Con lo animado que estuvo el primer tomo, este parece que da más miedo comentar.
Aprovecharé pues, el estado febril en el que llevo un par de días, a romper el hielo, a ver si le pillo el espíritu a la obra.
Aviso que no es un comentario lineal, de hecho va más bien de atrás a delante, ya que doy por hecho que a estas alturas ya está leída la obra
He leído The Black Holes
Esta es para mí, la historia de dos chicas que no se encuentran a gusto con su vida, ni con el momento en el que viven, y cómo se influencian entre sí, a pesar de estar separadas 160 años en el tiempo.
Teresa vive en 1856, en una familia acomodada, y acaba de alcanzar la edad de paso a la vida adulta y, por lo tanto, de ser presentada en sociedad. Una sociedad en la que ella no encaja. Para evadirse escribe historias macabras, que acaban enterradas en una caja de galletas antes de escapar buscando una vida mejor.
Laura en 2016 encuentra esas historias, y decide utilizarlas como base, junto con un libro de Stephen Hawking, para crear las letras de su grupo de punk, The Black Holes, que conforma con sus amigas Gloria y Cristina, ninguna de las cuales conoce este secreto ni tampoco tiene la menor idea de tocar un instrumento. Pero es punk, eso a quién le importa. Laura no está contenta con su cuerpo ,como se ve en al escena del baño, ni con su vida cotidiana, lo que se deduce de la cantidad de disfraces que usa a lo largo de la historia sin venir a cuento, pero sin querer reconocer que lo hace por mero gusto, buscando siempre una excusa para llevarlos. Sin embargo, intenta encajar en el grupo como sea, aunque sea haciendo trampas al componer las canciones.
Inicialmente me parecía que las protagonistas iban a ser Teresa y Gloria, no por nada, son las dos chicas en las que se centra al iniciar ambas tramas temporales. Pero mientras que Teresa es la protagonista indiscutible del pasado, a pesar de sus hermanas, en el "presente", rápidamente nos damos cuenta de que Gloria seríamos nosotros, la nueva del grupo a través de cuyos ojos entramos en situación, pero que Laura, a pesar de sus extravagancias, o precisamente por esas, es la protagonista de esta época.
Y he puesto "presente" y no presente a propósito. Pues por más que nos digan que discurre en 2016, que es cuando debió escribirse esta obra, la estética nos recuerda a los 70s-80's americanos de Strangers Things, Paper Girl o los Goonies. Es decir, recuperamos uno de los temas de la "Reina Cordela", que la historia está ambientada en una especie de limbo temporal, donde no termina de cuadrarnos las cosas. Como si fuera un decorado (*). Y el color, (*) antiguo, de cuando la gente llevaba sombrero, tampoco ayuda a ubicarlo en nuestro presente.
Otra de las cosas que me llamaron la atención en la "Reina Cordelia" era el lenguaje, llamémosle desenfadado, de los personajes, que aquí se mantiene, sin importar la línea temporal en la que estén.
Lo que nos lleva a las interacciones entre las diversas las líneas temporales. Interacciones que en gran medidas son hemos de imaginar, por no ser tanto transiciones como elipsis (*). Arrancamos con Teresa hablando con Laura, sin embargo hasta el final de la obra que no vemos a Laura disfrazada de esqueleto, no sabemos cuándo ha ocurrido esa interacción (aunque aquí el grafismo me despistó, porque casi todo el rato dibuja una línea negra alrededor de los huesos, dando a entender que estamos ante alguien disfrazado de esqueleto, y no un esqueleto parlante por sí mismo, pero en alguna escena, esa línea negra desaparece, y los rojos llegan a alcanzar las tibias, rompiendo ese efecto de falso esqueleto). De ahí a una mariposa que acaba encerrada en una caja en la habitación de Gloria, una pirámide luminosa que me ha desconcertado, el fantasma de Teresa que se convierte en Laura disfrazada de fantasma y acompañada de un gato que atraviesa el tiempo en busca de un helado. Y todo alrededor de ese lago, que tiene una heladería que no cierra nunca y se llama "Magic Lake".
Curiosamente, el personaje que me parece menos trabajado, Cristina, es el que más penita me ha dado por su reacción al descubrir que Laura no estaba escribiendo las letras del grupo, después de estar defendiéndola a lo largo de toda la obra, pesa a su calidad, entiendo que porque uno de los ingredientes básicos del punk es la sinceridad. O no, porque de música entiendo entre poco y nada.
Un grupo de amigas en el "presente" y una joven inadaptada en el pasado, de las cuales solo conocemos unas pinceladas, pero que con solo eso, ya me han enamorado.
(*) estos concepto se los he escuchado al autor hablando sobre esta obra.