Ay, que ganas de pillar el tomo 6 y ver al Ranger blanco, que cuando era pequeño me flipaba. Me hace ilusión ver cosas que veía de enano (o me sonaban un pelín de haberlas visto una vez como el Ranger Ninjor) y descubrir el trasfondo que tienen.
Y sí, como bien dices, este último tomo se siente como un spin off. Algo muy a su bola que, aunque entretiene, es un parón que puede molestar un poco. Pero bueno, está bien ver interactuar a este grupo deslavazado y variopinto de Rangers.