A raíz de ciertos comentarios del grupete del hype, como a mí me gusta llamarles, he leído el primer número de Little Bird y bueno, luego he tenido que leer el resto.
y la charla está genial, es verdad, en las anteriores les costó llegar a la hora. Ya verás el del próximo martes de americano, que quiero preguntarles por Little bird y alguna cosita mas...
Sobre Little Bird les quería preguntar un día de estos. Hay que presionar
Tenéis todo mi apoyo, para presionar, extorsionar o incluso amenazar para que nos traigan Little Bird
Tiene pintaza!
Little Bird, de Darcy Van Poelgeest y Ian Bertram.
Una distopía brutal, un mundo devastado, un gobierno ultracatólico y la resistencia, el último bastión que lucha contra el poder total que representa Nuevo Vaticano. En este mundo nos presentan a Little Bird, una joven que vive en un pueblo de la resistencia. Un día, ese pueblo es atacado y su madre la esconde con un mapa y un mensaje, encuentra el hacha. Un inicio algo manido con un desarrollo y un desenlace igual de tópicos.
Ahora bien, ¿dónde destaca la obra? Pues en dos cosas fundamentales. El trabajo de ambos autores.
El desarrollo de la historia es comprimido pero a la vez exhaustivamente denso. Pocos diálogos, pocas reflexiones, pero tan profundas y tan bien resueltas y ambientadas que merecen una lectura detallada para apreciar de verdad el mundo en torno al que Darcy ha construido su narrativa.
Y luego está el dibujo. El trabajo de Bertram me ha parecido realmente alucinante, una narrativa visual espléndida, en muchos momentos él solo se vale para llenar de información las páginas y el dinamismo de la acción hace espectaculares muchos momentos.
Pero no es solo eso, hay momentos en los que el dramatisimo es muy intenso, la acción es más estática, pero se adapta perfectamente y plasma escenas realmente terribles.
No creo que sea para todo el mundo, hay mucha carga filosófica, muchos momento onírico, deja mucho para que trabaje el lector y el que busque una historia que vaya de A a B pasando por C aquí se va a dar contra un muro lleno de escenas oníricas. Hay que entrar en ese juego para interiorizar y empatizar con la obra.
Pero desde luego, solo por ver el trabajo de Bertram creo que merece la pena al menos echarle un ojo.