He leído Enanos Nº 10: Abokar del Escudo.
En esta entrega, el equipo artístico habitual nos trae una especie de continuación de lo ocurrido en el número cinco de la colección, en esta ocasión con un protagonista que ya hemos conocido previamente, que comparte espacio con Dohan, un tullido que ha conseguido el rango de segundo capitán, y que resulta ser el hermano de Tiss. Hay un aspecto que me está gustando mucho en esta serie, y es que los autores están trazando una especia de historia del pueblo enano, focalizando el protagonismo en ciertos personajes de cada orden, pero a su vez manteniendo una cronología. En anteriores episodios hemos visto como hay una continuación mediante el relevo generacional, o simplemente pasando el testigo a otro personaje, como ocurre aquí. Además, también tendremos un pequeño guiño al volumen anterior, ya que aparece brevemente Dröh, aunque ligeramente cambiado y mucho después de lo sucedido en su historia. Bajo mi punto de vista, uno de los aspectos más interesantes de esta colección, que no ha dejado en ningún momento de contar historias autoconclusivas, pero también forman parte de una crónica del pueblo enano a través de ciertos personajes cuyas aventuras son dignas de narrarse. Visto con la perspectiva que ofrece el haber llegado hasta este punto, encuentro esta obra con muchas similitudes al Silmarillion de Tolkien, pero intercambiando a los elfos por los enanos. Al principio no se aprecia demasiado, aunque a medida que vamos uniendo las piezas del puzle, creo que es la idea que intentan transmitir los autores, la cual les ha quedado bastante bien, todo hay que decirlo.
Como decía antes, estamos ante la historia de Abokar, posíblemente uno de los mejores estrategas de la historia del Escudo, el cual lidera una campaña que pretende que sea la última, debido a una enfermedad que le debilita la mente. es curioso, porque Nicolas Jarry es capaz de dar muchos detalles de cualquier aspecto del guion, y de la propia enfermedad, pero no le da ningún nombre. Por su parte, Dohan, el segundo capitán, ajeno a los pensamientos de Abokar le salva la vida durante la batalla, lo que obliga al enano a tener que fingir su muerte y retirarse con de honor. Dohan es convertido en el principal culpable, siendo enviado a un muro en el que deben evitar la invasión de los ogrelins controlados por los enanos de Ufgrim, aunque nadie cree que vaya a suceder nunca. Dohan descubrirá todo lo contrario, pero llega demasiado tarde, cuando el muro ha sido derribado. Finalmente, saldrá en busca de Abokar para librar su última batalla, en la que deberán defender al pueblo enano de unos conquistadores que controlan ogrelins y golems de piedra.
Creo que hasta el momento no habíamos tenido un álbum que presentase tantas características propias del género, con multitud de batallas y una gran dosis de épica en muchos momentos. Prácticamente es como ver uno de los capítulos finales de Juego de Tronos, saga de la que es inevitable acordarse debido a elementos como el muro o como esa amenaza que nadie termina de creer, pero que se descubrirá que no solo es muy real, sino que para combatir habrá que hacer alianzas con los humanos, o permitir que los errantes puedan luchar en la batalla. Sin duda, el paralelismo con la obra de Martin es más que evidente. No obstante, es algo totalmente secundario, y más bien anecdótico, ya que la historia se disfruta igual de bien. Jarry construye una trama muy interesante, con cierto esquema propio de un telefilme, en el que la acción y la historia del pueblo enano cobran una intensa vida gracias a los lápices de Pierre-Denis Goux, que posíblemente nos deja el mejor trabajo de toda la serie en este álbum.
Además de la épica y la enriquecedora cronología que Jarry se ha sacado de la manga en lo que podríamos denominas como las crónicas enanas perfectamente, una vez más, el escritor destaca por su capacidad para desarrollar personajes. En esta ocasión, tenemos a dos que ya conocemos anteriormente, pero ahora se tiene la ocasión de ahondar mucho más en ellos. Dohan, por ejemplo, a pesar de ser un tullido es un guerrero digno y fiero, aunque debe cargar el resto de su vida con el desprecio de sus semejante. Además, aporta su inteligencia y sus habilidades como estratega, vitales en algunos momentos de la trama. Por su parte, Abokar es el enano testarudo que quiere dejar este mundo con gloria, en lugar de acabar condenado por un cuerpo que no le responde. También es un brillante estratega, cuyos planes se cuentan por victorias, por muy descabellados que parezcan en un principio, habiéndose ganado así el respeto de su rey. De ese modo, Jarry no solo construye héroes de fantasía heroica, sino también personajes humanos, con suficientes taras como para que conecte con el lector. A todo ello habría que sumar las inevitables reflexiones existenciales de Jarry, generalmente mostradas en la parte final, y más teniendo en cuenta los deseos de Abokar por llevar a cabo la eutanasia del guerrero, o lo que es lo mismo, morir en gloriosa batalla con un arma en la mano. Tampoco estamos exentos del a crítica social, a pesar de que no se le dedica demasiado espacio, ya que vemos una alianza que en otros momentos sería bastante dificil, sobre todo en esa lucha de los errantes por obtener sus derechos, así como ese estigma social que sufren los tullidos, dentro de una raza belicosa por naturaleza, y cuya cualquier imperfección es considerada poco más que un estorbo insalvable en la batalla. Todo ello una mezcolanza de elementos y conceptos con el sello habitual de Jarry, que nos deja una de las mejores entregas de la colección, gracias también a la aportación gráfica de Demare.
Bueno, y con esto llego al final de mi lectura de esta serie. No sé si hay más tomos en Francia, supongo que sí, pero de momento no puedo leer nada más. A pesar de haber empezado de forma un poco titubeante, la serie ha ido despegando poco a poco hasta llegar a un nivel bastante alto, por lo que me ha dejado un gran sabor de boca, y con ganas de leer su continuación en el futuro. Además, espero poder echarle un ojo pronto a Orcos y Goblins, a ver si también merece tanto la pena como esta y Elfos. Por mi parte, solo puedo recomendar la lectura de este universo de ficción que está publicando la editorial francesa Soleil, porque desde luego merece mucho la pena y hará las delicias de los amantes del género.