narya con la tierra canadiense es tal, que un puntual abandono del país le haría perder toda su fuerza vital hasta acabar marchita. Ave Nevada tiene el poder de tomar la forma de las criaturas del Norte, del oso polar o del búho ártico, entre otros animales salvajes.
El citado gran mal viene encarnado por las Grandes Bestias, un grupo de siete infernales criaturas provenientes de otra dimensión, que amenazan con invadir nuestra realidad brotando a través de la fría tierra del norte canadiense. Una amenaza, la de las grandes bestias, que se convertirá en uno de los principales hilos argumentales a los que recurrirá Byrne en su etapa. De hecho, este primer tramo de la colección ve manifestarse a las dos primeras bestias en las figuras de Tundra, surgida del hábitat natural de igual nombre y de Kolomaq, encarnación del invierno.
Siguiendo con la presentación de nuestros protagonistas, conocemos también el pasado de los mellizos mutantes Aurora y Estrella del Norte. Mellizos que fueron separados al nacer y que no fueron conscientes de tener un hermano hasta poco antes de la formación de Alpha Flight. De ambos, Aurora es quien cuenta con particularidades más jugosas. La joven sufre una especie de esquizofrenia por la cual su personalidad como Jeanne-Marie Beauvier se manifiesta repentinamente y de forma descontrolada. Un alter ego civil, que recibió educación en un estricto colegio de monjas, que odia a su yo superheroico. Las singularidades de Estrella del Norte, por su parte, digamos que son más cosa del futuro, porque el hermano de Aurora acabará siendo el primer superhéroe abiertamente gay del Universo Marvel. De hecho, la idea de convertir a Jean-Paul en un personaje homosexual es del propio John Byrne, que ya en esta etapa tenía intención de presentar al personaje como tal. Por desgracia, y a causa de la previsible oposición del editor Jim Shooter, la cosa se queda en una pequeña escena en la que se insinúa la condición de homosexual de Estrella del Norte.
Aurora también mantiene un principio de relación con Walter Langkowski, el alter ego humano de Sasquatch, el miembro de Alpha que restaba. Walter es un reconocido científico que había trabajado con Bruce Banner y que decidió aplicar la radiación gamma a su cuerpo, pero de forma controlada. El resultado, lejos de convertirle en algún tipo de criatura verde, transformó su cuerpo en un gigante peludo. Una transformación que Walter puede hacer y deshacer a voluntad, pero que pronto comprobaremos como no está exenta de problemas cuando vemos como nuestro hombre sufre episodios de descontrol de su alter ego bestial.
Puck, por su parte, sería quizás el integrante con la cabeza mejor amueblada. Un tipo sin complejos y seductor, pese a su condición de enano, que aporta vibraciones positivas y sensatez al grupo.
Además de los mencionados dos arcos argumentales en que narran la amenaza de dos de las grandes bestias y del arco centrado en Marrina, en esta primera fase de la colección el resto de integrantes de Alpha Flight también debe afrontar otros conflictos tales como un caso de tráfico de estupefacientes en un hospital (Puck), la tiranía de un sucio magnate con poderes mortales a quien se le conoce por el alias de Mortal Ernest (Aurora y Estrella del Norte) y la amenaza de un impresionante Superskrull (Sasquatch). En el arco protagonizado por los gemelos cabe mencionar la presentación de Némesis, una antiheroína de llamativo diseño made in John Byrne. Por otro lado, el argumento del relato que acaba enfrentando a Sasquatch contra el Superskrull está inspirado en la película de John Carpenter, La Cosa. John aprovecha la participación de lo que aparentemente es la Cosa de los Cuatro Fantásticos para jugar de forma ingeniosa con la citada Cosa de John Carpenter.
El número 12 de la colección significa el colofón a esta fase inicial del título. Un episodio lleno de sorpresas, rematado por un trágico suceso que nadie podía haber esperado. Todo empieza cuando Guardián y Heather caen en la trampa de Jerome Jaxon, un científico que responsabiliza a Hudson de haber frustrado su carrera hacia el éxito. En su sed de venganza, y con la ayuda de un robot asistente con apariencia de mujer (cuyo nombre es MX39147), Jaxon crea un grupo de supertipos aprovechando los restos de Beta y Gamma Flight. Un grupo al que denomina Omega Flight.
El nuevo grupo está formado por Sabelotodo Alec (Alec Thorne), Box (Roger Bochs), Diamante Lil (Lillian Crawley), Flashback (Gardner Monroe) y Chico Salvaje (Kyle Gibney), que reciben instrucciones para aniquilar a Alpha Flight por completo. La inevitable lucha entre ambos grupos es un deleite narrativo por parte de Byrne, pero la imagen de impacto que nos deja el episodio es la trágica muerte ni más ni menos que del líder de Alpha Flight, Guardián.
Alpha Flight, todos a una.El duelo por la muerte de Guardián marca un episodio entero. Un episodio en el que Heather McNeil empieza a mostrar todo su potencial. De hecho, Heather pasa a ocupar el puesto de líder de Alpha Flight pese a carecer de ningún tipo de poder o capacidad.
