Sin duda Los Crímenes de Oxford, camarada, coproducción española-británica-francesa.
¡El suspense hecho película, amigos! Una de las mejores cintas que he visto en mucho tiempo, plagada de intriga, homicidios y misterio. La atmósfera de la cinta le atrapa a uno desde el primer plano, y es altamente improbable desviar la atención hasta el final, ansioso de conocer la solución del enigma.
No es una obra maestra (reservo ese calificativo para las auténticas joyas del 7mo arte), pero sí una gran cinta que sin duda y con el paso imparable del inalienable tiempo se convertirá en un clásico del género de asesinatos.
Imperdonable no verla, amigos. Es un consejo grato.
-El intelectual-