Día 271: The (Uncanny) X-Men vol. 1 #117. 17 de octubre de 1978
Vamos con un número trascendental, el The (Uncanny) X-Men #117, con la primera aparición de... ¡El Rey Sombra!
Banda sonora: hoy se baten en duelo mental dos "sultanes" del Swing. Acompañemos debidamente el momento con "Sultans of Swing" de Dire Straits;
https://www.youtube.com/watch?v=h0ffIJ7ZO4U
Créditos: Chris Claremont (guion, argumento); John Byrne (dibujo, argumento); Terry Austin (tinta); Clem Robins, Gaspar Saladino (rotulación); Glynis Wein (color).
Portada de Dave Cockrum, Terry Austin y Morrie Kuramoto
No ganaba para sustos la Patrulla. No acababan de salir en una chalupa de la Tierra Salvaje cuando, al llegar al Cabo de Hornos, se encuentran con una furibunda tormenta. Tormenta, valga la redundancia, contiene el desastre a duras penas usando sus poderes de control del clima.
Pero no habrían durado mucho más, de no ser que pasaba por allí un barco japonés, que los rescata, siguiendo la ley del mar, y eso que iban de misión secreta del gobierno de Japón. Eso sí, no les dejan usar la radio para no comprometer su posición.
Todo ello le viene al pelo a Claremont para estirar aún más el error de Xavier y Jean, quienes piensan que la Patrulla-X murió en la base destruida de Magneto. El buque se dirige a Japón, donde los mutantes ya podrán contactar con quien ellos quieran. Pero hasta entonces, claro, pasarán muchas cosas. Y aquí se produce un giro curioso, porque la historia pasará a estar centrada en la Mansión de Westchester, donde los personajes "que quedan vivos" afrontarán las consecuencias de la no-muerte de la Patrulla. Jean, sin ir más lejos, se marcha de la Escuela.

La Mansión le recuerda demasiado a sus fallecidos compañeros y especialmente a Scott. Se dirige al aeropuerto hacia un destino desconocido en este cómic, pero se encuentra con Misty, ahora ya ex-compañera de piso. ¿Cuándo se mudó? ¿O es Jean la que lo hizo? No se ha contado aquí. Lo que es más, hasta donde yo sabía, Jean seguía viviendo en su apartamento de NY con Misty, por lo que me extraña verla aquí haciendo la maleta. ¿Cuándo se mudó a la Mansión-X?