Siguiendo el mismo hilo, unos números más adelante nos encontramos con un curioso episodio que profundiza en el pasado de Guardián y en su relación con Lobezno. Aprovechando las repetidas pesadillas de Heather acerca de la muerte de su amado, pesadillas en las que también aparece Logan, Byrne construye un episodio en el que rememora la relación entre el antiguo Arma Alpha y Lobezno. Por boca del propio Lobezno, que se presenta ante Heather, el número nos cuenta el encuentro entre las dos armas del antiguo Departamento H, insertando no pocas páginas del número de la Patrulla-X que significó la primera aparición de quien más tarde adoptaría el nombre de Guardián.
La vuelta a la acción, ahora ya a nivel grupal, nos trae el regreso de Marrina en una trama que gira alrededor de su origen extraterrestre. Marrina, que viene acompañada de Namor y en condición de futura reina de Atlantis, se adentra en lo más profundo del océano con el objetivo de investigar las desapariciones de personas engullidas por algún tipo de mal bajo el agua. Todo ello desemboca en la manifestación de la naturaleza salvaje de Marrina, aflorando el objetivo real por el cual su raza sembró el planeta de huevos hace eones: la conquista de la propia Tierra. Por supuesto, el Amo del Mundo vuelve a ser el villano para la ocasión, mientras Marrina se aleja definitivamente de todo y todos, al ser consciente del mortal peligro que suponen las manifestaciones de su yo más bestial y, en realidad, auténtico.
Las posibilidades del hilo referente a Marrina y su raza me parecen tan jugosas como las de Ave Nevada y las Siete Grandes Bestias, por lo que es una lástima que Byrne cierre aquí el capítulo relativo a la anfibia.
Es a partir de este momento que Byrne abre diferentes líneas argumentales que va desarrollando en paralelo, al más puro estilo de la Patrulla-X de Claremont, poniendo especial interés en el desarrollo de personajes y la relación entre ellos.
Esta segunda mitad del tomo se sintetiza en tres grandes bloques argumentales que, como digo, avanzan paulatinamente y en paralelo, además de un par de arcos argumentales más autónomos. Una etapa en la que John Byrne abandona las labores de entintado de sus propios lápices en favor de otros profesionales del ramo, siendo Bob Wiacek quien se ocupa de ello en la gran mayoría de números. Wiacek hace un muy buen trabajo, de modo que el apartado gráfico no sufre ninguna merma.
Quizás el relato más independiente respecto a la continuidad sea el de Lily Dorada, pero no por ello menos recomendable. De hecho, la historia cuenta con una aureola tenebrosa y poética de inusitada belleza. Muy especialmente, en lo que se refiere al extenso cuento que lleva insertado en el que la dorada oponente cuenta su origen con todo lujo de detalles. Un deleite visual y conceptual, un cuento de terror gótico que, por si fuera poco, nos descubre el origen de Diablo, el clásico villano español de los Cuatro Fantásticos. Genial.
Este arco argumental, si tiene alguna incidencia en la continuidad es en la parte relativa a los mellizos y en la relación de Aurora con Walter Langkowski. Aurora acusa cada vez más el conflicto con su otra personalidad, Jeanne-Marie Beauvier, que lucha por imponerse, un conflicto que desemboca en una ruptura con su hermano. Esa lucha interior sirve de excusa a Byrne para hacer un cambio en el personaje femenino modificando tanto su peinado como su uniforme.
La otra línea argumental que va más por libre significa la incursión de la colección en terreno político, aunque más en un sentido superficial que inherente. Estrella del Norte y Jeanne-Marie/Aurora hacen frente a Rosa Perla, una descomunal mujer que lidera una célula terrorista internacional. La ciclópea fémina se apropia de un circo en el Quebec y lo usa como vehículo incriminatorio contra sus legítimos propietarios aprovechando su condición de independentistas.
Entrando en los bloques argumentales más medulares, en primera instancia nos encontramos con una monumental saga en diferentes actos, saga que desarrolla y concluye la trama relativa a las Grandes Bestias.
La irrupción de otra de las bestias, Ranaq, da lugar a un primer capítulo de la saga. Un capítulo que significa la entrada de una nueva pieza en Alpha Flight. Se trata de Elizabeth Twoyoungmen, hija de Shaman, que resulta ser un elemento básico en la trama. Elizabeth alberga poderes latentes que acaba desatando e irrumpiendo en forma de una nueva superheroína, Talismán. Es la anunciada por una antigua profecía, la encarnación de una poderosa fuerza del bien enviada para combatir a las fuerzas del mal provenientes del Reino de las Bestias. Un emocionante viaje 100 años atrás en el tiempo y una cadena de sugestivas imágenes de John Byrne para iniciar una saga que vive su capítulo más apasionante unos números más allá.
