Misterios de un asesinato
[”Murder Mysteries"]
"¿Le cuento una historia. ¿Una verdadera?.
Las historias siempre fueron una buena moneda.
Hoy en día…ya no tanto."
N. Gaiman
El cómic como obra independiente Gaiman y Russell nos presenta dos relatos en uno.
Por una parte, con una paleta de colores oscuros, nos cuenta un encuentro nocturno entre dos desconocidos en el centro de L.A., un turista y un mendigo, que acaban compartiendo un cigarrillo y una historia.
Por otra parte, la historia. Una historia sobre un asesinato. Una historia sobre el primer asesinato. En los albores de la creación, ha ocurrido lo impensable, un ángel ha sido asesinado en el cielo.
En este relato, la parte principal de la historia, están presentes, por una parte los típicos elementos de un
whodunit de manual: un asesinato imposible, múltiples sospechosos, un detective infalible y la inevitable reunión de todos los sospechosos antes de la gran resolución; y por otra parte, nos encontramos todos aquellos conceptos que todos relacionamos con Gaiman: muerte, sueño, amor, destino, lucifer, ángeles, religión, … Todo ello bellamente ilustrado por P. Craig Russell, con gran importancia dela paleta de colores, comenzando con gran luminosidad en la presentación y acabando con tonos lúgubres en la conclusión, como no podía ser de otro modo.
Como curiosidad, hay que referenciar esta obra, publicada como relato originariamente en 1992, con dos de los buques insignia de Vértigo:
- Fue editada a la vez que Sandman, en torno a mitad de obra, por lo que los evidentes paralelismos, salvando las distancias, entre ambas obras no son por casualidad.
- Siendo editada 3 años antes que Predicador, llama la atención la similitud en el uso que hacen de "la palabra de dios" tanto Raguel en esta obra como Jesse Caster en Predicador. Y es fácil inferir que estando este recurso presente en el relato original, es indudable que Russell se vio influenciado por la representación gráfica que Dillon se hace de él en Predicador.
Un vistazo al interiorEl cómic como adaptación El cuento original se publicó en la antología
Midnight Graffiti en 1992. Posteriormente fue recopilada en “Angels and Visitations” en 1993 y “Smoke and mirrors” en 1998.
Norma Editorial publicó este libro, "Humo y espejos", en España en 1999, donde se incluía el cuento conservando el título Original: “Misterios de un asesinato”. En 2017 lo ha reeditado en nuestro país Salamandra.
Esta vez voy a ser claro: merece mucho más la pena esta adaptación que el relato original.
No porque Russell meta grandes cambios que mejoren el relato original, sino porque se trata de un relato que se enriquece en gran medida de las ambientaciones ideadas por Russell. La historia es la misma, pero la manera de contarla le da una sensación de grandiosidad de la que carece el cuento.
Y esto debería ser así en todas estas adaptaciones, conservar la historia original, que suelen tener un nivel más que digno, y centrarse en que el aspecto visual la potencie.
Tal vez me recuerden de comics como….Phillip Craig Russell es un artista americano, conocido principalmente por sus adaptaciones clásicas, tanto de la Ilíada como de óperas varias. También ha trabajado en otras obras con Gaiman como Ramandán y Noches Eternas y las adaptaciones de Coraline, El libro del cementerio, American Gods o la actual Mitos Nórdicos.
Reflexiones de N. Gaiman sobre la obraTal y como relata Gaiman en una entrevista con Trevor Valle por la adaptación del relato a un serial radiofónico:
“Comenzó con la imagen de un ángel muerto en la acera, con sangre por todas partes. Entonces decidí que si, como parecía, era un misterio de asesinato, necesitaría un detective. Me gustó la idea de introducir la ciudad de Los Ángeles - cuando estaba pensando la historia la iba a llamar "City of Angels", aunque poco después alguien llamó así a una obra de teatro. Lo escribí para averiguar quién lo hizo (whodunit) y por qué. Parecía seguir las estrictas reglas de la ficción detectivesca incluso la reunión de todos los sospechosos en la biblioteca al final, y la revelación de que el asesino todavía no era la persona real detrás del asesinato”.
Ediciones Esta vez no tengo la edición americana, sino una edición que sacó Noma en 2003, que clava el tomo editado por Dark Horse en Junio de 2002, antes de existir propiamente la “Librería Neil Gaiman” como línea editorial propia de sus adaptaciones. Esta edición carece de cualquier tipo de introducción, conteniendo únicamente la adaptación del relato en 64 páginas.
En Mayo de 2014, Dark Horse sacó una segunda edición ampliada, que es la que publico aquí ECC en 2015. En ella hay 40 páginas de extras, donde P.Craig Russell habla sobre el proceso de adaptación, de la rotulación, del uso de estudios en blanco y de diferentes tamaños de viñetas, varios sketches y páginas a lápiz, proceso de entintado y color. Son extras muy interesantes, pero la relación de páginas de Cómic y extras, 64/40, resulta muy elevada.
Conclusiones Al acabar de leer esta obra, me extrañó que al contrario que las comentadas hasta el momento, el relato original no hubiera ganado ningún premio. Sin embargo, al leer el relato en sí, me quedó claro que gran parte del interés de esta obra viene por el arte de Craig Russell, como debería ser la norma en este tipo de adaptaciones.
En este caso, creo que es una obra muy recomendable, por encima del cuento original, por el gran trabajo de Russell, y que creo que gustará a casi todos los seguidores dela obra de Gaiman.
Un momento, ¿por qué digo “a casi todos”?. Pues porque la primera vez que leí esta adaptación, no me gustó demasiado. Era la primera obra de Gaiman tras Sandman que leía, y me parecía más de lo mismo, y si acaso, peor que lo último que había leído de este equipo creativo, el número 50 de Sandman: Ramadán. Y sigo pensando que Ramadán es mejor obra, pero ya sea por el desencanto con el resto de la obra de Gaiman o por verlo con más perspectiva, en esta lectura me ha gustado mucho más que la primera vez, quizá por retrotrarme a aquellos mundo oníricos que Gaiman trabaja tan bien y llevo tanto tiempo sin verle utilizar.
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Aviso navegantes: Se trata de un relato que difumina los límites entre el bien y el mal, en el que se juega con la cosmología católica, y aunque en ningún caso se pueda decir que atenta contra los principios básicos del catolicismo, en el caso de ser un cristiano con un concepto clásico de la religión, puede que no guste algunas de las conclusiones que se sacan de la obra. Que nadie se escandalice, es un tono muy similar al empleado en Sandman, de hecho algunos de los argumentos se han utilizado también en dicha obra.