Tal vez se contara en la serie de Puño de Hierro. El caso es que Misty se va a Tokyo, justo el destino de los X-Men. Perdonad esta reseña no lineal, porque nos hemos ido directamente al final, donde se nos anuncia que hay aventurita en Tokyo el próximo número.
Pero ahora debemos volver páginas atrás. Jean sale para el aeropuerto y Lilandra queda sola con un taciturno Xavier, pensando sobre cómo el amor por Charles le ha llevado a NY, con lo ancha que es la galaxia. Le lleva el desayuno a ver si le anima, pero nada.
Xavier no sale de su estudio, ensimismado, contemplando el fuego y las fotos de sus pupilos, algunos de ellos (no) muertos por su culpa. ¿Fue buena idea crear a la Patrulla? Ahora piensa que no. Y decide ir al principio, a por qué decidió crearla. Entonces asistimos a otro cambio de tercio, pues Xavier narra una historia en flashback que descubre sus motivaciones internas para crear un grupo de mutantes que ayudara a su sueño de coexistencia pacífica entre humanos y mutantes. Y, en ese comienzo, conocerá a gente muy especial. Vaya que sí.
odo empieza con los años de doctorado de Xavier. Es feliz, conoce a Moira y todo va sobre ruedas. Pero es reclutado para la Guerra de Corea y, al poco tiempo, Moira le deja y le dice que no la busque y siga su camino. El dolido Xavier viajará por el mundo, un poco sin rumbo.
Recordaréis que en la Guerra de Corea, Xavier era compañero de su hermanastro Cain Marko, quien pondría las manitas en la gema de Cytorakk. Pero ahora no se toca ese tema. Ni tampoco se aclara la ruptura con Moira. Como Charles tiene pasta, se dedica a viajar y llega a El Cairo. Mientras vaga por el zoco de la ciudad, una ratera le roba la cartera. Una ladrona que resulta ser la misma Ororo Munroe. Xavier la sigue a duras penas, y logra al fin detenerla con un rayo mental. Ha detectado en ella una signatura mutante en ciernes.
Años más tarde, cuando fue a buscarla a Kenya, sumó dos y dos y reconoció a la diosa del clima como aquella pequeña ladrona que le robó en El Cairo. Pero hete aquí que el propio Xavier da con la horma de su zapato y recibe un latigazo mental. Ororo aprovecha el momento y huye. Fin del cameo de 'Ro.
¿Quién le ha atacado? Xavier no había conocido a otro telépata aún. Pero este, presiente Xavier, emana un aura diabólica... y viene de una tasca a unos pocos metros. Se introduce en ella y aparece a un tipo gordo ataviado con un gorro fez, flanqueado por dos mujeres. Es él.
¡Dios mío, primera aparición del Rey Sombra! Pero aquí no se le nombra así aún. Se presenta como Amahl Farouk, y le ofrece a Xavier cualquier cosa que pueda desear, además de unirse a él. Pero Xavier advierte pronto que todas las personas están controladas por él como juguetes.
Rechaza su "alianza" y le sermonea con que sus poderes han de ser usados para ayudar a los humanos, y no para someterlos. Para Farouk, en cambio, los humanos son meros objetos a usar a conveniencia. No se toma bien la negativa de Xavier y se inicia un duelo en el plano astral.
La jugada de Farouk es clara: pretende intimidar a Xavier alterando el paisaje mental de formas increíbles, para así desestabilizar a su enemigo y ponerle nervioso. Ambos combaten vestidos con "armaduras mentales", pero Xavier sabe que Farouk solo está jugando con él.
Me gusta el contraste entre lo que pasa en el mundo exterior, donde los contendientes simplemente están sentados, quietos, y lo que acontece en el plano astral, donde ambos se baten violentamente. Farouk juega en casa y controla el entorno, haciendo que sus ataques mentales rodeen el escudo de Xavier, alcanzando su espalda.
Pero, como podéis ver, el mundo exterior no es completamente inmune a lo que pasa "dentro". Una quemazón empieza a notarse en la espalda de Xavier. Me gusta también cómo Xavier describe el escaneo mental a Farouk, como navegar entre un mar de gusanos. Todo parece ir mal para Charles, pero entonces cae en la cuenta de que Farouk se concentra mucho en el atrezzo mental para distraerle de lo verdaderamente importante: el poder mental puro.
Y en eso, Xavier no anda escaso. Así que se deja apresar por Farouk y, vaciando su mente de todo lo que no sea esencial, concentra un poderoso rayo psíquico en su enemigo, dejándolo bien frito.
Es interesante ver también la secuencia de lo que ocurre en el mundo exterior. Farouk se derrumba súbitamente, muriendo. Xavier, con toda su épica elegancia, se levanta y se va. Se ha enfrentado contra el primer mutante diabólico que ha conocido. Ha vencido. Pero habrá más.
Y es justo aquí, cuando Xavier advierte la necesidad de hacer frente a mutantes malvados. Humanos y mutantes deben existir en paz, pero para ello, necesita una fuerza de choque, ya que él solo no puede. Damas y caballeros, ha nacido el sueño de Xavier. Fin del flashback. Luego, Charles continuará su viaje hacia el Tíbet, donde se enfrentará contra Lucifer, perdiendo, como sabemos, el uso de sus piernas y quedando en una silla de ruedas.
Volvemos al presente, donde Lilandra ha asistido al relato de Xavier. Xavier intentó cumplir ese sueño, pero el precio ha sido la muerte de sus pupilos. ¿Merece la pena? Lilandra piensa que no, y le dice a Xavier que se venga con ella hasta el infinito y más allá. Y él acepta, un tanto reticentemente. Aquí ya no queda nada para él (en realidad sí, pero no lo sabe!!!)
Siempre se habla de Xavier como un tipo retorcido, con apariencia de hombre benévolo, pero aquí hay que reconocer que habla de la Patrulla como su familia, y dice que genuinamente los quiere. Queremos pensar que como hijos adoptivos, claro, que ya lo de Jean...
Y en fin, qué decir, no solo es que estemos ante un número importantísimo en la historia de los mutantes, es que hablar de los lápices de Byrne es realtar lo bovio. Una absoluta maravilla. Hasta la Ororo niña parece bien dibujada

Próxima parada, Japón. A ver qué tiene reservado el destino para los mutantes. Aunque, antes, nos iremos a repasar el siguiente número de Classic X-Men, intercalado con las historias originales de la Patrulla ¡Que seáis muy felices!