Un capítulo que, ya de inicio, nos golpea con otra de las grandes sorpresas que nos tiene preparadas el autor. Sasquatch, la bestia en la que se transforma Walter Langkowski, no es lo que se suponía, sino que, en realidad, se trata de Tanaraq, una de las grandes bestias, ni más ni menos. Ello da un vuelco absoluto al experimento con radiación gamma que dio origen a Sasquatch, ahora plenamente vinculado a la amenaza que da sentido a la existencia de Ave Nevada. Casi nada.
De este modo, Sasquatch desaparece por completo de la colección. Sin embargo, Byrne es muy hábil al tomar la forma del entrañable gigante como una de las figuras en las Ave Nevada se transforma de forma recurrente a partir de este momento. Una figura de un Sasquatch blanco, eso sí.
La saga concluye en un memorable número doble en el que el grupo al completo viaja al Reino de las Bestias. Un viaje al rescate del alma de Walter Langkowski tras haberse quedado sin cuerpo físico. Allí, Alpha Flight deben superar todo tipo de obstáculos y trampas, empezando por el ataque de algunas de las grandes bestias (Somon, Kariooq, Tundra y Tolomaq). Pero lo mejor está en el espectáculo visual en blanco y negro que imagina los paisajes del siniestro mundo. Un deleite obra de un John Byrne que pasa por el mejor momento de su carrera.
La saga también significa el ingreso en Alpha Flight de un viejo conocido: Box. El discapacitado Roger Bochs ya llevaba unos cuantos números manifestando su intención de vengar la muerte de Guardián en una serie de escenas en las que había hecho su presentación otro personaje con recorrido por delante: Madison Jeffries. Un antiguo integrante de Gamma Flight cuyo poder consiste en manipular y construir cualquier tipo de artilugio mecánico. Jeffries ayuda a Bochs en la reconstrucción de Box, el robot que controla por medio de simbiosis. Un Box que toma un papel capital en el colofón de la saga de las bestias, al acabar siendo el contenedor para el alma de Walter Langkowski. De este modo, Langkowski sobrevive ahora como miembro de Alpha Flight bajo la identidad de Box.
Cabe hacer mención de la presentación de Calibre, un nuevo supervillano ataviado con armadura cuyas funcionales escenas enlazan la anterior saga con la que le sucede, la que se inicia con el inesperado regreso a la vida de Guardián.
La visión, unos números atrás, por parte de Heather de la figura de su fallecido marido, se confirma como real cuando Guardián se presenta ante todos sus antiguos compañeros. Afortunadamente (para el buen criterio de Byrne), las cosas no son lo que parecen y pronto se destapa que este Guardián no es más que el robot MX39147 que conserva la vieja programación de Jerome Jaxon para destruir a Alpha Flight. El androide cuenta con lo que queda de Omega Flight para tal fin, concretamente con Diamante Lil, Flashback y Chico Salvaje.
Por supuesto, la saga va mucho más allá de una simple batalla entre ambos grupos. Un insensato MX39147 juega peligrosamente con la bolsa de trucos de Shaman desatando su universo interior. La acción crea un vacío que amenaza con consumirlo todo y la única persona con poder para revertir la situación es Talismán. Otro espléndido arco lleno de tensión que termina con la propia Talismán atrapada dentro de la bolsa. La idea daba para desarrollo en otro bloque argumental varios números, por eso creo que es una lástima que Talismán sea liberada al poco y por un elemento externo. El artífice de la liberación no es otro que el Todopoderoso, el personaje central de la saga Secret Wars II, con la que Alpha Flight disfruta aquí de su pertinente cruce.
La línea argumental que concluye el tomo sigue el hilo dejado por el nuevo Box, encarnado ahora por Walter Langkowski. En realidad, se trata de un crossover con Hulk, si bien el número correspondiente a la colección del gigante verde no viene incluido en el tomo al ocurrir en paralelo al número 28 de Alpha Flight.
Roger Bochs cree haber encontrado un contenedor humano para el alma de Langkowski: una figura que sobrevive en un nexo entre dimensiones. Ese nexo resulta ser la Encrucijada y la figura, claro está, Hulk. Es en el número de Hulk, que no se incluye, donde se nos cuenta como el alma de Walter es rechazada por el cuerpo del monstruo esmeralda, significando el final de trayecto para Langkowski, que aparentemente desaparece para siempre.
Quien también desaparece es el propio John Byrne, que abandona Alpha Flight. De hecho, el último número incluido ya es obra de Bill Mantlo y Mike Mignola, precisamente el equipo creativo que hasta ese momento se había estado ocupando de The Incredible Hulk. Y es que aquí ocurre un insólito cruce de equipos creativos, porque quien pasa a Hulk no es otro que el propio John Byrne, y como autor completo, mientras que Mantlo y Mignola forman el nuevo equipo creativo de Alpha Flight.
La aparición de Gary Cody al final del último episodio marca el final de una etapa y el inició de otra, con el Departamento H de nuevo en el horizonte. Pero todo eso ya no tiene cabida en el presente tomo.
Conclusión.Un monumental tomo, en cuanto a dimensión y a nivel de contenido. Porque está etapa de John Byrne en Alpha Flight no puede ser considerada de otra forma que uno de los mejores y más completos trabajos del autor.
Imprescindible.